Ya no podemos hacer aquel viaje que tanto deseabas hacer conmigo. ¿Te acuerdas? Querías ir al Caribe. Disfrutar de sus playas, de su mar, de su belleza. Los dos juntos de la mano paseando. ¡No! Ya nunca podré hacerte ese regalo.
Al principio, no fuimos porque no me alcanzaba el sueldo. Después, cuando tuve un trabajo decente, no pudimos ir, por falta de tiempo. Mi nuevo trabajo requería mi total dedicación y responsabilidad. Y, cuando, por fin, tuve unos días de vacaciones, tu salud empeoró. Siento tanto que tu deseo se quedara en el aire sin cumplir. No me lo perdonaré jamás.
Hoy, en tu cumpleaños, te regalo rosas. Pero ya no las verás. No podrás disfrutar de su aroma, ni de su belleza. También te regalo un poema escrito con el corazón que quedará grabado en tu tumba. Tampoco lo leerás. Tal vez, cuando yo me vaya contigo, allá donde estés, podamos, por fin, disfrutar de ese viaje que quedó pendiente.
Juntos tú yo de la mano en el alma
volaremos hacia el universo de los sueños
nos encontraremos para viajar
hacia las playas de ensueño
amándonos eternamente.
Tuyo, siempre, tu amado
María
Serán unas playas surrealistas con cielos de azul imposible y arenas como las de los cuadros de Dalí. Así se las contaría yo.
ResponderEliminarBesos.
UFF, María me cuesta leerte en este registro, es tan triste que ese sueño no se llegara a cumplirse que me da mucha tristeza.
ResponderEliminarPor eso las cosas espontáneas son las mejores, el dejarlo todo para otro día todos lo hacemos y es un error. Un besazo con todo mi cariño.
Feliz semana corazón.
Muy emotiva esta entrada... cuantas cosas dejamos de hacer porque pensamos que tenemos tiempo para hacerlas pero el destino tiene otros planes que nos impedirá hacer todos nuestros planes. Besicos
ResponderEliminarLO que nos demuestra, que nunca vivimos el día a día como sería lo ideal.
ResponderEliminarEstamos equivocados y siempre lamentamos lo que no hemos hecho a su tiempo.
Besicos muchos.
Un relato (ficticio, espero) las playas de las islas Cíes, no tiene nada que envidiar a las caribeñas. Abrazos
ResponderEliminarLa enfermedad fue algo inoportuno, ambos se merecían ese viaje.
ResponderEliminarTal vez no fue una elección voluntaria de ella, el postergarlo indefinidamente, sino fueron los compromisos contraídos en ese trabajo. Algo que no siempre se puede evitar.
Besos especiales.
Un abrazo para soñar en tus letras.
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