Amaneció el día con niebla. Era uno de esos días en los que no apetecía levantarse de la cama y menos salir de casa. Pero como cada día, Eva, debía de acudir a ver a su madre. No podía faltar a la cita.
Subió la escalera, y allí estaba ella, sentada en una silla de ruedas, con su mirada ausente y su sonrisa en los labios.
- ¿Tú quién eres? me dijo. No te conozco.
- Mamá soy yo. Tu hija.
- Tú no eres mi hija.
Era inevitable que las lágrimas de Eva se derramaran por sus mejillas. Se sentía impotente ante lo evidente.
Eva cogió un espejo y se lo puso delante de su madre.
- Mamá ¿quién es la que está delante del espejo?
El sonido del viento azotaba el cristal de la ventana.
- Estoy viendo una estrella. ¡Cómo brilla! ¡Es preciosa!.. respondía su madre, mientras seguía mirándose en el espejo.
Eva sonrió ante la respuesta de su madre mientras pensaba que el cerebro puede llegar a ser como un laberinto imaginario, hasta encontrarte en un país de mil colores, personajes y aventuras.
En el fondo tengo que admitir la realidad y reconocer que en su mundo mi madre es feliz. Y yo también de tenerla aquí conmigo, pensaba Eva, sin dejar de sonreir. Sus lágrimas ya se habían disipado.
Más relatos jueveros sobre binomio fantástico en el blog de Mag
Palabras utilizadas:
Niebla/Escalera
Espejo/Viento
Estrella/Laberinto
María
María, nos dejas un relato muy real. La enfermedad de la memoria, que de alguna manera, todos hemos conocido en nuestros parientes o conocidos. La tristeza y la alegría se turnan y nos damos cuenta de que la mente es muy importante y nos prueba a todos con sus miedos, sus visiones y olvidos...Muy bueno y entrañable, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo grande y mi felicitación.
Es verdad lo que dices, mi querida amiga Mª Jesús, la enfermedad de la mente es tan real... ¿quién no tiene o ha tenido algún familiar con esta enfermedad? si es la enfermedad de nuestros días. Es terrible, pero hay que aceptarlo, y llevarlo de la mejor manera posible. Pero es triste que ni siquiera tu madre te reconozca. Que haya perdido la memoria de su vida. Que no reconozcan a nadie, y que en cambio, viven en su mundo.
EliminarMuchas gracias por tu compañía y por dejarme tu visión sobre esta enfermedad.
Me alegra leerte, y deseo que estés pasando un feliz día.
Un abrazo enorme.
Una historia muy real en estos días, María. Buen relato, y utilizaste tres de los binomios propuestos por Mag. Felicidades :-)
ResponderEliminarEsta tarde me puse a hacer el relato, y en principio iba a utilizar todos los que ha mencionado Mag, pero al final me quedé con la mitad de ellos, porque sino me parecía que me iba a extender demasiado, pero sí que hubiera añadido los demás.
EliminarMuchas gracias, Ardilla, por tu compañía, que estés teniendo una feliz tarde.
Besos.
Nos estamos encontrando con una enfermedad, cada vez más común y que no sabemos quiénes caerán en ella y quienes se libraran, Aunque se está avanzando en paliarla cada vez un poco más y en diagnosticarla con acierto cada vez más pronto.
ResponderEliminarBesos.
Es la enfermedad de este siglo, lo peor de todo que no sabemos quiénes caeremos, pero sí sabemos los que han caído, y ya no están, lo que han tenido que pasar ellos y sus familiares, es una enfermedad horrible, el no poder recordar nada, ójala haya más avances y sea con el tiempo una enfermedad curable.
EliminarMuchas gracias por tu compañía, Alfred, que estés pasando un feliz día.
Besos.
Hola María, me quedé compungida por la emoción, pues mi madre falleció a causa del Alzheimer y cuando llega ese momento en el que no te reconoce es horrible 😞 que manera tan tierna de crear tu historia. Me encantó como creaste esos binomios fantásticos con varias palabras. Felicidades. Un abrazo
ResponderEliminarHola, Nuria, siento que tu madre haya padecido esta terrible enfermedad, imagino por lo que habrás tenido que pasar, eso solo lo sabes tú y lo llevas en tu alma, el que tu madre no te haya podido reconocer, lo peor que puede pasar en la vida.
