dulce pasión de mi licor.
Abrazo entre tus abrazos,
sintiendo el universo en mi.
Acariciada entre tu piel
como sábanas de seda.
Vientos de oxígeno
que navegan en mi.
Me invade tu fragancia
que me sabe a frenesí.
Soy tu fuego
tú eres mi pasión.
Abrazados y acariciados,
fundidos entre si.
La fusión de dos cuerpos no siempre implica la de dos almas.
ResponderEliminarPero en este precioso poema se adivina una pasión que abarca a ambos seres en toda su profundidad.
Me alegra haber encontrado este lugar de poemas.
Me transmite cierta delicadeza, y está lleno de palabras encadenadas con la pasión.
Felicidades.
Es muy hermoso este poema.
ResponderEliminarQué pasión María!!!
Besos.
Hola, Sir Bran, encantada de recibir tu nueva visita y tu bonita huella, puedes volver siempre que lo desées, yo también lo haré por tu blog porque me ha gustado mucho cómo escribes, muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarUn beso.
Hola, Toro Salvaje, ¡¡¡¡qué bueno que vengas a conocer este rincón!!!!!, me alegro que te guste el poema, muchas gracias.
ResponderEliminarUn beso.
Y yo ¿¿¿ que puedo ser si eso me lo dices a mi..... más que fiel esclavo de las migajas de tu vivir...? Un beso
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