Otro año más, y sigo siendo parada de larga duración. Los años no pasan en balde y cada vez lo tengo más complicado. Estoy en la oficina del INE, esperando sellar la tarjeta de demanda. Esta vez no lo hice por la aplicación, quise venir en persona aprovechando para hablar con la orientadora laboral.
Me toca esperar. Hay muchos parados. También veo que hay mucha cola para las prestaciones. Yo no tengo cabida para ninguna prestación. Lo tengo crudo. Después de estar un rato hablando con la orientadora, salgo igual o peor que como entré. No entiendo mucho el trabajo que realizan. El caso es que sigo desorientada.
Me dirijo hacia el parque y me siento en el césped apoyada a un árbol con los auriculares puestos. La música me anima. Cierro los ojos y vuelo. Me acurruco en mi mundo interior. Pasan los minutos tan rápidos como las secuencias vuelan por mi mente. Abro los ojos unos segundos. Parece que a lo lejos vuela un papel posándose en el suelo. Me acerco a ver qué es y lo cojo. Es un décimo de lotería nacional de hace tres meses. Mira que si está premiado... Qué cosas pienso. Ya hasta divago. Me acercaré hasta la administración y preguntaré.
El señor de la administración me está diciendo que está premiado con el primer premio de la lotería nacional, que caduca hoy y que debo acudir al banco a reclamar el premio. El corazón se me está desbocando. Creo que me voy a desmayar. Necesito coger aire.
Salgo a la calle, necesito sentarme para no caer al suelo, pero mis piés me dirigen a la Comisaría de la Policía. Mi mente no deja de divagar soñando en mil cosas maravillosas para poder salir de aquella situación tan dramática en la que me encuentro. Pero no. No puedo. La honradez de mi persona está por encima de todas las cosas. Aunque sea un talón al portador. Me lo he encontrado. No es mío.
El Policía me ha dado las gracias y me ha dicho que he hecho una gran labor acudiendo a entregar el décimo a la Comisaría. Yo me siento orgullosa de ello. Sé que sigo siendo pobre sin dinero y sin trabajo. Pero soy rica en honradez. Y eso es lo más importante en la vida: los valores humanos aunque no se coma con ellos.
Más relatos en el blog de Marcos
María
Hola, mis queridos amigos y amigas:
ResponderEliminarDespués de varios meses ausente por motivos personales. Iré volviendo poquito a poco, visitándoos, y respondiendo a vuestros comentarios de las entradas anteriores. Sin prisa y con pausa, como debe ser. Lo importante es seguir estando. Os echaba mucho de menos y a este mundo de letras. Deseano volver. Me hace feliz estar por aquí de nuevo.
Espero que estéis todos bien y que hayáis comenzado genial el año. Os deseo a todos un FELIZ 2025, que todos vuestros deseos se cumplan.
Gracias por seguir estando.
Besos enormes.
Muchas gracias María, bienvenida, se te extrañaba.
EliminarQue sea un excelente 2025, un abrazo.
PATRICIA F.
Es un placer tener vuestra compañía, el querer estar por aquí y a veces no poder, pero bueno, lo importante es estar cuando se puede, y disfrutar de vuestras letras.
EliminarTe deseo lo mismo, PATRICIA, un feliz 2025, aunque casi ha pasado medio año jajaja (es broma).
Un beso enorme.
Interesante. Ahora que no se llevan nada esas actitudes hasta resulta raro.
ResponderEliminarBeso.
Qué razón tienes, hoy en día parece que cada uno va a su egoísmo, aunque imagino que también habrá gente bondadosa, que prefiera seguir en la miseria, pero con la honradez por encima de todo.
EliminarMe alegra volver a leerte, Erik.
Beso.
Qué buen y ejemplificador tu relato!
ResponderEliminarUn placer volver a verte!
Espero que todo esté ya bien!
besos
Está todo bien, querida Lunaroja, lo único que hay temporadas en las que no se puede estar por aquí como una quisiera, pero todo genial, gracias, espero que tú también estés bien.
EliminarMuchos besos.
