
Llueve sobre mojado... en la noche de mis sueños... en los días de mis amaneceres... danza la lluvia sobre mi piel.... se respira resaca en mis poros...
Y te busco en el espacio de mi tiempo... en el anverso de las horas.... y me pierdo ahogando mi voz en tu ausencia... huyendo del tiempo y del recuerdo... entre la espada y la pared... así me siento...
Entretejiendo el manto de la oscuridad... aleteando por los rincones del ayer... presa en mi memoria de pez... despojando las horas infinitas en la primavera de mis días... refugiada en el murmullo de las sombras... planteando la ecuación exacta sin resolver... mutilada de oxígeno... con la soga al cuello...
Y se me hace un nudo en la garganta... escuchando el grito en el silencio... y despierto a renglón seguido... deshaciendo el equipaje... entre luces rotas de un futuro incierto... desmenuzando migajas doloridas... arañando la piel de mis días... arrastrándome a la vida...

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Muchas gracias por acompañarme, DRACO, me ha encantado tu inspiración, y aquí la dejo, luciéndose en la vitrina de la entrada, es todo un honor para mí compartir tus vuelos y un placer que mis letras te hayan inspirado este bonito microrelato y además han quedado genial las mismas frases, dando otro sentido a lo que yo he escrito. Me lo llevo para guardar a la sección "Otras plumas". Mil gracias.
marco se acababa de duchar y se estaba secando el cabello con una pequeña toalla cuando su mujer toda empapada por la lluvia descorre la cortina y se le cuelga del cuello poniéndolo entre la espada y la pared.
-olvidaste de nuevo el paraguas. -le dice él.
-diluvia afuera, y mira que sólo caminé desde la rotonda hasta la puerta de entrada.
-ahora entiendo aquello de lo de llover sobre mojado. tú traes la lluvia y yo estoy todo mojado.
-esa expresión no se refiere a eso. -le dice ella mientras lo besa y le manipula el miembro viril, y añade- esta situación ya debes haberla experimentado varias veces.
-¡uy! tengo la memoria de un pez en estos momentos. le dice él.
a renglón seguido salieron como pudieron de la ducha terminando ambos en la cama, con ella casi sin ropa, encima de él, jadeando y gimiendo; y a pesar de todo, antes de llegar al momento culminante, ella tuvo la suficiente presencia de ánimo para estirar la mano dentro del cajón del velador y sacar uno de sus juguetes sexuales el cual llevó a la cabeza de él, y apretándolo con la soga al cuello hasta casi asfixiarlo, ambos llegaron juntos al climax hasta quedar satisfechos y extenuados.
DRACO
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