EliminarMuchas gracias por tu compañía, un placer, y que estés teniendo un feliz día.
Un abrazo enorme.
Hola María, saludos cordiales para ti, es una historia de nuestro tiempo, parece que nos afecta más mientras el progreso corre a velocidades, pero como humanos tenemos límites y vulnerabilidades a las que no podemos escapar , solo nos queda seguir adelante como tu dices. Un gran abrazo.
ResponderEliminarHola, Pablo, me alegra leerte, y es cierto que es una historia de nuestro tiempo, la enfermedad del siglo XXI, cuantos más avances, más esperanza de vida, y más personas mayores con estas enfermedades, lo peor es que también se están dando casos a edades más jóvenes, la vida es una aventura en la que nos vamos adentrando y no sabemos cómo terminaremos.
EliminarEspero que estés teniendo un feliz día.
Un abrazo enorme.
Exquisito,sensible y emocionante...
ResponderEliminarPrecioso homenaje a todas las personas que padecen este tipo de enfermedad... que es tremenda.
Un besazo bella.
Una enfermedad terrible, la de no poder reconocerse uno mismo, ni poder reconocer a los seres queridos, esta enfermedad, la que tantas personas están padeciendo, y quién no tiene o ha tenido una persona cercana con esta enfermedad u otra parecida.
EliminarFeliz día, mi preciosa Lunaroja.
Un besazo enorme.
Este binomio es tierno y muy emotivo, María, no hay nada más triste que ver que nuestros mayores llegan a un punto donde su memoria no recuerda, eso a ellos tal vez esten en su mundo feliz, creo que es una enfermedad que sufren mucho más los allegados en este caso los hijos.
ResponderEliminarTe mando un fuerte beso y abrazo, deseándote una muy feliz semana.
Sí, yo también creo lo mismo, que los que más sufren son los familiares, los que están cerca y lo van viendo cada día, el que no pueda reconocerte una madre es terrible, y dificil de asimilar, y a quién le toca o le ha tocado bien lo sabrá. Los enfermos, al fin y al cabo, están en su mundo.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde, mi Campi.
Un beso enorme.
Enhorabuena, por haber sabido aprovechar mejor las palabras que yo, me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMe han llevado las palabras hasta este mundo, y es lo que me ha salido, me alegra que te haya gustado, CLUB DE ESCRITORES.
EliminarFeliz tarde.
Un abrazo.
Pones un reconfortante final al relato de una enfermedad que a todos nos acongoja.
ResponderEliminarUn abrazo, María.
Hay que intentar ver el lado positivo de las cosas, sino la vida sería bastante dramática, Macondo, y es que esta enfermedad es terrible.
EliminarFeliz tarde.
Un abrazo.
Extraordinario relato en el que has hecho juegos malabares con los Binomios.
ResponderEliminarTe felicito.
Besos
Se podía haber escrito un montón de historias manejando las palabras, ha sido un buen reto el que nos ha propuesto Mag, a mí me ha encantado, Tracy.
EliminarQue estés pasando un feliz día.
Muchos besos.
Madre mía, qué triste y terrible esa enfermedad... o algunas vejeces. Sin embargo, abres un rayo de esperanza. ¡Precioso!
ResponderEliminarUn beso.
Aunque la esperanza nunca ha de perderse, pero en estos casos, de momento, no hay cura, esperemos que los avances intenten que este tipo de enfermedades no avancen.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde, MJ RUIZ.
Un beso enorme.
De alguna manera cada uno de nosotros estamos en un mundo propio. Y no es consuelo, lo digo como tal vez una posible realidad, quien sabe cuántos misterios tiene el universo.
ResponderEliminarClaro que siempre hay un marco de tristeza, especialmente con nuestros seres queridos. Hay enfermedades que por el mundo cada vez abundan más. Otro desafía para la humanidad, ojalá salgamos de eso.
Un abrazo.
Que no nos toque una cosa de estas tan terribles, aunque cada vez abunda más, por la esperanza de vida, cada vez vivimos más años, por lo que es normal, que las personas mayores terminen con alguna enfermedad de este tipo, y es que, como he dicho antes, la vida es una aventura, en la que nos vamos adentrando, y no sabemos lo que nos deparará el futuro ni a nosotros ni a nuestros seres queridos.
EliminarQue estés pasando un feliz día, Osval Do.
Un abrazo.
