La madre naturaleza
se rebela,
grita,
brama,
se enfurece,
se desborda en mares de llantos
azotando las vidas.
Devastación de la humanidad
se estremece el universo,
se derriba la existencia,
se apaga la luz,
desolación en las almas
truena el planeta
explosión del mundo.
Mi aportación en "Paraiso de letras"
María
Qué bonito carajo, se ve que a usted también le podría agradar mi amo y señor Tlaloc, bien por usted.
ResponderEliminarDesmesurados versos.
ResponderEliminarMuy triste el poema por la realidad que conlleva. Besicos de esperanza
ResponderEliminarBuena aportación y buen poema. Yo diría que la naturaleza se defiende. Como esos animales cuya picadura puede ser letal y consideramos dañinos, sin caer en la cuenta de que sólo pican cuando se sienten atacados. Nos cuesta ver qué hacemos para provocar ciertas reacciones, pero sólo mirándolo y cambiando nuestra actitud podremos evitarlo.
ResponderEliminarBesos
tremenda Foto ... el enojo de la Naturaleza ... es un llamado de atención, para que cambiemos de rumbo ... la Naturaleza nos quiero .. solo desea que nos portemos bien
ResponderEliminarCuanta inspirada poesía en esa descripción del descontento de la naturaleza.
ResponderEliminarBesos especiales.
Hoy más que nunca, las palabras toman forma por desgracia en hechos reales.
ResponderEliminarUn poema muy acertado, María.
Besos y abrazos con todo cariño.
Me encantó este poema, que narra el desgarro y la pérdida.
ResponderEliminarPrecioso.
Un beso!
Tienes razón en tus versos:"truena el planeta ". Se agita merced a la agresión de los humanos desalmados que juegan a hacerse cada día más ricos con la energía nefanda de los hidrocarburos y esa minería extractora y deforestal que, contamina y afecta el caudal de los ríos, como está pasando con el río y la selva amazónica, arrasada por los depredadores de tierras para la urbanización
ResponderEliminarBuen momento para tu poema con un dana fuera de control en tu país y aquí en Colombia una temporada de lluvias incontenible que causa desolación y muerte. Un abrazo. Carlos
Vamos camino del desastre a gran velocidad, pero parece que nos dan igual todos los avisos que esa madre naturaleza nos está lanzando.
ResponderEliminarEl ser humano no tiene enmienda, erre que erre camino del gran abismo...
Abrazo
Tus versos no pueden describir mejor lo que está pasando, tremendos en todos los sentidos y sobrecogedores.
ResponderEliminarLa foto es impresionante, aunque no sea real el trabajo es magnífico, muy bien elegida.
Un abrazo María
Es como dices.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo vivido estos dias te han arrancado versos que son lágrimas, precioso y desgarrador Maria
ResponderEliminarUn abrazo
la humanidad está haciendo muchas cosas mal. ya es tiempo de reflexionar, de recapacitar, y de salir de este embrollo.
ResponderEliminarun beso.
Qué buen poema, expresado con la fuerza que el tema merece, y qué cierto, el universo se estremece, se rebela. Ahora inundados, y luego vendrá la sequía... pura desolación en nuestro planeta.
ResponderEliminarUna estupenda aportación para el Paraíso de letras, María.
He buscado tu comentario, María, y por ahora no aparece, ni en spam de los comentarios de blogger ni en spam de mi correo, lo siento mucho, me ha pasado alguna vez, es desesperante, qué rabia, ojalá aparezca, lo seguiré mirando.
Un beso grande, María, feliz noche
Η φυση αμύνεταιι απεναντι στην βαραβαροτητα του ανθρωπου
ResponderEliminarΛυπηρο ποιημα που αντικατοπτριζει μια πραγματικοτητα
Vaya fotografía mas explicita. La "madre" tiene unos hijos díscolos que no han calculado que cada vez somos mas millones de personas y la tierra no puede con todos. Un abrazo
ResponderEliminarCuando la Naturaleza se cabrea nos da lecciones para que nos demos cuenta de que somos unos fanfarrones ridículos, que representamos una mierdecilla en la inmensidad del Cosmos. Deberíamos aprenderlas para que no terminan pagando —como casi siempre— los que menos culpa tienen.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es verdad mi querida MARIETA, truena el planeta, lo tenemos tan, pero taaan enfadado con nuestro constante abuso y destrucción incontrolada, que enseña su enoorme poder de destrucción a ver si reaccionamos, recapacitamos y retomamos el camino, pero, me temo que ni aun así, somos capaces ... sólo nos queda eso, llorar las pérdidas, solidarizarnos con las víctimas y cruzar los dedos para que no vuelva a ocurrir otra catástrofe como la vivida en estas últimas DANAS y de volver a suceder, que por favor, se gestione mejor desde todas las adminiztraciones y se evite tanto sufrimiento innecesario. Un beso enoorme cielo y que vuelva la paz y la calma!
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