En nombre de Mi Dios Omnipotente,
de rodillas orando ante su altar,
inclinada en el rezo sagrado,
entrelazando mi rosario perlado,
en esta confesión de mis pecados.
En nombre de Mi Dios Creador,
rendida mi pecadora alma ante EL,
desde mi infierno y ante su santuario,
cumpliendo gustosa la condena de orar,
por mis perversas y pecaminosas debilidades.
En nombre de Mi Dios Confesor,
pido que me salve de la pureza,
que mi castigo sea seguir pecando,
crucificándome en la tentación del vicio,
librándome del mal de la inocencia.
En nombre de Mi Dios Todopoderoso,
como devota ferviente,
sea elevada en su credo,
sea elevada en su credo,
en la gloria de su alma,
bautizada con su luz.
Más relatos jueveros en el blog de Maribel.
Esa penitencia me agrada mucho más que las clásicas.
ResponderEliminarBesos, estimada María
¿Sabes que coincido contigo, mi estimado amigo, Luis Antonio? y es que hay penitencias de penitencias, prefiero este otro tipo, que las otras no me van para nada.
EliminarBesos enormes.
Curiosa simbiosis entre religiosidad y erotismo. Precioso sincretismo hecho verso. Saludos.
ResponderEliminarY a mí me encanta versar erotismo, y también mezclar alguna que otra vez la religión, de ahí mi nombre, María, no puedo huir de versar alguna vez de esa manera.
EliminarBesos, amigo jfbmurcia.
"A Dios pongo por testigo, que con esas hermosas tetas, jamás volvería a pasar hambre".
ResponderEliminarBesos María.
Jjajajajajaja mira que me sacas sonrisas, amigo Rafa, jajajaja con esa frase me has recordado a la película ***Lo que el viento se llevó***, así comenzaba ese final en la peli ***A Dios pongo por testigo*** aunque tú hayas añadido algo más jajajajaajja, gracias por sacarme sonrisas.
EliminarBesazos.
La penitencia tendría que ser otra si lo que tú crees como pecado es tal.
ResponderEliminarUn abrazo
Maribel
Es un poema que hice deprisa y volando, así me salió, no tenía tiempo para participar, y por eso las prisas no son buenas tal vez no tenga ni sentido este poema jajaaj pero así soy yo, una loquita apasionada, perdóname sino estuvo bien para el tema que convocaste, Maribel.
EliminarUn abrazo.
María,este es un poemazo! Guau..me pone la piel de gallina!
ResponderEliminarbesazos y aplausos!
¿De verdad que te ha gustado? pues no veas que alegría me inyectan tus palabras, mi querida lunaroja, porque como he dicho a la anfitriona, lo hice deprisa y volando, pero si a ti te ha puesto la piel de gallina, ese ha sido mi premio, gracias, corazón.
EliminarBesazos enormes, mi querida lunaroja.
Veo que no te arrepientes de nada! Jeje. Un abrazo
ResponderEliminarJjajaja pues claro que no me arrepiento de nada, menos mal que te diste cuenta jajajaja.
EliminarUn abrazo enorme, mi preciosa Neo.
Arderas en el fuego...del deseo..
ResponderEliminarperfecta la combinacion de religion y erotismo.. ME ENCANTA. Besos.
Wuauuu, veo que también te encanta a ti, entonces me alegra que así sea, amigo Vicente, pero fue un poema escrito a lo loco para poder participar en el relato juevero. Mil gracias.
EliminarBesos enormes.
Y las fotos me encantan.
ResponderEliminarUn placer que las fotos también sean de tu agrado.
EliminarGracias de nuevo, Vicente.
Más besos.
a veces todavía sueño que me voy a confesar. qué cosa tan siniestra el confesionario, y tener que contar tus cosas al cura esperando que no te eche mucho la bronca...
ResponderEliminaren la iglesia, siempre me venían involuntariamente pensamientos lujuriosos, porque aquello que tratas de reprimir es lo que viene a la mente con más fuerza.
besos, maría!!
