Al abrir la puerta de mi cabaña me encontré en el suelo con tres sobres enumerados. A mí me extrañó encontrarme con aquello. Los cogí y me dispuse a abrirlos.
En el primero de ellos había un papel escrito con tan solo dos palabras: ¡Te quiero!. En el segundo había una frase más larga: Te espero a las doce de la noche en paseo del río. Y en el papel del tercer sobre ponía: No me falles.
Yo me quedé un tanto pensativa. ¿De quién podría tratarse? Porque no había ninguna firma ni ningún nombre. Así que tendría que esperar a esa hora para averiguar de quién se trataba. La curiosidad me intranquilizaba. Eran ya las doce menos diez cuando salí de la cabaña para dirigirme al paseo del río. Estaba cerca. Al llegar allí no había nadie. El silencio me asustaba. Esperé unos minutos. Hasta que de repente escuché el chasquido de unos pasos pisando las hojas secas de los árboles caídas en el suelo.
En ese instante, unas manos cubiertas con unos guantes me taparon los ojos. Yo grité. En ese momento alguien me colocó una venda en los ojos. A lo que yo pregunté: ¿quién eres que te siento tan misterioso?
Una voz masculina respondió: ya lo sabrás a su debido tiempo. Tienes que venir conmigo, tenemos que andar un poco, solo son unos kilómetros. Agarrate a mí, que yo te dirijo.
Yo le dije: Por favor, quítame la venda, quiero saber quién eres, qué es lo que quieres de mí, a dónde me llevas. No reconozco tu voz. Díme quién eres.
Al llegar a donde estaba el vehículo, me hizo adentrarme en él, después de atarme las muñecas.
No te haré nada si te estás quieta. Me dijo.
Yo estaba muy asustada. No entendía nada. Parece que estaba viviendo una pesadilla. Me aterrorizaba el desconocimiento de toda aquella situación que no podía controlar.
Me debí quedar dormida en el vehículo. Solo se que al despertarme pude ver a un hombre con el rostro completamente desfigurado.
Al instante, comprendí la razón de todo aquello. Mi expareja a quién le habían condenado a diez años de prisión por malos tratos hacia mí, se había escapado de la cárcel.
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María
Jopetas, María, yo que me estaba entusiasmando con un encuentro psicodélico, nos sorprendes con este final horroroso, ainsss… Bromas aparte intriga la tiene, el final has dado un giro inesperado.
ResponderEliminarVamos una vuelta de tuerca.
Un besote grande con todo cariño muakisss.
La verdad es que se me ha ido ocurriendo todo en el momento, y cuando lo he ido escribiendo ni yo misma sabía cual sería el final, ha sido al llegar a los últimos párrafos cuando me vino la idea de ese giro sorprendente jajajaja, no todo va a ser de novelas rosas jajaja.
EliminarUn besazo enorme, mi Campi.
Los años de cárcel no le habían servido a él para desear la reinserción y tampoco a ella el tiempo transcurrido para ser más precavida.
ResponderEliminarBuen relato.
Un abrazo.
Es verdad, parece que en este caso, la vida no ha dado una lección a los protagonistas, porque ella ya podía haber sido más precavida, y es que la curiosidad es atrevida porque ella misma se mete en el problema, y más sabiendo que había tenido una pareja maltratadora, parece que no le habían quedado secuelas.
EliminarUn abrazo, Macondo.
Hola María, tremendo relato, me dio miedo desde un principio pero el solo hecho de saber que era su ex condenado por malos tratos, sin dudas nada bueno se trae entre manos.
ResponderEliminarMuchas gracias por participar de nuestra propuesta de los jueves.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Ha sido un placer haber participado en vuestra convocatoria juevera, os felicito por el tema, a mí me ha inspirado rápidamente, tal vez por haber sido un tema de cartas en una cabaña jajaaja a mí me ha hecho volar la imaginación, me ha encantado.
EliminarUn abrazo, PATRICIA.
Y que hizo
ResponderEliminardespués el
muy cabron ?
La verdad que da para una segunda parte, pero puede ser escalofriante si sigo, mejor dejarlo ahí, a la imaginación de cada cual.
EliminarUn beso, Orlando.
¡Huy!