Me ha encantado, María. Te echaba de menos. Felicidades y un abrazo grande y cariñoso.
ResponderEliminarGracias anónimo, aunque no sé quién eres, pero gracias por tus palabras, y me alegra vuestra compañía, estar en este mundo de letras me hace muy feliz.
EliminarUn abrazo enorme.
Gran relato como los de siempre, lleno de realidad laboral y de honradez.
ResponderEliminarMi gran premio es saber que estás y siempre estarás.
Un beso
No sé quién eres, anónimo, pero también es mi premio el saberos cerca, y seguir estando, es un placer, gracias.
Eliminarun beso.
María, bienvenida de nuevo, amiga...Tu relato es todo un homenaje a la honradez humana. Los valores humanos brillan por su ausencia y es bueno traerlos y valorarlos. Nuestro mundo necesita una reeducación para restaurar el espíritu de tanta guerra, egoísmo e injusticia...Muy bueno y ánimo para seguir adelante, María.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y mi cariño, compañera de letras.
Muchas gracias por tus palabras, querida amiga María Jesús, me alegra leerte, y además, con un mensaje muy positivo como el que me dejas, es cierto que tanto egoísmo e injusticias en la vida, se necesitan más valores humanos, pero nunca es tarde, siempre es bueno ir aprendiendo a lo largo de la vida.
EliminarUn abrazo enorme, y mil gracias por tu compañía.
Odio ese tipo de cuestiones en las que hay que decidir, viviendo en México habrá alguien que diga que el billete de lotería es suyo y no sea cierto, ya no se sabe ni qué hacer la verdad.
ResponderEliminarMe alegra leerte, Conejo pestilente, te debo visitas, como a todos, a ver si me voy poniendo al día, que estoy deseando de leeros, pero el tiempo se me hace corto, a ver si los días se van haciendo más largos para estar por aquí con más asiduidad. A veces, no queda más remedio que decidir, y no resulta agradable la solución, porque cuando se carece de trabajo o dinero, pues es una solución un poco dificil.
EliminarUn abrazo.
Despreocúpese caray, uno lee cuando puede, no se me obligue a leerme haha ahí están y estarán mis textos para siempre y no se moverán, lea cuando pueda y quiera, no pensaré mal de usted jamásmente.
EliminarGracias Conejo pestilente, por venir a leer mi respuesta, eres un encanto, pero no es obligación leeros, sino todo un placer ir a vuestras casitas a ver vuestras publicaciones, estoy ahora poniéndome al día en mi blog y poco a poco iré llegando a lo demás.
EliminarQue estés pasando un feliz día.
Un abrazo.
maravilhoso texto!!
ResponderEliminar.
Deambulando...
Beijos. Votos duma excelente semana!
Muchas gracias por siempre estar, querida Cidália, espero que estés bien.
EliminarUn abrazo.
Me gusto ese punto de honradez de la protagonista , pocas personas quedan asi. Y más si ellas mismas lo necesitan.
ResponderEliminarUn besazo María, espero que todo te vaya bien , se te echa de menos .
Todo bien, querida Campirela, es el tiempo que no da para más, pero lo importante es estar cuando se puede. Y sí que en esta vida no queda mucha honradez, porque en un caso como éste, es dificil y más careciendo de lo necesario, aunque la protagonista no lo dudó y lo entregó, un acto maravilloso.
EliminarUn beso enorme.
Las buenas acciones, las que son hechas sin interés y de corazón, siempre son recompensadas. Tal vez, no en formas que se consideren ganancia sino en otras menos evidentes pero más poderosas, de esas que valen la pena y se valoran.
ResponderEliminarBienvenida a tu hogar, aquí seguimos pendientes de tus letras!
Besote!!
Te lo agradezco de corazón, Etienne, como a todos los demás, encontraros aquí me da mucha energía, saber que no me habéis olvidado, recuperar de nuevo las lecturas y comentarios, es algo maravilloso, poco a poco, mientras se pueda, aunque a veces, las ausencias sean más largas. Es cierto lo que dices, que aunque la recompensa no sea evidente, puede ser una recompensa personal, de esas que una misma se queda agusto y satisfecha de saber que ha hecho una gran obra.
