Truena...
Te me acercas, despacito, sigiloso, en silencio, sin hacer ruido, al escuchar el crujido de los truenos de la lluvia de mis lamentos, y cuando estás cerca, limpias cada gota que cae sobre mis mejillas, con la suave brisa de tus dedos, hasta llegar a perfilar el contorno de mis labios, embelesado los miras acercándote a morder el fruto prohibido de mi boca, esculpiendo en ella mi sonrisa, bebiendo del cuello cisne de mi suspiro.
Tus dedos impacientes se columpian por la curvatura de mis pechos, recorriendo cada milímetro de mi cuerpo, exaltando los latidos de mi corazón, erizando mi piel, estimulando las ansias de mi deseo, rompiéndome de placer en mil pedacitos.
La voz de mi existencia grita diluvio de estruendos entre tus manos, diluyendo gotas de licor del placer por cada poro de mi piel. Mis sentidos se estremecen, se agitan, se desbocan, trepan. Mis dedos rasgan la piel de tu delirio. Mis latidos no responden, acelerados enloquecen.
Tu presencia crece en mí, nuestros cuerpos atrapados en el frenesí de los rayos se abren en la humedad de los relámpagos del placer.
Sigue tronando...
Sigue tronando...
Tormenta desatada por la fricción de dos cuerpos.
ResponderEliminarBesos con dulzura Mi Hada.
Estaba deseando leerte, María.
ResponderEliminarAy, se desató una tormenta entre dos, cayeron los rayos y sonaron los truenos... y después... la calma de su mar reposando en la arena de su cuerpo.
Intensidad en cada frase, vértigo en tus letras, así tal y como lo has dibujado.
Mil besitos de lunes.
El abrigo de una tempestad permitiría una devastación en el exterior, mientras los corazones se entregan a causas que nada saben de los límites... Y sigue tronando allá afuera...Mil besotes, querida mía.
ResponderEliminarTormenta deliciosa que nace de tus letras y impregna hasta mi alma.
ResponderEliminarUna delicia leerte.
un beso, dulce María
Que bueno volverte a leer y ver sus pasos por las aventuras de Ella.
ResponderEliminarTe cuento también que Ella esta en facebook.
un beso enorme
Nena!!!......deja entonces que truene y relampagueé...... y que el deseo vaya al compas...
ResponderEliminarBss.
Desnuda su alma para acercarse a ella una mañana convulsa, azorada. Diluye sus ansias con pañuelos de sueños, quimeras de almohada. Vuela por los cielos, dichosa es su mirada. Descubro su sombra, pergamino en pico que divisa paloma. Desde la distancia, su cuerpo se duele. Son los sentimientos que brotan de sus ojos como llamaradas. Distante. Distancia, línea imaginaria. Otea el horizonte, contemplando su rostro. El olmo le llama. Agua de manantial, cual beso sellado, mantiene en su calma. Redes que deleitan de trasparencia clausurada. No puede perderla, suplicio del alma.
ResponderEliminarMolina
Un beso
Ese tronar dentro de nosotros indica algo importante que acompaña a nuestro sentir.
ResponderEliminaresfacil amar cuando se escucha.
Un saludo
María, vengo de leer a Toro y a bote pronto me pareció que eran Terremoto Crazy comiéndose a la dulce monjita.
ResponderEliminarLos recovecos de la mente son inexcrutables.
Es un bello poema de un alto contenido erótico.
Una gran quimera de realidad y ensueño.
Este tipo de tormentas no asustan.Besicos
ResponderEliminarQue no pare la tormenta de amor , de pasion y de deseo, porque asi se plasman hoy tus letras
ResponderEliminarBesos miles preciosa, feliz semana
ResponderEliminarLa tormenta perfecta, gracias al coeficiente de rozamiento que ambos cuerpos realizan cuando se abrazan.
Una entrada bella, bien estructurada y genuina en su erotismo.
Unha aperta agarimosa.
Huracán de pasiones entre dos cuerpos que se aman y seguirá tronando toda la madrugada mientras la lluvia acompaña, preciosa prosa amiga delicada profnda exquisita, besos mi niña desde mi brillo del mar
ResponderEliminar¡Qué llueva, que truene, que pedregue, caiga el mundo si hace falta! En ese momento, una tormenta así no alberga mayor escampe que el deseo de fundirse.
ResponderEliminarBesos de Pecado.
Magestuosa tormenta, y sin paraguas. ¡Aleluya!
ResponderEliminarBonita tormenta la que describen tus versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ahí, ahíiii, con ganas!!! Que te estruje toa y tú a él!!!
ResponderEliminarBesos María!
Tu meteorología entra en sintonía con la de la tierra y la tormenta se apasiona entre las nubes.
ResponderEliminarbss
Que siga tronando; desde luego a estos la tormenta les está azotando de lo lindo.
ResponderEliminarBesos.
Me dan pánico las tormentas, pero que me lleguen muchas de estas...Una exquisitez tus palabras escritas con una pasión que desborda...
ResponderEliminarMis cariños y desearte un feliz mes de Diciembre ♥
Silencio roto por el rugido del trueno.
ResponderEliminarRostros iluminados un instante por el relámpago.
Pasión bajo la lluvia.
Tormenta.
Un beso
Bendita sea esa tormenta!
ResponderEliminarQue no acabe...
; )
Besos
de todas las maneras que existen para consolar a una mujer afligida esta me parece la más excitante.
ResponderEliminarun beso.
María, la sensualidad abraza al erotismo en tu lenguaje que describe el éxtasis de dos. Una sutileza que no llega ha ser grosera, es , lo que es. Un placer . Un abrazo
ResponderEliminar¡Y cómo truena, María! ¡Hasta la tierra tiembla!