ResponderEliminarQue siniestro derivó.
Queda la duda si la protagonista vivía en la cabaña, por elección propia o para huir de alguien. Pero tenía ciertas fantasías románticas, al aceptar una invitación de un desconocido, de un remitenten anónimo. Y acudió a esa cita, sin dudar demasadio.
Lo cual resultó en un error. "No te haré nada si te quedas quieta", no suena tranquilizador, sino más bien amenazante.
Y que sea el ex, quien fue encarcelado por malos tratos, implica que no se trata de un final feliz. Más bien que ella está en serio peligro. Sometida a los deseos de alguien peligroso.
Te sale bien esa faceta más oscura.
Besos especiales.
Muy reflexivo tu comentario, me ha encantado, Demiurgo, sobre las dudas que planteas, aunque mejor que sea el lector que imagine por qué estaba en la cabaña. Cuando lo iba escribiendo no sabía el final, tal vez, podría haber sido otro, se me ocurrió al llegar a los últimos renglones. Pero como siempre escribo temas románticos, me gusta la idea de cambiar, y hacer algún relato más oscurous, porque en realidad a mí me encanta el suspense, aunque en este caso, más bien ha sido escabroso el tema, por lo de estar condenado por malos tratos, no resulta un buen final, sino todo lo contrario, no quisiera estar en el lugar de la protagonista. Lo que hace imaginar que ella pensaba que se trataba de otra persona para haber acudido tan entusiasmada a ese lugar. ¡Ay pobre lo que la espera!
EliminarBesos especiales, Demiurgo.
Me has dejado helada, asustada y cabreada. Aquí imaginando una sorpresa final y resulta que ha sido un susto. Abrazos
ResponderEliminarEs lo bueno que tienen los relatos, que no sabe una cómo acaban hasta que no se llega al final, cualquier cosa puede cambiar en cualquier momento.
EliminarAbrazos, Ester.
Relato con suspense...
ResponderEliminarUn abrazo.
Con sorpresa final.
EliminarUn abrazo, Rafael.
Tremendo, ya cuando le amarro las manos no me gustó nada para donde iba este hombre...Muy bueno el relato, me quedo con ganas de saber que pasaría! Besos por ahí!!!
ResponderEliminarNo iba con buenas intenciones, se le veía venir, aunque las cartas no parecían de esta persona maltratadora, pero es lo que tienen, que saben camuflar, son posesivos, e iba a por ella. Sí que podía haber continuado, pero no hubiera sido muy agradable lo que hubiera continuado, así que mejor dejarlo a la imaginación del lector.
EliminarBesos, Mari.
No creo que tenga las mejores intenciones esa ex pareja secuestrando a su ex novia, aunque también ella muy confiada para ir al encuentro con un desconocido. Una historia de terror.
ResponderEliminarBesos dulces María y dulce otoño.
Es verdad, más que de suspense, esta historia es de terror, has dado en el clavo. Y sí que es confiada e inocente la protagonista, que acude ilusionada a ese encuentro, aunque quién iba a imaginar que unas cartas tan cariñosas iban a ser de un maltratador, pero conociendo su vida pasada es como sino tuviera memoria.
EliminarBesos, Dulce.
Las obsesiones enfermizas parten siendo mentales, pero tarde o temprano se somatizan y afean la cara o el cuerpo o todo de quien la padece... E igual creí que iba a tener un giro erótico todo esto jeje Va un abrazo, Dorada.
ResponderEliminarEs verdad lo que dices, que las enfermedades mentales desfiguran el rostro, como el del personaje maltratador que estaba desfigurado, y no creo que un personaje de esas características fuera con buenas intenciones, sino todo lo contrario.
EliminarUn abrazo, Julio David.
Un relato que esta muy de acorde con los tiempos que vivimos… sobre todo vosotras las mujeres que es para muchas la realidad.
ResponderEliminarUn abrazo
Una historia que puede ser tan real como la vida misma, tantas mujeres maltratadas cada día y asesinadas por sus parejas, un tema muy de actualidad, por desgracia.
EliminarUn abrazo, Antonio.
Joder... qué duro y me temo que muy posible con tanto monstruo que hay...
ResponderEliminarBesos.
Muy bien definido, porque son monstruos, tan dañinos, capaces de hacer cualquier cosa.