Y a mí que no me gustaba nada ir a confesarme eso sí que era para mí una auténtica penitencia, ir al confesionario de niña que me obligaban mi madre, si es que no sabía ni qué decir, imaginate que me inventaba los pecados para tener que decir algo al cura, jajajaja te lo digo en serio, si es que eso sí que era un suplicio, menos mal que han cambiado los tiempos, y ahora somos más liberales los adultos jajajaja.
EliminarY sí que tienes razón que basta que te repriman algo para que hagas lo contrario jajaaj.
Un placer leer tus reflexiones, amigo Chema.
Besos.
Niña, que te has olvidado el cilicio.
ResponderEliminarBesos.
Ups) ya decía yo que algo se me olvidaba jajaajaj.
EliminarGracias por tu simpático comentario, amigo Macondo, un placer leerte.
Besos enormes.
Uau! Um aplauso!! Excelente!!
ResponderEliminarbeijinhos
Graciassss preciosa.
EliminarQue tengas una maravillosa noche.
Besos enormes, querida Cidália.
En nombre de tu dios, parecido al mio y sin entrar en disquisiciones te abrazo con cariño
ResponderEliminarNo importa que no sea en nombre de dios, mejor en este caso que sea en tu nombre, porque tú siempre tienes permiso para dejarme ese abrazo tan enorme y tan rico, gracias, preciosa Ester.
EliminarOtro abrazo con cariño y un besazo gordo.
Hola Dulce María. Pues a cumplir la penitencia con agrado y deseo.
ResponderEliminarBesosssssssssss
Que las penitencias siempre sean placenteras, no como antes que menudas penitencias eran.
EliminarBesooooosss enormes, preciosa Isa.
Es una buena oración, la tendré muy presente en mis oraciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Wuuauu qué bien, pues acuérdate siempre de mí cada vez que tengas la oración presente, que sea en nombre de María, aunque no sea Diosa, sí tengo nombre de Virgen jajaaj (es broma).
EliminarUn abrazo, preciosa Carmen.
Me he reído con eso de que mi castigo sea seguir pecando.
ResponderEliminarClaro, es que no hay mejor castigo que éste tan placentero.
EliminarBesos, preciosa Tracy.
No sé si le pides perdón a tu Dios por pecar o permiso para seguir pecando. Más allá de la dualidad entre erotismo y religión, hay otra entre el bien y el mal que en algunos versos parecen ser una misma cosa en pos de esa lujuria. Esa imagen siempre me ha gustado, muy elegante me parece.
ResponderEliminarBesos con dulzura Mi Hada Perlada.
Más bien lo que intento decir en la oración es querer seguir pecando, aunque parezca que sea lo contrario un poco para despistaros a los lectores.
EliminarBesos, Dulce.
Excelente. Comjugas con sacro con lo sensual, las perlas con un rosario, la confesión con el orgullo, y el infierno con una intensidad digna de un paraiso.
ResponderEliminarMereces esa especial condena. Que la a la vez es una glorificación. Que interesante religión parece ser,}
Besos especiales
Wuauuu qué bueno que pienses que merezco esa especial condena, y es que cuando la condena es tan placentera es lo que se desea, aunque pueda considerarse pecaminosa desde la religión.
EliminarBesos, Demiurgo.
Algun@s mojigat@s dirían que "tu Dios" tiene cuernos y rabo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jjajaajaj según lo digo no me extraña que pienses así que más bien parece un demonio, en vez de un Dios jajajaj.
EliminarUn abrazo, Ibso.
Interesante relato amiga María, de mucha expresividad me gusto mucho.
ResponderEliminarTe mando un abrazo muy fuerte amiga María que tengas un día maravilloso y que tu luz sea eterna.
Y a mí me encanta que te haya gustado tanto, amigo Jorge, muchas gracias por la luz de tus palabras, y por ese abrazo tan fuerte que recibo cercano, inmensas gracias amigo mío.
EliminarBesos.
Hija mía, ya sabes cual es la penitencia, rezos y alabanzas de deseo repetidos rosarios que desfoguen y martirizen de placer tu carne y la redención del espíritu satisfecho.
ResponderEliminarTe salvas solita.
Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine del placer por alcanzar.