Mi querida María, tu relato, cargado de sensibilidad, muestra de una dulce manera, algo realmente doloroso para las personas que viven en sus seres queridos esta enfermedad. Ya habrás podido comprobar que apenas ando por los blogs, incluido el mío, precisamente porque estoy cjidando a mi madre que necesita atención continua, y aunque solo muestra episodios esporádicos de ausencia, cuando ocurren son tremendamente angustiantes y dolorosos. Sólo podemos estar ahí y ofrecernos.
ResponderEliminarUn relato realmente sensible y hermoso
Un beso
Siento mucho que tu madre tenga este tipo de enfermedad, mi querida Carmela, lo estarás pasando muy mal verla así, tú de sobra lo sabes, algo realmente doloroso y angustiante, como así lo describes, mucha fuerza te mando desde aquí, que estas cosas es lo más se necesitan, fuerza moral para sobrellevarlo. Y sí que me he dado cuenta que estás poco por estos medios, aunque yo también estoy poco, las circunstancias de la vida me impiden estar más amenudo, cada uno, de alguna manera tenemos nuestras cosas, pero es bonito sentir el cariño, al seguir cercanas en algún momento, te agradezco tu esfuerzo en venir a casita, preciosa.
EliminarQue estés teniendo un buen día.
Un beso enorme.
Bellísmo. Esa madre, tal vez con Alzheimer, ve una estrella. Quién sabe si ya lo es, ¿no?
ResponderEliminarUn gran abrazo, María. Por un bello finde.
Todas las madres son unas estrellas, todas, con Alzheimer o sin él, todas, lo son, y lo siguen siendo cuando ya no están, desde allí arriba que nos iluminan y protegen.
EliminarQue estés pasando un feliz día, Albada.
Un abrazo enorme.
Es muy emotivo.
ResponderEliminarBuen relato.
Besos.
Un relato que puede ser tan real como la vida misma, Toro.
EliminarMe alegra leerte.
Besos.
Una enfermedad muy triste para quien la padece y quienes le rodean. Un abrazo!
ResponderEliminarlady_p
Así es, una enfermedad terrible para todos, especialmente, para los que tienen que estar ahí día a día, Lady-p.
EliminarGracias por tu compañía.
Un abrazo.
Muy bonita tu historia María. Muy emotiva, que toca profundamente nuestra sensibilidad y nos muestra que no podemos dejar que una enfermedad nos quite el ánimo y la sonrisa. La enfermedad también nos dará fuerza y coraje para vivir una vida plena y feliz!
ResponderEliminarSiempre es un gran placer leerte, querida amiga!
¡Abrazos y besos!
Muy bonito lo que dices, mi querido amigo A.S., que la enfermedad nos dará fuerza y coraje para seguir viviendo, y es que no sabemos lo que nos puede tocar, pero aún así, ante estas cosas, lo mejor es intentar sacar fuerzas como bien dices, y no perder la sonrisa, porque la vida se vive mejor cuando vemos el lado positivo de las cosas, aunque sean dramáticas.
EliminarUn placer tu compañía, que estés pasando un feliz día.
Un abrazo enorme.
Tristemente lo que se evidencia en este relato es más frecuente de lo que imaginamos. La medicina ha logrado alargar la vida, pero la mente se agota, al parecer, mucho antes y así se hace patente en las personas mayores.
ResponderEliminarUn tierno abrazo como la historia contada.
Totalmente cierto lo que dices, mi querido Francisco, la vida se alarga por las medicinas, pero la mente y el cuerpo se van agotando, es inevitable, por muchos medicamentos que tomemos, todo se va deteriorando.
EliminarQue estés teniendo una feliz tarde.
Un abrazo enorme.
Hola.
ResponderEliminarEs de lo más triste. También lo es para las personas cuando se dan cuenta de lo que han perdido, que no tienen el potencial que antes tenían.
Besos especiales. Y también un especial abrazo.
Es la vida, lo que nos puede tocar en nuestro entorno, o lo que nos ha tocado, no podemos cegarnos ante una realidad, que aunque sea un relato, es como la vida misma, lo que vamos perdiendo, es muy triste, pero aún así, hay que intentar ser positivos, y no perder la sonrisa.
EliminarQue estés pasando un feliz día, mi estimado Demiurgo.
Besos especiales.