EliminarBesos, TORO.
Me encanta porque cumpliendo con los términos del concurso de los sobres, juegas al suspenso, pero uno no sospecha de ese final que, queda para que el lector se imagine el resto de la historia, porque esta no para en este final. UN abrazo y mi aprecio. Carlos
ResponderEliminarAsí he hecho cumpliendo las normas de la convocatoria, partiendo de una cabaña y unos sobres, debía de construir el relato, y la imaginación me ha llevado hasta ese final, un tanto trágico, pero si lo piensas bien, está a la orden del día, hombres maltratadores que acosan a sus parejas y no paran hasta acabar con ellas, es terrible que pasen estas cosas en la vida, mejor dejarlo en el relato, pero el final que sea imaginado por el lector.
EliminarUn abrazo cariñoso, Carlos.
Tu historia es assustadora. Hay verdaderos monstruos entre nosotros que buscan libremente a sus víctimas.
ResponderEliminarCreo que nunca es prudente ni sensato salir con un desconocido tan misterioso!
Siempre es un placer leerte, querida amiga.
Un beso enorme!
Ha sido una ingenua la protagonista, acudir a la cita, con tanto entusiasmo, cuando había tenido ella ese pasado con una pareja maltradora, lo que pasa que quién la iba a decir a ella que él se había escapado de la cárcel, estaba segura de que su expareja seguiría allí, pero en la vida no hay nada seguro, hay que ser precavidos siempre, hasta en los relatos jajaja.
EliminarUn beso enorme, A.S.
¡Jopé, María! Eres la heredera del !Mago del suspense": Hitchok, sustos, miedos y cierto mosqueo que es la guinda del pastel Brrrrrmmmm...
ResponderEliminarAbrazo.
Has mencionado a uno grande, Hitckol, me encanta el mago del suspense, creo que he visto todas sus películas o casi todas, y algunas las he visto repetidas, me encantan. Me alegra que hayas disfrutado de mi relato, pero no llego ni a la suela de su zapato jajajaja, gracias de todos modos.
EliminarUn abrazo, Mari Carmen.
Vaya giro al finsl. Anda que me mandan a mi esa carta y ya me puede esperar. Sabiéndome fuera me okupan la cabaña.
ResponderEliminarSi se escapó y lo primero que hizo fue ir a por la protagonista, no debía llevar buenas intenciones.
Se ve que has seguido la consigna de la escritura automática, que es otra limitación salida wue aumenta el mérito del texto.
AbrZooo
Tú no te hubieras fiado ¿eh? jajajaja, la verdad es que yo creo que tampoco, aunque siempre digo que hay que verse en la situación del momento, porque lo mismo uno mismo piensa que va a reaccionar de una manera y luego reaccoina de otra, imaginando que puede ser otra persona, porque claro ella estaba segura de que su ex estaba en la cárcel pero... Efectivamente, es lo que hice al escribir el relato, automáticamente, lo que me iba saliendo jajaja.
EliminarUn abrazoooo, Gabiliante.
Un articolo davvero coinvolgente, che ho molto apprezzato.
ResponderEliminarUn caro saluto Maria
Me alegra que hayas disfrutado con el relato juevero.
EliminarUn abrazo, Silvia.
Inreresante e imquietante historia y..¡que valiente mujer! yo no hubiese ido ni loca...
ResponderEliminarne ha gustado mucho el relato, y SI, tu relato es digno de suspense...enhorabuena
Te acabo de leer Maria en un blog recien abierto, los donde participo mas es en el de poesía Calzando Sentimientos, ,,,,es el primer blog y lleva abierto desde el 2008, los demas son recientes excepto en el que ublique ms libros
Muchas gracias amiga mia, me alegra muchisimo que llegues , un fuerte abrazo
Sí que fue muy valiente acudir a esa cita, sobre todo, habiendo sufrido las secuelas del pasado, pero parece que la protagonista no se acordaba porque no lo dudó ni un instante. Gracias por decirme el blog que publicas más asiduamente, es que como tienes tantos, me hago mucho lío, así que ya lo sé para otra vez.
EliminarUn abrazo enorme, Stella.