Que la penitencia sea de este tipo, rezos placenteros, y no los otros que nos mandaban la penitencia de rezar de la otra forma, qué poco me gustaba entonces, estos rezos sí que gozosos, y nada de ser absuelta, que quiero seguir pecando.
EliminarBesos, Agapxis.
Deliciosa penitencia.
ResponderEliminarEs un placer leerte querida amiga.
Besos.
Mi placer es leerte a ti, mi querida Rita, mil gracias por tu compañía.
EliminarBesos enormes.
Esta confesión va a tener una curiosa penitencia.
ResponderEliminarBesos
Mmmm pues tienes razón, San jajaja.
EliminarBesos, preciosa.
Hoy la inspiración ha sido divina en todos los sentidos, y las imágenes que acompañan a tan maravillosa oración son perfectas. Besos guapísima
ResponderEliminarNo te imaginas cómo me alegra que mi inspiración haya servido para que tú hayas vuelto a escribir, mi preciosa Emma, me alegra mucho haberte oído decir en tu respuesta eso, todo un placer para mí, que mis letras te hayan impulsado a escribir, que ya venía echando de menos tus entradas.
EliminarBesos enormes, corazón.
Estimada María. Que esa prerrogativa tuya no quede en saco roto y que sea leve tu penitencia, aunque no intuyo seas acreedora a ella, más en pos de la luz que anhelas que todo te alcance con la viveza que llamas a esa primaria primavera que esperas...Un fuerte abrazo
ResponderEliminarQue el verano siga alumbrando mi vida durante todo el invierno, esa es la mejor luz que puedo anhelar, estimado amigo Dionisio, y que el calor siempre esté presente en mí, con esta fuerza que me eleva a la misma gloria.
EliminarUn placer leerte, amigo mío.
Un abrazo enorme.
Me preguntaba:¿como resolverá María, el pedido juevero de esta semana?.
ResponderEliminarY lo has resuelto sin abandonar tus convicciones y rezando una realista y bella oración.
Besos.
Como no podía ser de otra manera, amigo Juan, ya sabes que mis rezos no pueden ser de otra manera, así que resuelto mi relato juevero desde el credo de mis oraciones hacia Mi Dios.
EliminarMuchos besos.
Como te he respondido a tu visita a mi blog María,
ResponderEliminarme encanta pasear por tus rincones,
porque me dejan con un regusto
que es adictivo, te lo juro, jajajajaja.
Me encanta la primera imagen.
Esos tonos rosados desde los pezones
hasta el intenso rojo de los labios,
son como la escalera a ascender
para le expiación de la culpa.
Besos y mejor fin de semana.
A mí sí me gusta que te encante pasear por mi perlado rincón, porque sois vosotros quiénes lo avivais con vuestros preciosos comentarios, amigo Rafalín, muchas gracias por tus palabras, y si te has hecho adictivo, eso para mí es un verdadero honor leerte decir eso, porque además, me inyectas vida para seguir con energía escribiendo con esta pasión que no me cabe en el pecho.
EliminarY me alegra te guste la primera imagen, a mí también me gustó precisamente por el color rojo intenso que luce en los labios y pezones.
Muchos besos y feliz noche.
ésta vez la religión y el pecado se juntan... no es lo ideal pero lo resolviste bien...
ResponderEliminarigual no son compatibles creo... besos!!!
¿Tú crees que no son compatibles mis rezos particulares con el pecado? la fusión de los dos hacen de lo más erótico y carnal la pasión, a mí me encanta esa mezcla.
EliminarBesos, JLO.
Esta es una penitencia que esclaviza de gusto...
ResponderEliminarUn besazo María y sigamos pecando de delicia.
Que no falte el pecado carnal, que el deseo se extienda, que la carne se comulgue, que el placer se haga religión, y la penitencia sea el orgasmo de lo más gozoso.
EliminarUn beso enorme, amigo Joaquín.
Eres unica hasta creando una oración, besos.
ResponderEliminarY que tú me digas eso me llegan al alma tus palabras, mi preciosa MOLI, gracias de corazón.