EliminarUn beso enorme.
Es una conducta ejemplar la que nos dejas. Gracias María.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra leerte, Rafael, gracias por siempre estar, a pesar de mis ausencias. Hay conductas ejemplares, porque hay corazón en las personas, aunque creamos que no, siempre las habrá.
EliminarUn abrazo.
Lo triste es que cada vez es más complicado encontrar a gente que actúe de esa manera. Incluso llaman tontos a quienes lo hacen. Recuerdo que hace unos años salieron en los periódicos unas chicas jóvenes que habían encontrado una bolsa con bastante dinero y la habían devuelto. Eso era una noticia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Tienes razón, Macondo, suelen ser noticias escasas, estas buenas noticias, de gente bondosa, que entregan dinero encontrado, aunque se considere a las personas tontas, parece que las buenas personas así las consideran, porque hay escasez de ellas. Nos estamos volviendo egoístas. Tal vez sea por los tiempos en los que estamos. Mil gracias por tu compañía, me alegra leerte.
EliminarUn abrazo.
Un relato que te pega mucho, que podría ser cierto, que podrías ser la protagonista. Creo que hacer las cosas bien alarga la vida. Una alegría leerte, abrazos de colores
ResponderEliminarQué abrazos más bonitos me dejas de colores, te lo agradezco, Ester, yo también me alegra leeros, de verdad, gracias. Creo que todos podemos ser los protagonistas, en un caso así, que al encontrar algo que no es nuestro no lo pensemos dos veces y vayamos a entregarlo, creo que sale de dentro.
EliminarUn abrazo.
Es un lujo que hayas vuelto.
ResponderEliminarY con tan buen relato. A veces la conveniencia es dejada de lado para hacer lo que se piensa que es correcto.
Besos especiales.
Me alegra leerte, Demiurgo, qué bueno que estés por aquí, como todos los demás, es un placer encontraros, aunque sea de tarde en tarde, pero para mí es un festín, se activa la dopamina, es una felicidad inmensa leeros y poder charlar por estos mundos de letras, . Y desde luego, tienes razón, que hacer lo correcto, como la protagonista ha hecho, es una de las mejores cosas que se pueden hacer.
EliminarBesos especiales.
Devolver lo que no es de uno es lo correcto.
ResponderEliminarPero... ¿Y qué hace la policía con un décimo premiado sin dueño?
Besos.
Eso me gustaría saber a mí jajaja qué hace la polícia en un caso de estos, empiezo a hacerme preguntas ¿a quién se lo entrega? ¿se lo quedan ellos sino aparece el dueño? ¿o se lo queda el estado? a saber... Pero bueno, la protagonista hizo lo correcto, su conciencia queda tranquila. Un placer leerte, Alfred.
EliminarMuchos besos.
Soy de tu pensar, el karma. Así que hiciste lo correcto. Solo espero que el oficial sea igual de honrado. Saludos.
ResponderEliminarEsperemos que sea igual de honrado el policía, porque a saber, pero bueno, ella hizo lo correcto. Gracias por tu compañía, Jova.
EliminarUn beso.
Podría ser todo un dilema, porque la suerte finalmente es para quien la encuentra, pero sin duda surgen los cuestionamientos morales en esas situaciones y hacer el bien es lo que prima.
ResponderEliminarBesos dulces María y dulce semana.
Ahi está el dilema, que lo importante es sentirse agusto con hacer el bien, tener la conciencia tranquila, entregando lo que no es de una, pero claro, no todos hacen lo mismo, eso va cada uno en la persona. No sabemos lo que hizo el polícia, podía haber una segunda parte jajaja.
EliminarBesos, Dulce.
Vivir según tu propia conciencia es lo que más tranquilidad produce... como escribir y leerte
ResponderEliminarTotalmente cierto con lo que has dicho, anónimo, no sé quién eres, pero muy acertado tu comentario, gracias por leerme y comentar.
EliminarUn abrazo.
Quelle situazioni economiche precarie, che rendono fragili giorni di vita.