Tu relato, perfectamente llevado, deja entrever el sufrimiento de una hija ante las consecuencias de una enfermedad que anula, elimina recuerdos y cada vez afecta a más personas.
ResponderEliminarYo la temo.
Cariños y buen fin de semana.
Kasioles
Yo también la temo, mi querida Kasioles, no sabemos lo que nos puede tocar, estamos aquí para todo lo que nos toque, y lo peor no es una misma, sino nuestros hijos, porque nuestros padres ya no están, pero después seremos nosotros, y los que lo tendrán que sufrir son nuestros hijos, y eso es lo que más me duele.
EliminarQue pases una feliz tarde.
Un abrazo enorme.
Que realidad tan dura, justo tengo un compañero laboral atravesando esta historia, que momento realmente complicado y no saber como ayudar.
ResponderEliminarAsí es, lo peor es no saber cómo ayudar, por muchos ánimos que des a tu compañero, él lo tiene que vivir día a día, algo agotador y realmente dramático, muy duro, bellabrownsdiary.
EliminarMe alegra leerte, que estés pasando un feliz día.
Un beso enorme.
Yo la tuve conmigo hasta los noventa y cuatro y algunos días me decía... ¿Tu eres mi hijo verdad?
ResponderEliminarBesos
Tú ya lo viviste, y sabes muy bien más que nadie cómo va todo eso, siento que te haya tocado a ti, Erik, y sí que fueron años 94, lo más triste que no te reconociera, que no reconociera tu madre a su propio hijo.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde.
Besos enormes.
Un triste relato del que he sido testigo directo en dos ocasiones y que me ha producido mucha tristeza . Las personas que se encuentran en esta situación no sufren y se sienten por momentos felices pero para los cuidadores puede llegar a ser una agonía. Tu relato es real cómo la vida misma y estas personas tienen que ser tratadas con mucho cariño y respeto. Besiocs
ResponderEliminarTotalmente cierto lo que dices, mi querida CHARO, que para los cuidadores es realmente terrible, porque los enfermos, al fin y al cabo, están en su mundo, y se sienten felices a su manera, pero los que tenemos que estar ahí al pie del cañon no podemos desfallecer, tenemos que tener fuerza hasta no agotarte jamás, y eso es duro, te absorven mucho, siento que lo hayas vivido también, y doble además.
EliminarQue estés teniendo una feliz tarde.
Besos enormes.
Una enfermedad dura donde a veces algo lúdico puede provocar toda una luz de ilusión como lo muestra tu relato y has unido muy bien los conceptos dados por Mag.
ResponderEliminarBesos dulces María Dorada y dulce fin de semana.
Era una muy buena convocatoria como todas las que hace Mag, tan creativas, y con los conceptos que había se podía escribir un montón de historias.
EliminarQue estés pasando un feliz día, Dulce.
Besos.
hola maría! esas enfermedades neurológicas son muy duras para las personas cercanas a quien las sufre. :(
ResponderEliminarsin embargo, lo de ver una estrella en el espejo me ha parecido algo realmente precioso y poético.
y sí, el cerebro es como un laberinto... aún hay muchas cosas por descubrir sobre nuestra mente.
besos!!
Hola, Chema, me alegra leerte, y sí que tienes razón, que estas enfermedades son muy duras para las personas cercanas y para los enfermos, me alegra que te haya gustado lo de la estrella, en realidad, pensé que todas las madres son estrellas, y qué mejor utilizar esa palabra para describir a una madre.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde.
Muchos besos.
Hace muchos años se hablaba de senilidad referida a los problemas de memoria o el Alzheimer, pero si se intenta entender como a un igual a quien lo sufre, más si es familiar conviviente... bueno, pues creo que es de justicia aguantar desplantes y olvidos, pues lo que cuenta es lo que queda de esa persona y algun destello de amor entre los dos.
ResponderEliminarMuy buena aportación, María. Felicidades.
En realidad esas personas se suelen volver agresivas, y te pueden llegar a insultar, cuando están nerviosas, pero es dificil saber llevarlas, necesitan de personas especializadas, por eso, es mejor tenerlas en centros especiales, pero no hay que tener en cuenta los desplantes y las cosas que te puedan decir, porque son cosas de la enfermedad, lo que siempre permanecerá ese vínculo que une a una madre con su hij@.
EliminarMuy bonito lo que has dicho, Marcos, gracias por tu punto de vista, que estés pasando una feliz tarde.