Tremendo final, ya que nos habías sugestionado delicadamente, creo yo, a pensar en un final algo más sexy y sugerente! Je, je! Engaño genial! Un abrazote María!
ResponderEliminarNo había pensado en el final cuando iba escribiendo el relato, me surgió la idea en las últimas líneas, pero para que veas, que en los relatos todo puede pasar jajaja.
EliminarUn abrazo enorme, Marifelita.
es un final que se prestaba para muchas alternativas, y elegiste la más dolorosa.
ResponderEliminarfuerte.
un beso.
Sí que había muchas alternativas, es verdad, y parecía iba a tener un final romántico por las cartas ¿verdad? pero me surgió ese final a lo último, ya sabes, que la imaginación vuela.
EliminarUn beso enorme, DRACO.
Me alegra mucho no ser una persona curiosa, creo que nunca me habría presentado allí por mucho misterio que tuviesen los sobres :)
ResponderEliminarSospecho que las tasas de reinserción para cierto tipo de personas tras salir de la cárcel debe ser mínima. Cuesta admitir que ciertas personas no deberían vivir en sociedad porque sólo quieren dinamitarla.
Eres poco curioso por lo que dices, así que no hubieras tenido un percance de ese tipo, como tampoco hubieras tenido una aventura, corrías ese riesgo jajajaja, pero como dice un refrán "mejor lo poco conocido que lo mucho por conocer". Personas así no deberían existir, porque más que personas parecen monstruos, haciendo daño a los demás.
EliminarUn abrazo, Beauséant.
Eso es cierto, en este tipo de situaciones, el culpable nunca debe ser la víctima, el que hacías ahí a esas horas, porque fuiste no se donde, son palabras que sobran.. hay personas que, simplemente, me sobran.
EliminarAunque sabemos que la vida es una aventura y corremos el riesgo desde que nacemos para cualquier situación, y que no podemos vivir con miedo, pero sí podemos ser un poco más precavidos ante ciertas circunstancias. Yo desde luego que tampoco hubiera ido a esas horas de la noche, por mucha curiosidad que tuviera jajaja, hay que ser algo precavidos. Y estoy muy de acuerdo contigo, cuando dices que hay personas que me sobran, como te he dicho antes "mejor lo poco conocido que lo mucho por conocer" jajaja.
EliminarMuchas gracias por tu interés y atención, Beaséant, un placer reflexionar y charlar contigo, eres de esas personas que son un regalo, siempre aportas mucho. Me encanta tu compañía.
Un abrazo.
Hay que tener cuajo para soportar un contacto como ese, un completo desconocido en teoría que te aborda por detrás... El pánico al comprobar que era su expareja escapada de la cárcel lo he sentido hasta yo leyendo tu fantástica aportación.
ResponderEliminarMe ha encantado. Felicidades.
Horrible sentir que alguien te atrapa por detrás en plena noche, pero fue porque ella se adentró en busca del peligro porque no tenía que haber acudido, corría el riesgo de que fuera una trampa de alguien dañino, como en este caso, fue su ex, un maltratador a quién deberían haber vigilado más en la cárcel, capaz de todo, por seguir haciendo daño, y allí estaba, delante de ella.
EliminarUn abrazo, Marcos.
Debo insistir en que me ha encantado. Toda una demostración de tensión bien mantenida en todo el escrito y ¡boom!, la sorpresa final.
EliminarUn abrazo
Muchas gracias, Marcos, me hace feliz saber que has disfrutado con mi relato, y que te haya mantenido en tensión, me alegra mucho lo que me dices, de verdad.
EliminarQue pases un feliz fin de semana.
Un abrazo enorme.
Madre mía, que relato más angustioso María, lo que no esperaba es que fuera su expareja. Es que si se había escapado tendría que haber sido avisada. No quiero ni imaginar el resultado. Un abrazo
ResponderEliminarImagínate que estaba en busca y captura el maltratador, y tal vez hubieran intentado contactar con ella, lo que pasa que, en pleno bosque, no tendría cobertura su móvil, complicada situación la de la protagonista, mejor no imaginar el final.
EliminarUn abrazo, Nuria.
Una situación terrible y aquí se cumple el refrán "la curiosidad mata al gato". Besicos
ResponderEliminarMuy buen refrán, ese sí que viene como anillo al dedo, el que mencionas, eso la pasó a la protagonista por ser tan curiosa, mal resultado la espera.
