jueves, 26 de junio de 2025
"Unidos por la escritura"
lunes, 23 de junio de 2025
"Enganchado"
Me siento fascinado con ella. Me acompaña cada día. Es mi amiga, mi amante, mi compañera. Significa todo para mí. Sin ella estoy perdido. No puedo dejarla.
La conocí un día antes de empezar a trabajar en mi primer empleo. Recuerdo que era un domingo. Y yo empezaba a trabajar el lunes. Tenía por aquel entonces 18 años. Me la presentaron mis amigos. Era conocida como "La Pepa". Me cayó muy bien. Fue impactante. Ya nada más tenerla conmigo estaba eufórico y super feliz, como si estuviera en el paraíso. Me volví con ella extrovertido y lleno de energía. Me parecía mágica.
Por lo que, al domingo siguiente, volví a tener otro encuentro con ella. Luego cada cinco días, después cada tres. Cada vez menos espaciado el tiempo. Y así hasta llegar a tenerla conmigo cada día... ¡La necesitaba tanto!
Actualmente ya no puedo vivir sin ella. Ella es mi droga. La cocaína.
Se qué me está matando. Pero no sé cómo apartarla de mi vida. Son muchos años los que llevo enganchado a ella.
María
martes, 17 de junio de 2025
"La silla narradora"
Los niños me exploran, me tocan, me chupan, me llenan de babas, no dejan de moverme. Se creen que soy un juguete. Yo no les digo nada, pero me cansan porque no paran quietos. Me tienen mareada.
No hablo, ni me muevo, tampoco me meto con nadie. No entiendo por qué esa angustia e incertidumbre en algunas personas. Yo no hago nada. Tan solo ofrezco el descanso.
Y en cambio, algunos me cargan con todo el peso emocional a mis lomos. A veces me gustaría ser sorda para no escuchar esas conversaciones de tensión y de miedo. Me ponen nerviosa. ¡Qué desgaste! ¡Lo que tengo que aguantar!
Bien es cierto que también hay algunos, aunque son los menos, que parece que se dan cuenta de que existo, que no dicen nada ni se mueven, solo ojean el móvil. ¡Qué relax! ¡Qué calma!
Pero otros, qué brutos, parece que me dan coces con las piernas. ¡Qué dolor de patas! Y cuando se van... ¡qué agusto me quedo! descansando en mi rinconcito. Aunque será por poco tiempo. Porque al día siguiente... ¡vuelta a empezar! la misma historia de todos los días en la sala de espera de la Clínica del Odontólogo.