Deambulaba perdida sin rumbo caminando de noche hasta encontrarse con el día de su horizonte laberinto... caminaba entre las sombras de su angustia... pisando entre las vías del destino sus propias huellas... en compañía de su soledad ahogada entre sus gritos... abrazada a sus recuerdos... bajo su piel desierta y sin nombre se vislumbraban las heridas tejidas de dolor... su mente era el vértigo de su muerte... su boca era el ahogo de sus lágrimas... seguía caminando sin desconsuelo... necesitaba encontrar el tren de su vida para perderse en alguna parte... sentir el crujir de sus pasos... llenar el vacío que sentía su alma rota... le pesaba tanto su vida... cómplice de tanto dolor...
miércoles, 17 de septiembre de 2014
"Cómplice"
Deambulaba perdida sin rumbo caminando de noche hasta encontrarse con el día de su horizonte laberinto... caminaba entre las sombras de su angustia... pisando entre las vías del destino sus propias huellas... en compañía de su soledad ahogada entre sus gritos... abrazada a sus recuerdos... bajo su piel desierta y sin nombre se vislumbraban las heridas tejidas de dolor... su mente era el vértigo de su muerte... su boca era el ahogo de sus lágrimas... seguía caminando sin desconsuelo... necesitaba encontrar el tren de su vida para perderse en alguna parte... sentir el crujir de sus pasos... llenar el vacío que sentía su alma rota... le pesaba tanto su vida... cómplice de tanto dolor...
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Todos necesitamos encontrar el tren de nuestra vida Maria, como hace tu protagonista.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
I love this photo.
ResponderEliminarWalking down the tracks . . .
headed somewhere . . . with that
great backpack.
(There's a story here.)
Perderse ante las circunstancias adversas es parte de la vida, pero siempre existe la posibilidad de encontrar ese camino que nos lleve a buen destino.
ResponderEliminarBesos con dulzura Mi Hada.
Vendrán tiempos mejores y laberintos multicolor.
ResponderEliminarSiento un cambio en tus letras, lo vengo experimentando desde hace tiempo.
Un beso, María
Preciosa imagen Marìa!
ResponderEliminarY magnìficas tus palabras que auscultan y describen de forma muy legible ese sentimiento de dolor y angustia para tantos seres humanos que deambulan, anhelando aunque sea un àpice de ternura que abrigue su desolado caminar sin rumbo.
Suelo pensar siempre,"que en donde hay vida hay amor!", que la esperanza en nuestro caminar; nos proveerà ciertas luces para encontrar,como tu protagonista el tren de nuestra vida.
Besos
con todo cariño.
Desgarrador, debe ser terrible llegar a esa situación. Un abrazo
ResponderEliminarseguro hay un camino abierto y lleno de luz esperando, intensas tus letras niñas, llegan al alma
ResponderEliminarbesitos dulces para tu dia
A veces perderse es la única forma que tenemos para avanzar... cuando te encuentras después de estar perdida todo es más intenso... diferente...
ResponderEliminarOjalá y la protagonista de este retazo encuentre ese tren...
Hoy tus letras encogen el alma María...
Muchos besinos y un achuchón!
A veces, una simple hormiga
ResponderEliminarse hace poderosa y te hace saltar
o, correr por la espesura.
Otras veces se hace mágica y
te revela los sueños que añoras.
Se hace vida cuando la sonríes,
miras sus ojos y te sonríe,
ofreciéndote un lugar en su colmena
en el ese invierno que
atrapa tu colmena
Un beso
Un beso, María.
ResponderEliminarLa protagonista de la foto, parece joven y su mochila no parece pesada.
ResponderEliminarTiene que seguir andando, seguro que cerca puede encontrar el cambio de vía que la lleve a la felicidad.
Un abrazo.
que maravillosamente descrito. que foto más estupenda.
ResponderEliminarque lujo venir a este rincon
A veces no nos queda otra que seguir la vía.
ResponderEliminarNuestros pasos a menudo se pierden por la falta de experiencia y porque no se deben seguir las huellas de los otros ya que cada cual tiene su propia senda, su propio destino.
Si a veces estamos perdidos pero solo es el principio de otro capítulo.