ResponderEliminarUn abbraccio Maria
Hay situaciones complicadas en la vida, en las que hay que tomar decisiones importantes.
EliminarUn abrazo, Silvia.
Esa honradez llevada al límite no sé si compensará la situación difícil a la que se enfrenta la protagonista, pero es un gran relato sobre la honradez por bandera.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, María
Tienes razón, Albada , porque en el caso de la protagonista, más bien le hubiera servido para rehacer su vida, pero claro primero está la conciencia, no se puede disfrutar de lo que no es de una, lo mejor es la honradez, eso está por encima de todas las cosas.
EliminarUn abrazo enorme.
jajaja mi querida MARIETA , creo q nadie llevaría un décimo de lotería a comisaría ...una cartera , incluso fíjate, hasta un sobre con dinero si tuviera dirección creo q sería posible fuera devuelto a su dueño, sin embargo un billete de lotería es un cheque al portador ...es decir , un cheque quien lo porta jajaja pero está precioso el gesto...mucho.más para alguien con las circunstancias de tu protagonista..a mí, desde luego, me parece casi heroico ...se merece q la vida le premie con el trabajo de su vida ..el amor de su vida y una grandísima vida ...y a ti, tb por pensar así ; )
ResponderEliminarUn besazo enooorme como tú corazón , q tu resto de semana sea estupenda ...a juego contigo cielo.. mua! seguro q tú serías capaz de hacer lo mismo q tu protagonista ; )
Es algo muy goloso desde luego, mi querida tocaya, que alguien se encuentre un décimo premiado o dinero, sobre todo con las carencias que hay hoy en día, pero bueno la honradez creo que siempre existirá, por muy raro que nos parezca, hay personas que son pobres de dinero pero ricas de corazón, yo creo que sí que hay gente que puede hacer este gesto heróico, el de entregar algo que se ha encontrado que no es propio, aunque sea un cheque al portador, todo va en la personalidad de cada uno. Gestos honrados siempre los ha habido y los habrá. Me cuesta creer lo contrario. Me alegra leerte.
EliminarUn besazo enorme.
ELLA NOS RECUERDA
ResponderEliminar“Me acurruco en mi mundo interior, para ser rica en honradez. Y eso es lo más importante en la vida: los valores humanos, aunque no se coma con ellos”; ni se apliquen sus hechos al paño o burbuja de viento de antaño el que despeja la vida soñada sin opción que aparezca temprana para dejar de sentir la tristeza de vivir entre brasas sin fuego ni cartera que abra mi boca… sin sustento seguiré atrapada no de seres que aman mis palabras aun sin ojos seguiré con palabras trasmutando la paz a mi alma.
Ser un ser viviente es la apuesta para un creyente que solo busca el suave fluir del viento el que sopla entre vientos añejos dejando a su suerte a su cuerpo ya sin miedos apoyado por mentes que vuelan a su lado para resguardarla de lo verdaderamente humano… el amor, la amistad, la cordura, aunque la distancia se haga mal vista.
El caudal de agua que se desliza por ese rostro sentido y con vida, será la materia que enturbie su instinto, ante lo ingrato y mal hecho de aquellos que claman al cielo… ese dios que se escapo al barbecho para esconderse de los seres humanos… cansado de tales atropellos de la maldad que se mofa de las evidencias… por aquellos que nos los inculcaron… mientras tiranizan con otros dioses aquí en la tierra.
Un abrazo
Los valores humanos ante todo, siempre existiran, querido amigo Antonio, son riqueza, son bondad, son sabiduría desde el corazón, aunque la pobreza material siga existiendo, la riqueza humana seguirá existiendo. Un placer leerte.
EliminarUn abrazo.
Ejemplificante actitud, hoy cuando todo falta. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarAunque falte lo material, no puede faltar lo humano, la humildad del corazón es grande, y eso no puede faltar nunca, Carlos.
EliminarUn abrazo.
Sin duda es una buena acción i es de elogiar. Pero, como dice el relato, era el último dia para hacerlo efectivo,.... diria que se perdió el premio i lo ganó de nuevo Hacienda i sin jugar, !