EliminarBesos enormes, CHARO.
Que história intrigante! Você criou um clima de suspense e mistério desde o início, e a maneira como os envelopes foram introduzidos realmente chama a atenção do leitor. A progressão dos acontecimentos é intensa, especialmente com a revelação do ex-companheiro.
ResponderEliminarA descrição dos sentimentos de medo e confusão é muito vívida, o que faz com que a tensão se torne palpável. A expectativa em relação ao desconhecido é cativante e mantém o leitor na ponta da cadeira, desejando saber o que vai acontecer a seguir.
Adoro como você mistura emoções profundas com uma trama envolvente. Estou curiosa para ver como essa história vai se desenrolar! Parabéns pela narrativa tão instigante!
BEIJOS EM SEU 💗
🐾
Me encanta cómo analizas el relato, de una manera tan magistral, cómo te ha llegado, cómo lo has sentido al leerlo, esa emoción palpable y esa intriga que te ha atrapado, lo has descrito tan intenso, que me cautiva el leer tu comentario, me hace feliz saber que te he mantenido en tensión sintiendo curiosidad por conocer el final, un placer que hayas disfrutado de esta manera.
EliminarBesos enormes, Cléia.
Me ha dado pánico hasta a mi verle la cara desfigurada en mi mente. Muy bueno Maria, muy lograda la sensacion de miedo en el lector.
ResponderEliminarUn besazo!
Es verdad, solo de pensar, en un rostro desfigurado, ya empieza a latir fuerte el corazón por el miedo que puede dar una persona de esas características siendo un maltratador.
EliminarUn besazo, Morella.
Directa, intrigante y sorprendente por el suspense, que al final nos aterroriza...Real como la vida misma, y ese es el problema, que es real y ocurre, María...Hiciste bien en no seguir y dejarlo con ese final abierto...Vamos a pensar, que la expareja de la chica quiere hablar y no vengarse de los años de condena, todo puede ser...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo entrañable por tus buenas letras. Feliz otoño, María.
Es verdad, que puede ser tan real este relato como la vida misma, eso es lo triste y penoso, el que haya tantos maltratadores sueltos por ahí, y que pueden seguir haciendo tanto daño ¿verdad? pero mejor ser positivas, como lo has sido tú, pensando en un final menos drástico, porque todo puede ser, como bien dices.
EliminarUn abrazo enorme, Mª Jesús.
Se me ocurre que pasaron tantas cosas, y todas malas...
ResponderEliminarBesos.
Nada bueno hace presagiar estar ante un maltratador, miedo da.
EliminarBesos, Devoradora de libros.
María tú empieces es buenísimo, te engancha de verdad y luego te mantiene en vilo hasta el final para llegar a ese final tan inesperado.
ResponderEliminarMuy bueno tú relato.
Un abrazo.
Me alegra que hayas disfrutado con un relato de estas características, el que haya podido enganchar al lector es algo que me encanta.
EliminarUn abrazo, Tracy.
Qué arriesgada y crédula tu protagonista! Jamás hubiese ido sin saber de quien se trataba! No me atrapan con el misterio romántico! Jaja soy siempre mal pensada.. y en este caso, me hubiera salvado! Muy original giro le has dado al tema. Un abrazMaria aria
ResponderEliminarPues haces bien ser mal pensada, porque así te hubieras salvado, no nos podemos fiar de nadie, hay que cuidarse, no se puede ir por la vida a la buena de dios.
EliminarUn abrazo, Neogéminis.
Tremendo relato, María y muy real. Personas así no pueden traer nada bueno. El giro final no me lo esperaba, muy bueno.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un abrazo enorme.
Yo tampoco me esperaba ese giro final, se me ocurrió en el momento, a lo último, y es que la imaginación vuela y nos puede llevar muy lejos.
EliminarUn abrazo enorme, Rita.
¡¡Qué giro has dado al relato, María!!... andaba yo riéndome pensando que era Dulce que quería dar una sorpresa a la prota ;DDD Precisamente ese giro nos pone en guardia y hace insistencia en un tema bien grave que aún no se supera: Buenísimo relato y final que hace tomar aún más conciencia de lo que se sigue viviendo.