EliminarBesos enormes.
en esta religión que exhibes estamos todos, sólo que hay algunos hipócritas que lo niegan haciéndose los locos, jajaja.
ResponderEliminar¡¡hazme un campito para orar juntitos!!
besos.
Así es, amigo DRACO, que hay algunas personas que lo niegan, y luego son las más pecadoras jajaja, pero tiene que haber de todo en esta vida.
Eliminar¡Que viva el pecado! y a orar.
Besos.
Una vez fui con tres amigos a una casa de citas: Hice el amor con una mujer una y cien veces. Quería más y más...,. La pregunté: ¿No te cansas no te agotas? - ¡NO!. Porque lo haces como Dios.
ResponderEliminar-
Les dije a Santiago, Mateo y Pedro... "VAMONOS QUÉ ME HA CONOCIDO"...
Besos a María y a su hermoso rezar.
Jjjajajaja qué chiste más gracioso, amigo Eloy, además, va como anillo al dedo en esta entrada en la que rezo a Dios jajaaj, muy simpático tu comentario.
EliminarGracias por venir a comentar, me encanta que lo hagas.
Besos muchos y feliz noche.
"Librándome del mal de la inocencia"
ResponderEliminar"Librándome del mal de la inocencia"
"Librándome del mal de la inocencia"
"Librándome del mal de la inocencia"
Porque la inocencia te hace ser escavo de la nada y te pones en manos de los aprensivos que dirigen nuestras vida y nos hace cómplices de la maldad reprobando la esencia de la vida, lo noble del ser humano.
Un beso
Que nos libren del mal de la inocencia, que el pecado de la pasión no puede ser pecado, que es felicidad y vida, que nos condenen mil veces para seguir pecando.
EliminarBesos, amigo Antonio.
Por lo siglos de los siglos amén.
ResponderEliminarMil pecados consentidos... Un sola virtud.
Besos de Pecado.
Una virtud de lo más gloriosa, pecar para seguir en la condena del rezo elevando el alma al mismo cielo desde el infierno.
EliminarGracias por venir, Mag.
Besos de Perlada.
algo de eso merecemos todos! que nos libre del mal de la inocencia por favor!1
ResponderEliminarEstupendo María!!
Abrazo
Eso, muy bien dicho, Mameci, que queremos seguir pecando para alcanzar la gloria divina.
EliminarUn abrazo, preciosa.
Las penitencias para los pecadores,
ResponderEliminarde la pasión venimos casi todos,
y hay que tenerla como buena referencia,
que la carne se hizo para ser saboreada y degustada,
.- como dicen por ahí, "lo que se van a comer los gusanos,
que lo disfruten los humanos"
Un abrazo y feliz velada de Sábado ♥
Estoy de acuerdo en lo que has dicho, mi querida Brisa, debemos seguir degustando la carne, porque somos humanos, y ello eso no es pecar, sino alcanzar la felicidad, no podemos dejar escapar disfrutar de lo carnal, que la pasión y el amor es la fuerza de la vida.
EliminarUn abrazo y feliz noche.
Wuuaaauu qué bueno lo que dijiste, cuánta sinceridad, me encantó tu intenso deseo, muy bueno, Julio David, mil gracias.
ResponderEliminarBesos y más besos.
Bendito pecado... !!! un beso grande
ResponderEliminarAsí como dices es el pecado tan bendito como Dios.
EliminarUn beso enorme, mi preciosa Hanna.
Me ha encantado mi bella alma gemela, la imagen es bellísima y tu poema lo es más. Un lujo volver y encontrarme algo tan bonito.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día, preciosa.
Qué bueno hayas regresado y ya estés por aquí, mi bella alma gemela, espero hayas disfrutado mucho de tus vacaciones, y ahora ya podremos disfrutar nosotros también de tus emociones, un placer, preciosa.
EliminarBesos enormes, mi querida amiga, Auroratris.
Como penitencia te pondría, si fuere tu confesor, a que siguieras pecando, porque pecas deliciosamente. Un beso. carlos
ResponderEliminarSeguir pecando es la penitencia que deseo, así que mil gracias por tus palabras, me encanta pecar cada vez más.
EliminarBesos enormes, Carlos.