ResponderEliminarBuen relato i buen año ;)
Debe ser así ¿verdad artur? que si no aparece el dueño, se lo llevará Hacienda, entonces al final, siempre gana Hacienda, pues en ese caso, bien hubiera merecido que la protagonista se hubiera quedado el premio, pero bueno, la honradez prima por encima de todo.
EliminarUn abrazo y feliz año.
hola maría, bienvenida de nuevo! espero que, a pesar de tu ausencia, todo esté bien.
ResponderEliminarsi tú perdieras algo, te gustaría que lo encontrase una persona honrada y lo llevase a donde correspondiera. yo perdí mi móvil en un parque, y desde allí me llamaron al número que tenía como 'casa'.
hay que actuar como nos gustaría que hicieran con nosotros. muy bien por la protagonista del relato.
besos!!
Estoy totalmente de acuerdo contigo Chema, muy acertado tu comentario, eso es lo que nos gustaría a todos, que si perdemos algo, nos lo devuelvan, así que la protagonista hizo lo que debía hacer, una buena acción, y ese es su premio, aunque nadie la recompense, pero sí queda grabado en su corazón, ese buen acto que hizo, entregar lo que no es suyo. Todo está bien, Chema, lo que pasa que a veces no hay tiempo.
EliminarBesos.
Hola María, me gustó mucho tu historia como la narraste y destaco el tema de la honradez, es fundamental.
ResponderEliminarUn abrazo
PATRICIA F.
Una historia que bien puede ser cierta, PATRICIA, y yo creo que la honradez no se puede perder, aunque se vayan perdiendo otros valores.
EliminarUn abrazo.
Ay, Dorada... La honradez no premia a nadie poniéndole el pan en la mesa: ¡lo hace poniéndole un banquete! Más saludos.
ResponderEliminarPero queda premiada desde su conciencia, eso es lo más importante, aunque de ella no coma, se sentirá feliz de haber actuado así, Julio David.
EliminarUn abrazo.
La verdad es que hay que ser muy honrada para entregar a la policía un décimo premiado, y más en semejante situación de paro. Me parece una acción encomiable desde el punto de vista ético y me por pensar que quizá la vida le devuelva con creces esta buena acción...Saludos!
ResponderEliminarSe puede creer en la ley del karma, yo creo en ella, y puede que la vida la devuelva con creces esa buena acción, los valores humanos deben primar por encima de los materiales.
EliminarUn abrazo, Lady-p.
Ser rica en honradez aunque no se coma de ello es algo encomiable. Poco práctico en esta ocasión, donde está en juego la liberación de encontrarse en el paro, pero la protagonista ha preferido dormir tranquila y eso está bien.
ResponderEliminarCumples perfectamente con una de las situaciones que yo sugería sobre las posibles historias, aparte de que lo has descrito de manera tan descriptiva y fluida que parece que uno mismo sea el protagonista.
Enhorabuena María.
Te felicito por haber sido el anfitrión del relato juevero de esta semana, con un buen tema, por cierto, me alegra haber podido participar, lo único que no he podido estar de lleno en ello porque no he estado por aquí, ando medio ausente, no veas lo que lo siento, pero iré leyendo y comentando los relatos que me quedan que son muchos, y entre ellos el tuyo. Me alegra que te haya gustado mi relato, yo he disfrutado escribiéndolo.
EliminarUn abrazo, Marcos.
Hola María, que bonito relato. Y es que como bien dices los valores morales y humanos son lo más importante. Fue a entregarlo a la policía y salió tan feliz como si le hubiera tocado el premio. A veces esas pequeñas cosas nos marcan para siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué razón tienes Nuria, ella hizo lo que sintió, y eso es lo más importante, tener la conciencia tranquila, para sentirse feliz, a veces, no hace falta más que eso, porque esas pequeñas cosas son las más importantes.
EliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo contigo de que la honradez vale muchísimo más que el dinero. Besicos
ResponderEliminarEstamos de acuerdo con ello, CHARO, la honradez prima por encima de muchas cosas.