ResponderEliminarBuena tarde, María, un abrazo grandísimo y besos mil
Jjajaja así que pensaste que era Dulce dándonos una sorpresa con algún juego jajaja nooo nada tiene que ver en este caso, la sorpresa se la llevó la protagonista con un final trágico, qué ocurrencias haber ido a una cita sin saber quién era sabiendo lo que llevaba en su piel y en su mente, el recuerdo de unas secuelas del maltratador de su ex.
EliminarBesos enormes, Milena.
TERRIBLE
ResponderEliminarBien descrito, tan terrible este relato como lo puede ser en la vida real.
EliminarUn abrazo, Ricky.
que te secuestren tiene que ser una experiencia terrorífica. yo intentaría resistirme, pero quizá sería peor.
ResponderEliminarcuando la protagonista del relato vio quién era su raptor y en qué estado se encontraba, seguro que tuvo muchos sentimientos contradictorios.
besos, maría!!
Es que vaya ocurrencias que tuvo, ir a una cita a ciegas, sin saber con quién se encontraría, pues se encontró con lo peor, pero claro ella cómo lo iba a imaginar si su ex debería de estar en la cárcel, se conoce que la protagonista tendría ganas de tener una aventura con alguien jajaja.
EliminarBesos, Chema.
¡¡¡¡¡¡ ¿qué?!!!!!.... Dios, no me lo esperaba... acabo de caer en depresión. :(
ResponderEliminarUy espero que no sea así, que no hayas caido en depresión, tan solo se trata de un relato, tú estate tranquilo, que no pasa nada jajaja. Por cierto, en el enlace que han puesto para ir a tu blog no se puede entrar, a ver si consigo meterme desde tu perfil para ir a leerte.
EliminarUn abrazo, Gustab.
Un gran atrevimiento por parte de ella, lanzarse a una cita con un desconocido, tremendo final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, muy atrevida la protagonista, para ir a una cita sin saber con quién, así que luego no es de extrañar que se encontrara con lo peor, ella se lo buscó.
EliminarUn abrazo, Conchi.
Vuelvo de nuevo, querido amiga... leerte es una dulce fascinación! Sempre!...
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Muchas gracias por tu siempre compañía, querido amigo A.S., eres un cielo.
EliminarQue tengas un feliz fin de semana.
Un abrazo enorme.
Uyyy qué terrible final, María. Buen micro!
ResponderEliminarBesicos muchos.
Gracias por tu compañía, LA CASA ENCENDIDA, que pases un feliz fin de semana.
EliminarBesos.
No podía acabar peor...
ResponderEliminarEl relato tiene mucha intriga hasta ese tremendo final. La foto de la cabecera del relato, aunque me gusta mucho, no hacía presentir nada bueno.
Un abrazo María
Un relato con un fatal final, aunque al comienzo no parecía que iba a ser así, más bien parecía una cita romántica, pero igual que en la vida, en los relatos se les puede dar un giro radical.
EliminarUn abrazo, Fernando.
Ufff... escalofriante ese final.
ResponderEliminarElla... muy confiada al acudir a una cita con un desconocido. Lo que sigue te va encogiendo el corazón. No vaticina nada bueno. Me intrigó la razón del rostro desfigurado del sujeto.
Muy bueno, María. Logras mantener la tensión desde el principio.
Me alegra que hayas disfrutado con el relato, Galilea, y sí que fue confiada la protagonista para acudir a la cita sin saber quién era, imagínate cuando le vió, su propio maltratador con el rostro desfigurado, miedo da, mejor no poner el final.
EliminarUn beso enorme, Galilea.
Malas noticias, quizas como una especie de premonicion de que vienen problemas muy graves
ResponderEliminarAsí se le avecinaba, José, un mal pronóstico, delante de ella, su ex, a quién habían metido en prisión por haberla maltratado.
EliminarUn abrazo.
Buenoooooo, quiero creer que el rostro desfigurado del tipo sería por la manta de hostias que le habrá dado la protagonista del relato O_O. Interesante relato :)
ResponderEliminarUn beso María :)
Jjajajaja, me sacaste sonrisas con tu comentario, Gumer, pues sí que se las merecía, lo mismo por eso quedó con ese rostro.
