De niña me gustaban los cuentos y películas de aventuras marcianas. Algunas veces me imaginaba que era astronauta. Desde siempre me ha fascinado el misterioso mundo del espacio. Y me prometí que, algún día, viajaría a un Planeta.
Por fin había llegado el gran día. No me lo podía creer. Mi sueño imposible se haría realidad. Ya estaba dentro de la nave espacial con un grupo de amig@s tan ilusionados como yo por conocer Marte.
¿Cómo sería aquello? me preguntaba. ¿Con qué habitantes nos encontraríamos allí? ¿Habrá marcianos? ¿me adaptaré a la vida del espacio? Era toda una incógnita por descubrir y todo un desafío para mí.
Sé que todas mis dudas se disiparían dentro de dos meses, que era el tiempo que faltaba para llegar al Planeta Rojo. Aunque era un viaje espacial largo en el tiempo invertido sé que merecía la pena vivir aquella aventura.
De repente escuché un impactante ruido. Era la nave que empezaba a despegar.
¡Adiós Tierra! a la vuelta nos encontraremos.
María