Hoy amaneció el sol en la piel de tu otoño, (María)
en curvas para deslizar la caricia, (Cora)
que agita la quietud cuando respiras. (Dulce)
sobre su cuerpo en sintonía.
Allí estaba contemplando la belleza de su cuerpo...
mirando su desnudez...
acariciándola con su mirada...
pintando el lienzo de su cuerpo con sus pupilas... (María)
desnuda esperando los brazos que la encadenen,
los besos que envuelvan su alma,
esperando su llegada, temblando,
palpitándola en lo más profundo, agitada... (Cora)
Allí estaba y sabía, que en su encanto de gitana
bebiendo las caricias
derramadas sobre su piel
en la epidermis de su alma.
Despojada en las sedas que la envuelven,
en las curvas esperando la caricia
en el abrazo consentido... (Cora)
Envuelto su cuerpo en la fragancia
que embriaga toda su piel,
atada en esencia a las caricias de su alma. (María).
Acude a su encuentro porque sabe
Despojada,
para hacerla suya,
en el umbral de la noche,
atada al sentimiento de su alma.
Fluyen las aguas por su piel desnuda...
despierta el deseo,
en la piel revestida por sus pupilas...
todo se moja... todo se funde...
en el centro donde desemboca (Cora).
Bañado su cuerpo,
encharcando la humedad del deseo.
derritiendo toda su piel,
bebida por la boca de sus ansias de poseerla. (María).
Así resbala gota a gota
la caricia húmeda
que alimenta sus ansias. (Dulce)
Fluyen las olas de la vida