EliminarUn beso, Gumer.
Muy buen relato, muy bien hecho, pero me has tenido en suspense hasta el final, bueno de eso se trataba,
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Un Abrazo
Me alegra que hayas disfrutado y te haya mantenido en vilo el relato, José Antonio, que pases un feliz fin de semana.
EliminarUn abrazo.
UFFFFFF no lo vi venir carajo. Qué final.
ResponderEliminarFue sorpresa final, Conejo, ya sabes que los finales pueden ser inesperados, de eso se tratan los relatos, de sorprender.
EliminarUn abrazo.
Que cartas mas intrigantes!! Especiales para tu historia que nos deja con cara de what¿¿?? y ahora? pues nada.-..que cada quien haga su propio final.., yo me anoto por un buen rato para el marido despues de tantos años preso y luego, que la deje ir...(pero yo se que eso no pasaria..),,besosss amigaa linda..
ResponderEliminarCartas románticas que no hacían presagiar un final de ese tipo, Diva, pero como todos los relatos, suelen existir giros, y de eso se trataba en esta ocasión, de que cada cual se imagine el final, que parece no va a ser nada bueno.
EliminarBesos enormes.
¡Ostras! al principio me esperaba una cita romántica :O Que final mal cruel :(
ResponderEliminarSaludos. AlmaLeonor_LP
Es que cuando fui escribiendo el relato yo tampoco imaginaba ese final, se me ocurrió cuando estaba terminando, Tribuna de Lobos, por cierto, luego voy a tu casita a leerte, que he visto eres tú la que convoca el relato de esta semana.
EliminarUn abrazo.
Parece una película de terror. He seguido la narración con interés un tanto acongojado
ResponderEliminarAbrazos
Sí que parece conseguí ese efecto de miedo, Luis Antonio, me alegra que hayas puesto tanto interés en mi relato.
EliminarUn abrazo.
Uf, el final... Ojalá la protagonista pueda escapar de su maltratador, ¡y ojalá estas historias se reduzcan sólo a la ficción!
ResponderEliminarQue empieces maravillosamente la semana, querida María <3
Un besazo
Ojala no existieran en la vida real los maltratadores, pero por desgracia existen, mi preciosa Dafne. Me alegra volver a leerte, deseo que pases una feliz semana.
EliminarUn beso enorme.
Es sabido que no hay que dejarse llevar por la confianza...
ResponderEliminarSaludos,
J.
Así debería ser, no debemos ser tan confiados que luego mira lo que puede pasar, José A.
EliminarUn abrazo.
Tremendo final! Tal vez la inocencia de la protagonista, el creer que está a salvo, el no pensar que podría haber algún riesgo en esa invitación. Tres cartas para un solo objetivo, asustar y obtener una revancha largamente esperada.
ResponderEliminarFue muy inocente la protagonista acudiendo a la cita lo que pasa que la curiosidad es lo que la empuja a ir, sin pensar que podría tratarse de una trampa, como ha sido en este caso, de su ex para vengarse de ella.
EliminarUn abrazo, Etienne.
Da bastante angustia.
ResponderEliminarBesos.
Este tipo de relatos de miedo sí que es verdad que dan intranquilidad al leerlos, Alfred.
EliminarBesos.
Uma história que nos deixa curiosos com o que irá acontecer. Muito bem contada.
ResponderEliminarUma boa semana.
Um beijo.
Un final abierto para que cada cual imagine su final, aunque no parece presagiar nada bueno, Graca.
EliminarUn beso.
¿Cómo sigue siendo tan confiada, después de la experiencia que tuvo en el pasado? Es cierto que las víctimas de maltrato suelen sentirse atraídas por controladores (esa advertencia final: "No falles"). Y los maltratadores, nunca cambian.
ResponderEliminarPues es verdad, lo que dices, El Vici, es raro que alguien que haya sido maltratada confíe en alguién que no sabe quién será ni con quién se encontrará. Por eso se puede aplicar un refrán que dice: "el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra". No espabilamos. Está claro. Como también está claro lo que dices, que no cambiamos. Cada uno es como es. Y así. seguiremos siendo.
EliminarUn abrazo.