miércoles, 18 de septiembre de 2024

"Testimonio de un gato"



Miau. Soy Zen. Un gato siamés simpático, travieso, curioso y muy patoso, lo reconozco, pero es que soy un niño, y yo solo quiero jugar, y descubrir cosas nuevas. Aunque sé que lo único que hago es romper todo lo que se me pone por delante. Ana me riñe y me dice que no hago más que hacer picias, que estoy quedando su casa sin ajuar, así que la mujer ha decidido quitar casi todos los objetos decorativos.

Hace un rato he roto un jarrón precioso que estaba encima de la mesa del salón. Aunque cuando yo sea mayor Ana comprará otro, pero sé que ya no será lo mismo, porque era un preciado recuerdo de su madre. Y ayer ¡zas! caí al suelo un cisne de china donde Ana guardaba los caramelos. La verdad es que lo hice añicos. Pero qué bien me lo paso haciendo trastadas. Jamiaujamiau.

Me encanta subirme en la mesilla de la habitación de Ana, para jugar con la lámpara. La he caído un montón de veces. ¡Pues sí que resiste! aunque ya está medio ladeada, creo que poca vida la queda. Jamiaujamiau.

Lo que más me apasiona es ir al baño para desenrollar el rollo del papel higiénico, lo arrastro por el suelo de todas las habitaciones, y lo rasgo. ¡Cómo disfruto!. Jamiaujamiau.

Me divierte jugar al escondite. Algunas veces me meto dentro del armario. Ana se pega cada susto, cuando no me ve, me busca por toda la casa, hasta que se le ocurre abrir el armario, y allí me encuentra debajo de su jersey. Jamiaujamiau.

Lula no quiere jugar nunca conmigo, es una gata muy aburrida, ya es muy mayor y solo quiere dormir. Siempre que corro tras ella se enfada conmigo enseñándome sus dientes y arañándome. Yo quiero abrazarla pero ella no quiere, es muy arisca. Jamiaujamiau.

Por la noche, la hora de dormir es una auténtica odisea porque los dos queremos dormir con Ana. Lula tumbada invade la almohada pegando en su cabeza. Yo me enrosco entre sus brazos. Lula se enfada y me pega porque solo quiere estar ella. Así que no dejamos dormir a Ana. ¡Qué paciencia tiene con nosotros la pobre!. La de arañazos que recibe como recompensa por nuestro amor tan apegado. A pesar de todo, Ana es un encanto, nos mima con todo cariño y todos los días nos regala chuches. No importa que haya sido travieso, a mí también me los dá. ¡Qué ricos están! Miau.



Más relatos jueveros en el blog de Neo


María


22 comentarios:

  1. El testimonio de Zen es elogioso para Ana, que recibe arañazos de sus gatos, que quieren dormir a su lado. Y capaz que no la dejan dormir.
    Y tiene que tener paciencia con los destrozos de Zen, algo típico de los gatos, con quien no se puede enojar.
    Besos especiales.

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  2. Has descrito como en verdad es el comportamiento de los gatos, son traviesos y cautelosos, rara vez rompen algo, pero claro, si la casa la tiene llena de adornos, el pobre no es invisible jajaja.
    Supertierno, este texto. Un beso, María, con todo mi cariño.

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  3. Ese será tu gato,
    o quizá , el retrato
    de quien eres?

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  4. Es que mayores son fantasticos, pero de cachorros son lo más de lo más. Y puedes patentar la risa gatuna jamiaujamiau...jajajja
    Abrszooo

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  5. Me has hecho reír con este relato pues este gato travieso de tu relato se parece a un gato que tuve y que se llamaba Pelusa y me las armaba gordas pero luego te miraba con esa carita de no haber roto un plato nunca que no me podía enfadar con él. Besicos