Un abrazo enorme.
Has elegido un tema difícil para enlazar los binomios pero pese a la dureza de la situación, los sentimientos que unen a tus personajes siguen siendo sólidos y positivos. Todo un ejemplo. Un abrazo, María.
ResponderEliminarUn relato que podría ser más bien verídico, donde he ido enlazando las palabras de Mag, gracias por tu manera de verlo, Neo.
EliminarQue estés pasando un feliz día.
Un abrazo enorme.
Has aprovechado el reto para dibujar un cuadro precioso de la tristeza. Con dos binomios, ademas.
ResponderEliminarBesosz, Maria
Y dentro de la tristeza que no falte la sonrisa, son emociones de la vida, que no podemos esconder, Gabiliante.
EliminarQue estés pasando un feliz día.
Muchos besos.
es un texto conmovedor que me hizo recordar a mi madre enferma de alzheimer.
ResponderEliminarun beso.
Siento que tu madre también pasara por esta terrible enfermedad, DRACO, tú bien sabes cómo se puede llegar a sentir un hijo al ver a su madre en estas circunstancias.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde.
Un beso enorme.
Un relato que hoy tiene mucha ocurrencia de un mundo que se presenta como una peste del olvido, según lo calificó Gabo, en Cien años de soledad, pero con una salvedad como en tu cuento: ahí también se puede ser feliz. Un abrazo extenso. Carlos
ResponderEliminarGracias por tu enriquecedor comentario, al mencionar a un grande con ese libro y esa frase, es enriquecedor tu comentario, mi estimado Carlos, y como bien dices, también se puede ser feliz, no dejemos de sonreir hasta en los peores momentos, en todo se puede ver la luz, aunque no lo creamos.
EliminarQue estés pasando un feliz día,
Un abrazo enorme.
Es un texto que toca, María. Es una historia profunda donde el amor y la felicidad, en un mundo que se escapa en la mente de la madre, nos hace reconciliarnos.
ResponderEliminarMe ha maravillado. El texto brilla.
Millones de gracias por el enfoque de tu trabajo y por sumarte a la convocatoria, eligiendo dos binomios.
Un beso enorme.
Me encanta que dirijas los relatos jueveros porque propones temas creativos, aunque algunas veces sean algo más complejos, pero en esta ocasión ha sido más sencillo porque con tantas palabras como propusiste se podían crear montones de historias, eres una excelente anfitriona, mi querida Mag, y me alegra haber podido participar a pesar de mis ausencias en este medio, sigo estando de vez en cuando.
EliminarQue estés pasando un feliz día.
Un beso enorme.
Un situación complicada, no hay forma de sacar a nadie de los laberintos que han creado en su mente... pero, es verdad, a veces pueden estar felices allí dentro, quizás no sea buena idea intentar traerlos de vuelta, ¿para qué ?
ResponderEliminarQué razón tienes, Beauséant, tal vez estén mejor allí en su mundo, en ese laberinto donde la imaginación les lleva a mil historias, que les hace ser más felices, que en el mundo real, donde las obligaciones te absorven, dejémoslos allí, donde están, y que no se compliquen la vida.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde.
Un abrazo enorme.
excelente como siempre .. FELICITACIONES
ResponderEliminarGracias por tu compañía, Ricky.
EliminarQue estés pasando un feliz día.
Un abrazo.
Sensible, profundo, cristalino como esa ventana por la que el devenir del viento se puede entrever. Tal vez lo entretenido para esa mente es recorrer el laberinto y creer q es uno diferente cada vez. Para los de afuera, que nunca entenderán, queda acompañar y amar sin condiciones.
ResponderEliminarBello texto!
Qué bonito lo has descrito, Etienne, gracias por transmitir tanta sensibilidad desde tu mirada, y de esa manera tan poética como lo haces, me da gusto leerte. Y tienes razón, es entretenido recorrer el laberinto, y descubrir nuevos mundos, aunque no lo entiendan los de afuera, mientras que los de dentro sean felices, dejémosles a su manera.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde.
Un beso enorme.
Maravilloso homenaje mi querida María. Maravilloso.
ResponderEliminarUn abrazo enorme lleno de cariño.
Gracias por tu compañía, mi querida Rita.
EliminarQue estés pasando un feliz día.
Un abrazo enorme.
Preciosa forma de hablar de algo que no nos gustaría que existiera.