EliminarBesos.
Me parece que el policia celebrará esa noche jajaja aunque no quisero ser mal pensada... jajaja
ResponderEliminarJjajajaaj allá él, que quede bajo su conciencia, Neogéminis, aunque hay un refrán que dice "piensa mal y acertarás" jajaja.
EliminarBesos.
Siendo el último día, sin posibilidad de encontrar al dueño, creo que habría podido cobrarlo sin menoscabo de su honradez.
ResponderEliminarEl dinero se va a perder y está prohibido destruir dinero, así que yo creo que podría haberlo cobrado. Aunque le diera cosilla...
Ahora lo cobrará el policía 😝
Abrazooo
Buena reflexión la tuya Gabilliante, es una pena que se pierda el dinero y se lo quede Hacienda, o el policía jajaja, pero la protagonista creyó hacer lo correcto, a veces sentirse agusto de los actos es la mejor de las recompensas, más que todo el oro del mundo.
EliminarUn abrazo.
Querida amiga...todos a veces necesitamos un respiro...la vida con los años en vez de hacerse mas fácil, se torna mas dura...y de eso se muchoooo, tanto que a veces no me queda tiempo para soñar o imaginar mis escritos, pero se que siempre volveré..por que me gusta y me sienta bien...Ahora, con respecto a tu escrito, lo siento...pero de haber sido yo la protagonista, me voy derechito a cobrar el premio...lo siento por el que lo perdió, pero que le d.....o sea..que tiene la culpa por descuidado...besitossssss mi preciosa..gusto de leerte y de saber que estás bien
ResponderEliminarLas obligaciones a veces nos impiden estar por aquí, mi querida Diva, pero lo importante es no perder el contacto y seguir leyéndonos, aunque sea de tarde en tarde, porque es un placer poder compartir las emociones, los sueños, y tantas cosas más, así como poder reflexionar entre todos, enriquece el alma, y da un gran satisfacción. En este caso, al ser un cheque al portador no parece delito lo que pasa que al ser tan grande el premio da un poco de yuyu cobrarlo, yo no lo haría, haría exactamente lo mismo que la protagonista. Otra cosa sería, encontrarte un billete, o cobrar un premio pequeño. Pero al ser un premio tan grande. No me sentiría agusto. En tu caso veo que no es así. Un placer leerte.
EliminarUn beso enorme.
La honradez es siempre digna de alabanza, aun cuando no reporte utilidad, ni recompensa, ni provecho.
ResponderEliminarTenemos que proteger los valores que nos hacen mejores…
Qué alegría leerte, Manolo, gracias por seguir estando. Opino lo mismo que tú, la honradez está por encima de todas las cosas. Lo material es insuficiente ante los valores humanos.
EliminarUn abrazo.
En este tema yo no sé si habría dado muchas vueltas para encontrar a quien perdió le billete de lotería. Una buena historia nos dejas.
ResponderEliminarUn abrazo, María.
Gracias por volver a comentar querida Albada, me alegra que sigas estando por aquí.
EliminarUn abrazo.
¡Bravo por tu "heroína", pero me pregunto si el policía de objetos perdidos tendrá la misma honradez que la chica.
ResponderEliminarEso da para otro relato, ahí lo dejo.
La verdad es que sí que da para otro relato, ¿qué habrá hecho el policía? ¿cobraría el décimo? ¿o encontrarían al dueño?
EliminarUn abrazo, Tracy.
fue un final completamente inesperado para mí.
ResponderEliminarme gustó mucho leerlo.
un beso.
Me alegra leerte, DRACO, y que te haya resultado inesperado el final.
EliminarUn beso.
Magnífico relato, María. Qué necesidad tan grande tenemos que rodearnos de gente honrada. Como curiosidad te diré que tengo escrito un relato con características similares al tuyo -en cuanto al hallazgo del billete-, aunque con distinta paradoja.
ResponderEliminarGracias por compartir sentimientos. Un abrazo
Pues a ver si en estos días paso a leerte el relato, JR, la verdad es que son cosas que pueden pasar, aunque el final sea distinto en cada situación, no todos reaccionamos igual. Gracias por seguir estando.