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  6. Que cosita mas linda la cara de ese gatito de la foto de tu relato, una preciosidad. pero qué superrevoltoso jajajajaja nunca he tenido un gatito, (si perrito) y por lo que cuentas tú pueden llegar a ser de lo más revoltosos jajajajaja pues nada paciencia que le vamos a hacer, ya que me imagino que cuando te mirán se te cae todo y no puedes reñirlos. Me encantó tyu relato.
    Un beso grande

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  7. Jjajajaja... sabes, los gatos son curiosos, me encanta cuando Lluvio acompaña a gloria al baño mientras ella , bueno, hace pis... (odio esa palabra.... porque las cosas se llaman por su nombre.).. la mira que me da envidia, y tiende a tirar de los encajes de su ropa intima... ese, si es un gato. jajajaja. Lo admiro , porque es tan inteligente como yo, porque también juego con sus encajes antes de sacarlos y perderme en ella. jajajaj que loco es Lluvio.

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  8. No tengo gato pero leyendo la histroia parece que son lindos y entretenidos, y mas cuando hay dos y de diferentes edades. Abrazos

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  9. Un relato que llega al alma del gato
    Lo pintas como es su temperamento, entre el juego y las travesuras. Un abrazo. Carlos

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  10. Hermoso relato, en cierta forma me recuerda a mi Olivia y Romeo, ella como es más vieja y por celos le pega y resopla a Romeo, pero por suerte ambos duermen conmigo sin pelear y no recibo arañazos.
    Muy bonito tu micro, un abrazo.
    PATRICIA F.

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  11. Zen parece un gato revoltoso, pero en realidad es su juventud juguetona. Ana a pesar de los arañazos estará feliz con Lula y Zen. Me ha resultado muy graciosa la forma en que Zen cuenta sus avatares diarios. Un abrazo

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  12. maravilloso -... como siempre .. impecable relato

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  13. Gostei das descrições de Zen. A fábula de sua rotina nos aproxima de suas vivências felinas.

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  14. Ese Zen no hace honor a su nombre, es un trasto y además muy risueño, pero es cierto que por muy revoltoso que sean los gatos los adoramos igualmente quienes los amamos.

    Besos dulces María.

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  15. Simpático relato, que invita a plantearte un perro como mascota, aunque los cachorros caninos también hagan travesuras.
    Un abrazo.

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  16. Vaya un trasto esta hecho! Casi puedo oir sus risas desde aqui! Juaujuaujuau! Un besote!

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  17. en mi casa hay cuatro gatos que son de mi sobrina y duermen con ella; y sí, ella tiene que dejar aquella habitación libre de adornos porque sino los destrozan. un relato muy verídico y encantador.

    besos.

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  18. ¡Qué vida más regalada!
    Se les perdona todo y más cuando son chiquitos. ;)

    Besos.

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  19. María tienes la capacidad de llevarnos a nuestros recuerdos y a precipitarme en una cama sencilla donde dormía con mi gato todos los días de mi niñez… algunas veces lo expulsaba a los pies de la cama porque cuando respiraba clavaba sus uñas en mi cuerpo y me despertaba… estaba bien alimentado ya que algún que otro ratón nos acompañaba tanto de noche como de día; incluso solía manosear a las cucarachas las que abundaban cuando apagábamos la luz de la bombilla de la cocina. (Para entender esto quizás diga que parte de las paredes de la casa eran de piedra o muralla de mas de medio metro de espesor, que en su tiempo fue la muralla de la ciudad.)
    Es curioso que ¡ya ves! Eres capaz de sacarnos los recuerdos de nuestra niñez, con un relato el de ese gato llamado Zen… El mío no tenía nombre, pero me seguía por la casa y me hacía compañía.
    Un abrazo zagala.

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  20. Olá, María, tudo bem?

    Esse gatinho é uma graça mesmo mas parece que está muito folgado, precisando de alguma disciplina...mas é difícil treinar e disciplinar gatos, eles nasceram livres...

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  21. Precioso gato que nos cuenta sobre sus juegos y distracciones, y el apego a su ama que seguramente muy bien lo cuida. Un abrazo, María y muchas gracias por sumarte al reto

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