lunes, 30 de junio de 2025

"Cinco años no son nada"


Todas las noches a la misma hora a Alex le despertaba un ruido algo extraño y misterioso que venía del portal. Parecía que eran crujidos de los peldaños de las escaleras de madera. 

Aquella noche Alex decidió mirar por la mirilla de su puerta, y quedó algo sorprendido al ver que se trataba de su vecina, de la que venía sintiendo una irresistible atracción desde que llegó al edificio. 

Por lo que, no se lo pensó dos veces, y decidió salir al portal a su encuentro para así poder entablar una conversación con ella. 

Al cruzarse en la escalera con la atractiva mujer, se quedó desconcertado al ver a su vecina tan provocativa mostrando su prominente culo montado sobre la barandilla de la escalera. 

Por lo que, la mente de Alex se disparó divagando por unos instantes, visualizando escenas eróticas, e imaginando que ella le pedía: ¡Fóllame!  

Así que, excitado y nervioso, la saludó, pero ella no respondió, porque estaba ausente con los ojos medio cerrados. Fue entonces cuando Alex pudo averiguar que se trataba de una sonámbula que se pasaba todas las noches bajando la barandilla y subiendo las escaleras.


Será mejor decírselo mañana cuando ella despierte. ¡Bueno... si es que aún sigue viva...! -pensó Alex- sin perder la esperanza.


Más relatos sobre escaleras en el blog de María José



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Esta semana la anfitriona de los relatos jueveros, Tracy, nos propone retroceder en el tiempo cinco años, y que busquemos en el baúl de los recuerdos el primer relato juevero que publicamos en el mes de Julio del año 2020, recién salidos de la pandemia, y lo actualicemos pensando como lo escribiríamos hoy.

Mi primer jueveando, de ese mes y año, coincide con el de Tracy, trataba de "La escalera", fue propuesto por María José. Lo he vuelto a editar tal como lo escribí, porque no cambiaría nada.




Más relatos en el blog de Tracy


María

 

jueves, 26 de junio de 2025

"Unidos por la escritura"




Hace tiempo que no os animo a algún juego, como tenía antes por costumbre. Pues resulta que se me ha ocurrido uno, a ver qué os parece. Se trata de que dediquemos unos minutos a algo que ya está en desuso, para volver a recuperar por unos instantes la tradición a la antigua usanza de la escritura manuscrita.

Porque ya hemos perdido la costumbre de escribir a mano. Cambiemos la escritura fría mecánica del teclado. Dejémosla a un lado. Descubramos nuestras letras manuscritas.

El juego consiste en publicar en nuestros blogs una entrada manuscrita, de propio puño y letra, sobre lo que pensemos en un momento determinado. Emociones que nos fluyan en ese instante de soledad. Anécdotas sobre algún viaje. Reflexiones sobre el futuro. Deseos, anhelos, o frases que nos surjan en ese momento que estemos delante del folio en blanco con el bolígrafo en la mano. Puede ser una poesía, un breve micro, un monólogo, un chiste. Todo sirve. 

¿Os animáis a participar en este juego "unidos por la escritura"? Tan solo tenéis que ir dejando el enlace de vuestras publicaciones en esta entrada para poder enlazaros y así leernos todos. 

Quiero mencionar al pionero de esta iniciativa, Chema, del blog "Mi mundo de papel", porque ha sido quién me ha inspirado este juego gracias a su publicación sobre la escritura, que me encantó. No dejéis de leerla. 




María


También se animaron:

Pinchar sobre sus nombres
para entrar directamente a su escritura:












MUCHAS GRACIAS



¡Qué sorpresa! Mil gracias, Chema, me ha emocionado.



lunes, 23 de junio de 2025

"Enganchado"

 



Me siento fascinado con ella. Me acompaña cada día. Es mi amiga, mi amante, mi compañera. Significa todo para mí. Sin ella estoy perdido. No puedo dejarla. 

La conocí un día antes de empezar a trabajar en mi primer empleo. Recuerdo que era un domingo. Y yo empezaba a trabajar el lunes. Tenía por aquel entonces 18 años. Me la presentaron mis amigos. Era conocida como "La Pepa". Me cayó muy bien. Fue impactante. Ya nada más tenerla conmigo estaba eufórico y super feliz, como si estuviera en el paraíso. Me volví con ella extrovertido y lleno de energía. Me parecía mágica.

Por lo que, al domingo siguiente, volví a tener otro encuentro con ella. Luego cada cinco días, después cada tres. Cada vez menos espaciado el tiempo. Y así hasta llegar a tenerla conmigo cada día... ¡La necesitaba tanto! 

Actualmente ya no puedo vivir sin ella. Ella es mi droga. La cocaína.

Se qué me está matando. Pero no sé cómo apartarla de mi vida. Son muchos años los que llevo enganchado a ella.  



Más relatos jueveros en el blog de Campirela


María