lunes, 7 de julio de 2025

"En la orilla de la mañana"

 

Gracias, Nicolás, por mencionar la canción de Maná



Como cada mañana, Azucena, paseaba por la orilla de la playa, en compañía de la nostalgia de su sombra. Siempre con lágrimas en sus ojos y una rosa roja en la mano, que de vez en cuando, acercaba a su rostro rociándola con las gotas que resbalaban de sus ojos, los cuales cerraba para oler más profundamente su aroma, a la vez que acariciaba cada uno de los sedosos pétalos de la flor.

Él se había ido, tan solo quedaban los restos de sus cenizas enterrados bajo la profundidad del mar, pero para ella seguía estando vivo cuando se acercaba a la orilla de la playa. El tiempo se detenía paseando de su mano, sintiendo sus dedos entrelazados a los suyos, dejando las huellas de su caminar en la arena de la playa de su mañana, caminando en el recuerdo de su ayer, en la misma dirección.

El sonido de la brisa era el murmullo de su voz que le acariciaba su corazón desgarrado de dolor, Las olas que le cubrían su cuerpo eran sus abrazos, los que la seguían manteniendo viva en aquella pesadilla de la que no parecía encontrar salida cuando se alejaba de aquella orilla en la que tantas veces había sentido su cuerpo bañándose junto al suyo.

Como cada mañana, en aquella orilla, Azucena, volvía a revivir aquellos momentos tan apasionados sentidos junto a él, que la seguían manteniendo viva, el estremecimiento en las entrañas de su piel y de su alma por el roce de su tacto y la humedad bañada por el mar de su cuerpo.

Cada mañana, su alma se moría de pena, pero allí en la orilla de la playa, con la rosa roja en su mano, volvía a renacer en los recuerdos del ayer.




Imagen de mi autoría
 

Más relatos jueveros en el blog de Mercedes



Microrelato que publiqué en el año 2014, como muchos de vosotros no estábais por aquí, y el tema de esta semana que propone Mercedes trata de mencionar la palabra playa, me ha parecido una buena idea reeditarlo.


María




jueves, 3 de julio de 2025

"Fotografías para recordar"

 




Estamos en verano pasando mucho calor en este lado del hemisferio del planeta. No ocurre lo mismo al lado contrario. Pero por éste, son días para descansar, tiempo para disfrutar con la familia, amigos, o en soledad, en la playa, el pueblo, la montaña, o como mejor nos plazca a cada uno y con quién queramos estar. 

Las ciudades se han quedado medio vacías por el calor tan asfixiante. Igual ocurre en nuestra ciudad Bloguera. Se va pareciendo, más bien, a una pequeña ciudad fantasma. Es normal. Por aquí vamos quedando menos. Son vacaciones. Aunque precisamente, por eso, yo es cuando más disfruto de mis ratitos de ocio y relax delante de la pantalla. Así que, se me ha ocurrido algo para animar y que Bloguer no se vuelva un poco aburrido. 

A ver qué os parece amig@s. Se trata de compartir en nuestros blogs una fotografía, o varias, las que queráis, que sean de nuestra autoría, de algún lugar, detalle, momento que hayamos disfrutado, que al recordar esa fotografía nos haga sentirnos felices, nos llene de paz, nos haga volar. Y con ella, compartamos nuestra experiencia vivida, exterioricemos los recuerdos, las reflexiones, los sueños...

¿Os animáis amig@s? Será un placer disfrutar de vuestras fotografías y recuerdos. Aunque quiero dejar claro, que cada cual haga lo que desee, sin ningún compromiso. Libertad total para jugar, ante todo. 



Foto de mi autoría


Esta fotografía tan colorida me produce sensación de bienestar al observarla porque me traslada al pasado, cuando estuve hace unos años visitando Portugal. Llena de colores... porque así fueron mis días de estancia, muy felices y agradables, disfrutando de Lisboa, Fátima, Sintra, Vila Nova, Nazaré... y muchos más rincones que visité. Tengo que decir que Portugal, me encanta, y concretamente, Lisboa, es una ciudad que me tiene enamorada. Ya son cinco veces las que he visitado a nuestro país vecino. Y cada vez son más las ganas de volver.

La fotografía está hecha en el Museo de Cera de Fátima. 



Se animaron:


Ester

Luferura

Erik

Manolo

Campirela

Conejo

Fá menor

artur

Nuria

María mi tocaya


MUCHAS GRACIAS


María


lunes, 30 de junio de 2025

"Cinco años no son nada"


Todas las noches a la misma hora a Alex le despertaba un ruido algo extraño y misterioso que venía del portal. Parecía que eran crujidos de los peldaños de las escaleras de madera. 

Aquella noche Alex decidió mirar por la mirilla de su puerta, y quedó algo sorprendido al ver que se trataba de su vecina, de la que venía sintiendo una irresistible atracción desde que llegó al edificio. 

Por lo que, no se lo pensó dos veces, y decidió salir al portal a su encuentro para así poder entablar una conversación con ella. 

Al cruzarse en la escalera con la atractiva mujer, se quedó desconcertado al ver a su vecina tan provocativa mostrando su prominente culo montado sobre la barandilla de la escalera. 

Por lo que, la mente de Alex se disparó divagando por unos instantes, visualizando escenas eróticas, e imaginando que ella le pedía: ¡Fóllame!  

Así que, excitado y nervioso, la saludó, pero ella no respondió, porque estaba ausente con los ojos medio cerrados. Fue entonces cuando Alex pudo averiguar que se trataba de una sonámbula que se pasaba todas las noches bajando la barandilla y subiendo las escaleras.


Será mejor decírselo mañana cuando ella despierte. ¡Bueno... si es que aún sigue viva...! -pensó Alex- sin perder la esperanza.


Más relatos sobre escaleras en el blog de María José



Safe Creative #0907274170999




Esta semana la anfitriona de los relatos jueveros, Tracy, nos propone retroceder en el tiempo cinco años, y que busquemos en el baúl de los recuerdos el primer relato juevero que publicamos en el mes de Julio del año 2020, recién salidos de la pandemia, y lo actualicemos pensando como lo escribiríamos hoy.

Mi primer jueveando, de ese mes y año, coincide con el de Tracy, trataba de "La escalera", fue propuesto por María José. Lo he vuelto a editar tal como lo escribí, porque no cambiaría nada.




Más relatos en el blog de Tracy


María