Escribirlo dependerá de nosotros.
Besos.
Pues tuvo suerte de encontrar el día.
ResponderEliminarBesos.
Querìa añadir, que si logramos apaciguar el alma que gime de dolor, y nos recreamos con el mìnimo gozo que nos hace sonreir: a lo mejor un anciano que me bendice o una huella que dejamos en el camino y se nos revela con creses . .
ResponderEliminarsiempre habrà un algo mas que encaja con nuestro espìritu que nos hace compartir con cordura y abrigarnos asì a desdibujar una soledad no deseada.
Abrazos!!
Anda.camina corre y grita, algun dia habra un paradero para volver subir al tren.
ResponderEliminarMe has recordado a una persona y tambien a mi.
Hola Maria... Todo camino tiene un fin, un lugar donde llegar.
ResponderEliminarNo olvidemos que la vida es un recorrido, no un destino...
Un abrazo.
uuuff amiga possss si es cierto nos perdemos , es necesario gritar, drenar, clamar perderse , hundirse y para crecer, brillar y volver a empezar, quien sabe seguro una mano del cielo te levanta seguro, .... esa es la vida , profundo texto donde en algunas de sus líneas me veo , precioso!!! besos mi niña y que Dios te bendiga desde mi brillo del mar
ResponderEliminarBuenísimo el escrito... Me ha llegado al alma...
ResponderEliminarMuchos besitos.
A verse perderse es la mejor forma para volverse a encontrar.
ResponderEliminarMuy bello poema
Un beso Maria
Isa
Te dejo el enlace de mi blog por si quieres volver a visitarme
http://cabalgandoporlamusica.blogspot.fr/
Muy bello relato, María.
ResponderEliminarUn abrazo desde el camino.
Magnífico escrito.Besicos
ResponderEliminarMientras siga caminando, encontrará un camino de luz y esperanza.
ResponderEliminarAbrazos
Maravillosa manera de introducirte en el alma del personaje y contarnos lo que en el palpita se niega a palpitar.
ResponderEliminarBesos
¡Qué doloroso es sentirse perdida y sin saber que camino tomar!
ResponderEliminarMe ha alegrado verte por mi espacio, agradezco tus cariñosas palabras.
Un abrazo y feliz fin de semana.
Kasioles
Hay que buscar y encontrar el lugar en el que estar, antes o después esa caminante lo encontrará y dejará de andar de forma errante.
ResponderEliminarSaludos
Siempre hay un camino para la esperanza, eso nos hace más fuertes.
ResponderEliminarBesos
Esta vida que nos acompaña se vuelve en cómplice de muchas cosas. A veces me siento como tu protagonista.
ResponderEliminarMil besitos, María.
Caminos a ninguna parte.
ResponderEliminarCorto y bueno.
Un saludo.
Cuando las sombras de la vida son la angustia que te atrapa, y la angustia es soledad, esa soledad que se siente a pesar de tener la compañía de todo y todos alrededor, cuando el dolor es cómplice de esa soledad y cómplice del rumbo de la vida, cuando la complicidad es morir siguiendo vivo en el ritmo de la vida, es cuando es necesario un cómplice que nos entienda y nos de la complicidad suficiente para seguir en el camino.
ResponderEliminarEl dolor se hace fuerte en la noche
y se faja perenne por el día
y hace a los recuerdos melancolía.
La mirada se pierde en el frente,
donde jamás alcanzas a ver el espacio,
entre las virtudes que te ofrece la gente.
La necesidad es tocar lo que no permanece,
lo que se desvanece y marca la soledad,
lo que se fue y se llevó la felicidad
Y el tiempo, es la angustia que corre
tirando de los hilos del destino
y cómplice silente del camino.
Solo tu puedes dejar tanta impronta en tan pocas palabra, solo tu puedes hacer cómplice de tus palabras a quien las lee.
Un gran abrazo María.
Que laberinto la vida,a veces es harto complicado,pero siempre existe un camino,la esperanza ,adelante cielo fuera tristeza.
ResponderEliminarUn besote grande.
Qué angustia da no encontrar el tren de la vida, pero cuando menos se lo espere llegará. Nunca hay que perder la esperanza.