ResponderEliminar¡Y qué bueno verse sometido por tan maravillosas sacudidas!
Una delicia leerte. Un fuerte abrazo!!!
Hay tormentas que sólo necesitan un dulce chispazo para generar los mejores rayos. Buen texto, evocador y dulce.
ResponderEliminarUn beso.
Ajena a los truenos, has escrito un bello texto de amor.
ResponderEliminarTienes razón, disfruta el momento¡qué siga tronando!
Cariños en el corazón.
kasioles
Hermoso María, la dulce.
ResponderEliminarTe dejo un ramo de besos admirados.
Que tengas un lindo día.
Con tormentas como esta uno no quiere que acabe nunca el mal tiempo...
ResponderEliminarAbrazos
La mejor forma de acoger una tormenta...
ResponderEliminarBesos.
Yo imagino, no sé a ciencia cierta porque no estaba ahí cuando se desató soberano vendaval (jejeje), que entre el estruendo del cielo cayéndose en sus cuerpos, los truenos y los trinos de las aves en esos cuellos, debe haberse podido observar, después de tan maravilloso encuentro, un arcoiris de mucho más de sólo siete colores...
ResponderEliminarAsí que lo imagino sencillamente hermoso.
-Sabes que no pasé antes porque en vez de haber percibido un arcoiris hubiera dejado gotas de lluvia, y prefiero los colores, al menos hoy ;)
Te abrazo, preciosa.
Hola María, me dan mucho miedo las tormentas, pero a esta tormenta del amor tan erótica, sí le puedo hacer frente.
ResponderEliminarPrecisos testo poético. Que las tormentas sigan haciendo mucho ruido y que te bañen de placer y caricias.
Saludos y abrazos
Perdón que a ti siempre te doy besos.
ResponderEliminarEs la tormenta una sudorosa boca resbalando por la piel impía de tu deseado cuerpo, de tu deseada sombra de pecado divino. Saludos.
ResponderEliminarY que no pare de tronar.
ResponderEliminar:)
Besos.
Es un placer colabora contigo en estos encuentros literarios, donde el verso y la prosa son un juego de motivación y estímulo para nuestras letras, es un placer poder contar con la amistad de una escritora tan grande como tú.
ResponderEliminarDe tus versos recojo esencias y como siempre con el mayor de los respetos a ellos y a ti, te dejo el aroma de mi humilde inspiración. Besos María.
El horizonte se estremece
con grito ronco y quebrado,
látigo eléctrico trazado
que a la tarde oscurece.
Tu corazón se derrama
y entre plegarias de dolor,
empuja tu alma
lágrimas de amor.
La tormenta estalla en la tarde
lágrimas se suicidan en tu mejilla,
tengo un pañuelo blanco
que seca y empapa tu llanto,
mis ojos en embeleso y encanto
miran tu boca deseada
y tallan en tus labios
unas sonrisa cincelada.
Sigue la tormenta creciendo
como crece este precioso momento,
mi mano se hace caricia
y el tacto se hace prisa y avaricia,
clama la voluntad de tu deseo
que ahoga el trueno de la tormenta
y la piel se vuelve sedienta,
mil gotas de placer en la tormenta,
lluvia de deseo y de delirio
que satura el goce de nuestro delirio
y mojados con gotas de ardor
nos mojamos en esta tormenta de amor.
Nuestro amigo en común es muy inteligente al leerte, chapo Maria.
ResponderEliminarY que nunca se acabe esta forma de tronar.
ResponderEliminarBesitos
Una tormenta muy peculiar sin duda.
ResponderEliminarBesos
Bendita tormenta y no la birria de chubascos que veo en mi ventana.
ResponderEliminarBesos a raudales.
Cuando los cuerpos se junta ante la sublime entrega del amor, el cielo cae a sus pies .. a la vez que los amantes tocan el cielo en un trueno rebosante de belleza, al igual que tus versos Maria
ResponderEliminarUn besito
Hay tormentas que merecen la pena el vividlas con toda su intensidad…
ResponderEliminarUn cálido abrazo
... tatata chaaan!
ResponderEliminar...Y en el quicio de la ventana un tremendo relámpago dibujó la silueta del enmascarado hombre murciélago que mueeeerto de envidia al ver a los dos amantes se precipitó al vació gritando enloquecido... Yo también quieeeroooo ja
Muaaaaaaaaaakss! inmeenso preciosa.
.. perdón, ya sabes.. cuando no sé que decir solo me salen estupideces:-)
Escribes de un sugerente poético súper increíble mi MARIETA, terminarás siendo una artistaza del género! .. ya lo eres.
Hola Maria... ¿? Esta entrada ya te la comente, no sera que echas a la papelera mis comentarios..je.je.
ResponderEliminarAsí es que vuelvo....
Te decía que no es un simple relámpago, ni es una tormenta, ni siquiera un huracán caribeño, es una "CICLOGENESIS EXPLOSIVA" DE FRENESÍ...
Un abrazo tormentoso.....
Empapando de una tromba de lluvia la piel del deseo, y en truenos hacer latir cada estallido del desbocado delirio de los sentidos...
ResponderEliminarPrecioso, María.
Y besazo.
Una tormenta desatada de pasiones bajo el influjo y estremecimiento de los cuerpos mojados por la lluvia del deseo, una explosión de frenesí.
ResponderEliminarMil gracias, amig@s, por vuestros preciosos comentarios y versos que me regaláis, es un placer leeros.
Un beso y feliz día festivo.