EliminarUn abrazo.
Maravilloso Maria, es algo tan necesario como inusual, pero ver que hay gente así motiva.
ResponderEliminarBonito relato.
Feliz semana.
Un Abrazo
Son cosas que pueden pasar en algún momento, aunque no sean muy normales, pero el acto final es el que importa, ese gesto de devolver lo que no es tuyo.
EliminarUn abrazo, José Antonio.
El policía, que ya resolvió las dudas morales el primer día de trabajo, se guardará el boleto en el interior de la chaqueta y se acercará silbando a la sucursal del banco más cercana ;)
ResponderEliminarJjajaaj me has sacado sonrisas, Beauséant, no me extrañaría que fuera así, él tan feliz de tener un boleto premiado, le resolvieron la vida, seguro que dejaba de trabajar jajaja y la protagonista en paro y sin dinero. Un placer leerte.
EliminarUn abrazo.
Si hubiera un premio a la honradez, tú serías la candidata número uno, pero me temo que con el hecho de haber devuelto el boleto, has facilitado que otros cometan pecado.
ResponderEliminarOjalá que tu integridad en el obrar haya despertado conciencias. Felicitaciones por el relato.
De casualidad he visto tu comentario en mi publicación anterior, ya sabes que yo tengo por costumbre corresponder a todos y por nada quisiera haberte dejado sin mi agradecimiento y cariños.
Te deseo un buen fin de semana.
Kasioles
Me alegra mucho volver a leerte, querida Kasioles, saber que sigues estando por aquí, con tus recetas, y tus emociones a flor de piel, es un placer que sigas estando. La honradez es un gesto que vale más que todo el oro del mundo, un valor humano que no debe perderse, y sobre todo, tener la conciencia tranquila es el mejor premio.
EliminarUn abrazo enorme.
Precioso relato! Tienes una creatividad inmensa, mi querida amiga!
ResponderEliminarTus palabras revelan que tienes un corazón noble. Debería haber una recompensa por la honestidad.
Porque te lo mereces completamente! Eres alguien que sabe actuar con un alto sentido de dignidad.
Te dejo un beso enorme!
Me alegra leerte, querido amigo A.S., y que te hay gustado mi relato. La honestidad es uno de los valores más importantes, es lo que opino, más importante que el valor material. Ojala todos fuéramos como la protagonista del relato.
EliminarUn beso enorme.
hermoso texto .. maravilloso gesto ... uno duerme con una gran PAZ , cuando se es Honrado .... y camina con la frente en alto
ResponderEliminarQué razón tienes, Ricky, cuando se hacen las cosas bien hechas uno está en paz y es lo mejor que puede haber, tener la conciencia tranquila, aunque no se tenga un euro.
EliminarUn abrazo.
Qué bueno, son alucinantes las historias que se te ocurren. Aunque parezca ciencia ficción, realmente todavía queda gente honesta, y creo que tú eres una de ellas.
ResponderEliminarUn abrazo María
Yo también creo lo que dices, Fernando, que aún queda gente honesta por el mundo, creo que todos o casi todos tenemos buen corazón, y muchos actuaríamos de esta manera.
EliminarUn abrazo enorme.
Un relato maravilloso mi amiga,
ResponderEliminartus relatos son increíbles, claro
que existen todabia esas personas
honradas, buenísima tu historia.
Besitos dulces
Siby
Estos gestos nos honran, y creo que más o menos muchos actuaríamos de esta forma, devolviendo lo que no es nuestro, gestos de honradez son más ricos que todo el oro del mundo.
EliminarBesos enormes, Siby.
Hola, María, hermosa historia que encuentro muy real a pesar de lo que nos podamos imaginar.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Ángel, que bueno que hayas vuelto, me alegra mucho. Una historia que puede ser real como la vida misma, que razón tienes. Y que cada uno puede reaccionar de distinta manera.
EliminarBesos.
Tu relato es un ejemplo de honradez. Muy bueno . Te dejo un beso grande y me alegra que sigas escribiendo.
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