ResponderEliminarBesos.
Le deseo toda la suerte del mundo.
ResponderEliminarBesos.
Buscamos el ideal que se ajuste a nuestras necesidades, pero ponemos el listón tan alto, que ese tren no llegará.
ResponderEliminarTal vez si se arriesgara a subir en uno, encontraría aventuras y soles.
La Noche Oscura siempre promete un amanecer despejado.
Besos
Intenso, profundo y triste, necesario es seguir caminando, el tren de la vida nos ofrece un viaje que requiere de paradas de vez en vez.
ResponderEliminarSaludos, Maria y lindo fin de semana
Muchas gracias a tod@s, amig@s mí@s, por vuestros comentarios, y especialmente, quiero agradecer a mi amigo, Agapxis, porque tú has sido el "Cómplice" de esta entrada, ya que sin ti, no hubiera salido a la luz, por haber tenido el detalle de invitarme a un proyecto de palabras, en el que juntos hemos emprendido el vuelo para crear, imaginar, soñar, volar, motivarnos entre letras, y, además, desde hace unos meses, me estás ayudando mucho con todo el apoyo que me estás brindando cada día, con tu amistad, tu aliento, tu ayuda, para seguir adelante escribiendo, incluso en los bajos momentos, e intentar a esforzarme un poco más cada día, e incluso mis lectores, como alguien ha comentado, están notando mis cambios en la escritura, todo ello, te lo debo a ti, amigo Agapxis, mil gracias por tanto como me regalas, además, de tu amistad, tu apoyo, y estos comentarios tan bellísimos, que son una joya para enmarcar. Mil gracias, amigo mío.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias a ti Amiga por darnos estas letra que encandilan y llegan hasta lo más profundo de nuestros sentidos, gracias por cerrar los ojos y lanzarte a este vuelo de letras y palabras, lleno de sueños por descubrir e historias por imaginar, que estoy seguro sacaran de nosotros lo mejor en cada motivación, gracias por ilusionarte con ello y por regalarnos esas palabras salidas del alma.
ResponderEliminarMaría quizás yo sea el cómplice, mas tú, solo tú, eres la puma que exclama.
Yo te he visto tejer palabras,
versos salidos del corazón,
que vuelan como mariposas
vestidas de ilusión,
mariposas que revolotean y se posan
como signos de admiración,
en los ojos encendidos
de quienes entre tus letras
se quedaron para siempre cautivos
Sin condición.
Un Beso y un abrazo enorme.
Agapxis Poveda: Soy yo, amigo mío, quién debe darte las gracias por invitarme a este proyecto conjunto de palabras en el que estoy realmente ilusionada, tanto como tú, primero en la espera de qué palabra será la que me susurres para después poder volar en creación e inspiración entre letras, antes de ser poesía o prosa, sentirlas, acariciarlas, abrazarlas, pensarlas, suspirarlas, y derramarlas entre el cristal, todo ello me hace mucha ilusión, hace que me motives, me haces sentirme útil, creativa, y eso es muy positivo para mí, sobre todo, en esta etapa tan dificil que estoy viviendo por estar inactiva, sin trabajo que hay días que estoy baja de moral, por lo que, no tengo palabras de agradecimiento hacia ti, por todo el bienestar que me transmites, y toda la ayuda que me estás brindando. Casualmente, con la entrada de Ataraxia, al imaginarla durante estos días, he sentido muchísima paz, sosiego, desde la primera letra hasta la última, con sus espacios, sus comas, me ha transmitido mucho equilibrio interior, algo que no puedo agradecértelo porque no se puede agradecer con palabras esa sensación espiritual que me ha transmitido hasta llegar a escribirla en la entrada, la cual, en su día, ya la comentaré.
ResponderEliminarMil gracias Agapxis, por ser mi amigo, por ser mi cómplice de versos sentidos, por volar juntos en este proyecto, por estar tan cerca, y por regalarme tanto como me regalas, sobre todo, con tu ayuda y aliento, y este poema que me acabas de tejer entre versos, me ha llegado al alma, de corazón.
Un beso y un abrazo enormes.
Maravillosa entrada..
ResponderEliminarPara una novela de..
Misterio..
Lo Amo.