ResponderEliminarSaludos
Algo que está ahí para todos, que puede existir, y que no nos podemos inhibir en hablar sobre estos temas que son de actualidad, de nuestros días.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde, Eugenia.
Un abrazo enorme.
“El sonido del viento azotaba el cristal de la ventana.”
ResponderEliminarMientras sus ojos miraban su figura incisos y prestos
A poder contemplar lo que en su interior afloraba
Junto al centelleo que la brisa labraba en su cara
Henchido de ababoles, sus ojos la contemplaban
Entre los acústicos sonidos que de su corazón brotan
Él se aferraba a su sombra la que nunca se ocultaba
Y juntos sobrevolaron sobre las nubes blancas
Entre suspiros el silencio los contemplaba
Y se aferraban sin recato a los quejidos de su alma.
Un abrazo
Es precioso lo que has escrito, mi querido amigo Antonio, siempre pones la nota poética con tus palabras, te venía echando de menos, gracias por seguir estando, a pesar de mis ausencias, y de haber tenido el blog cerrado por no poder atenderlo, te lo agradezco de corazón, esta preciosa prosa que has dejado que ilumina mi casita.
EliminarQue estés pasando un feliz día.
Un abrazo enorme.
Preciosa esta semblanza maternal, mi querida MARIETA! y no sabes lo bien que entiendo a Eva, sé que tú tb. Cuando la cabeza empieza a fallar, el consuelo que queda es suponer que ellos no lo pasan mal, sin embargo, al menos en lo que a mi me toca, esa desubicación que sienten, ese descoloque que no comprender pero perciben también les llena de angustia, cuando a mi madre le atacan esos momentos, afortunadamente no siempre pero sí a menudo, yo intento ponerme en su lugar e intento tranquilizarla diciéndole que a veces yo tampoco sé donde tengo la mano derecha, es la suerte de haber nacido despistada de nacimiento, vamos! que me zambullo en sus mundos siderales con ella, para que no se sienta extraña, para mi son conocidos de siempre : )
ResponderEliminarUn besazo inmeeenso cosa bonita !!
Imagino por lo que tienes que estar pasando, mi querida tocaya, pero tú eres una persona muy fuerte y optimista y sabes sacar partido de los malos momentos, zambulléndote también en su mundo, pero sí que es cierto que cuando tienen malos momentos se pasa mal porque no sabe una cómo tratarlos, aunque lo hagas con todo el cariño, pero es dificil tranquilizarlos, necesitan personas especializadas, es muy duro, pero tener el consuelo de que la tienes cerca te da fuerza, en mi caso ya no es así, que ya no la tengo y la hecho mucho de menos, no sabes cuánto mi querida tocaya, así que abrázala y disfruta de ella todo lo que puedas.
EliminarQue tengas una feliz tarde.
Un besazo enorme.
Sigue siendo un consuelo amable y respetable el de Eva. Que lo lleve adelante mientras pueda o aparezca uno mejor. Tierno relato. Va un abrazo, María.
ResponderEliminarLlevar adelante estas cosas es muy duro, pero la vida nos pone a prueba, es así, y es que hay tantas Eva como en este relato en la misma vida real.
EliminarQue estés pasando una feliz tarde, Julio David.
Un abrazo enorme.
Daría mucho por conocer a mi madre, quien falleció en 2006.
ResponderEliminarUn texto muy interesante, un saludo, les deseo un buen mes de mayo.
Yo también daría la vida entera por tener aquí a mi madre que falleció hace seis años aunque tengo su fuerza en mi interior porque me acuerdo de ella cada día, para mí no ha muerto, sigue viva, imagino que para ti también JoAnna.
EliminarQue tengas una feliz semana.
Un beso enorme.
Hay una belleza sutil y brillante en tus letras, más aún cuando en ellas se expresa el olvido involuntario
ResponderEliminarGracias por volver a comentar, Pablo, me alegra volver a leerte, gracias por tu compañía.
EliminarQue estés pasando una feliz semana.
Un abrazo enorme.
Mi querida... leerte siempre es una dulce fascinación!
ResponderEliminarBesos enormes!
Igualmente, mi querido amigo A.S., me resulta muy grata tu compañía, otro día iré a visitaros, que hoy ya se me ha hecho tarde.
EliminarGracias enormes por siempre estar.
Besos enormes.