que envuelven mi corazón,
retocando mis latidos.
Caricias de cielo,
que anídan en mi cintura
y me embelesan.
Caricias de terciopelo,
que cubren mi cuerpo
y me protegen.
Caricias de algodon,
que enredan mi cara
y me cautivan.
Caricias suaves,
todas ellas,
que me llegan,
y me alimentan.