"La invitación de El Demiurgo de Hurlingham" (Relato juevero)

En aquellos momentos no daba crédito a lo que estaban leyendo mis ojos, no me lo podía creer, tenía en mis manos una invitación personal de El Demiurgo de Hurlingham, que me decía se encontraba en España y deseaba conocerme y hablar conmigo, ofreciéndose a ayudarme a conseguir un puesto de trabajo en una agencia de modelos de la que él sabía necesitaban personal, a la vez que él estaba interesado en hacer algún comic sobre María Perlada.

El Demiurgo de Hurlingham, es bastante conocido en el mundo virtual por su participación bloguera en los relatos jueveros dando un aire mágico, interesante y sobrenatural a sus historias, y además, es creador de comics e historietas sobre varios personajes en los que lleva participando desde hace dos años en algunos talleres de historietas y dibujo modelo vivo, de los cuales uno de ellos, hecho a lápiz, fue elegido en una exposición cultural el pasado año.

Dibujo de Demiurgo elegido en una exposición cultural en el año 2016

Realmente para mí fue doblemente grata aquella invitación sorpresa ¿cómo no ir a hablar con Demiurgo si yo llevaba años deseando conocerlo? ¿cómo negarme a aquella invitación que servía de puente para conseguir un puesto de trabajo tan interesante de modelo? 

No me lo pensé dos veces, ilusionada y nerviosa hice la maleta como pude, metiendo en ella varios modelitos, pero parecía había encogido la maleta porque era imposible cerrarla, o tal vez fueran los nervios que me bloqueaban por la inseguridad que me producía el pensar que en mi piel sentiría esa primera experiencia como modelo.

Después de varias horas de viaje, acudí puntual al lugar de la cita en una calle céntrica de Madrid, en el estudio donde él realizaba sus creaciones siempre que venía a España. Toqué el timbre varias veces, pero tardaban en abrir la puerta, por lo que volví a insistir, aunque parecía había alguien porque se escuchaba una canción de No lo soporto, que tanto le gustaba este grupo a Demiurgo, así que pensé que estaría pero no había oído el timbre, por lo que, volví a llamar de nuevo hasta que se abrió la puerta.

- Hola, buenos días, soy María Perlada, pregunto por Demiurgo, le dije mirando fijamente a la persona que allí se encontraba enfrente de mí.

- Hola, María Perlada, soy yo, encantado de conocerte, me dijo con sus ojos clavados en los míos.

Los dos sonreímos saludándonos con dos besos en las mejillas, acto seguido me mandó pasar y acomodarme en un sofá de color rojo, y empezamos a charlar, mientras traía unos refrescos y aperitivos.

Duality personaje creado por Demiurgo

Después de estar un buen rato entretenida, con una interesante y amena conversación con Demiurgo sobre algunos de los personajes de sus historietas, me dijo: 

- ¿Qué te parece si comenzamos ya la sesión fotográfica? 

- Cuando quieras, le dije.

A lo que él me respondió:

- Me gustaría que me regalaras la foto más erótica que pueda salir de ti.

- Lo intentaré, aunque estoy nerviosa porque soy inexperta en este tema, le dije.

- No te preocupes, si hay que repetir alguna foto, se repite sin ningún problema, me dijo.

Y así fue como comencé a posar para él, mientras me iba dirigiendo en las posiciones, a la vez que iba disparando su cámara.

- ¡Así! ¡quieta! este es un pose muy sensual, dijo Demiurgo, y seguía disparando con su cámara.

- Esta posición también me gusta mucho, quieta, no te muevas, dijo Demiurgo. ¡Zas! Demiurgo iba haciendo foto tras foto.

Los últimos poses cada vez eran más eróticos, el ambiente se había caldeado demasiado, tanto como mi piel que ardía entre las llamas del deseo, y no pude resistir la tentación de quedarme medio desnuda para seguir posando, no solo ante su cámara, sino ante la mirada de sus ojos.

- Esta postura es perfecta, la que más me gusta, la más erótica, es divina, angelical, inmaculada, me encanta... pero... ¿qué pasa? ha dejado de funcionar la cámara, parece que se ha bloqueado, no dispara, y no puedo perder ese pose, el mejor de todos que me has brindado, dijo Demiurgo.

La cámara fotográfica de Demiurgo había dejado de funcionar pero su pupilas se disparaban solas sin dejar de retener la imagen en la memoria de sus ojos destilando húmedo deseo al ver mi cuerpo desnudo ante sus ojos...

- ¡Ring ring ring! eran las siete de la mañana y sonaba el despertador.

- Ainsssss ya es hora de levantarme, he de darme prisa para acudir a una entrevista de trabajo, pero... ¿y Demiurgo? ¿dónde está? ¿todo ha sido un sueño? 

Más relatos jueveros sobre otros protagonistas en el blog de Encarni.