Soy el más débil, el peón, en un tablero de ajedrez para enfrentarme al enemigo. No sé qué camino tomaré. Tan sólo es cuestión de que me dirijan unas buenas manos que acaricien mi ruta. Me pueden llevar lejos. Puede que tropiece con la dama. O me encuentre cara a cara con la reina. Tal vez llegue a hacer jaque al rey. De ilusiones también se vive...
No me gusta que se me crucen los caballos. Ni tampoco los alfiles. Me gusta encontrarme con las torres tan esbeltas con aire de nobleza.
Yo sigo el camino. De un lado a otro. Ya me voy cansando. Parece que la partida se está alargando demasiado.
Observo la cara de ambos jugadores. Están muy concentrados. El jugador rival se ha detenido a mirar fijamente las piezas por encima de sus gafas, mientras da unos sorbos al wisky y unas caladas a su cigarrillo. Parece que tiene algo difícil la jugada.
Le están entrando sudores... Le tiembla el pulso... Se le ladea la cabeza... Se está tambaleando... ¡Plof! se cayó al suelo.
María
Es una partida de ajedrez muy particular y muy bien jugada. Felicitaciones querida amiga.!!
ResponderEliminarHay muchas clases de partidas de ajedrez, en este caso, esta sí que ha sido muy particular, y además, no tuvo buen final, por lo que se ve, no se sabe quién ganó, pero sí el que perdió, que parece que terminó mal.
EliminarNo sale tu perfil, sale como anónimo, no sé quién eres, pero mil gracias por tu comentario.
Un abrazo.
El Peon ... el más sencillo .. quizá el más debil ... pero todos juntos un gran ejercito
ResponderEliminarQué razón tienes, Ricky, que aunque sea el más sencillo el peón, todos juntos pueden formar un gran ejército, así es, la unión hace la fuerza.
EliminarUn abrazo.
Un abrazo en la tarde.
ResponderEliminarGracias, Rafael, igualmente, un abrazo.
EliminarOhh un giro impredecible al final...
ResponderEliminarMe encanta como te quedó el reto!
besitos mi María bonita!
Me alegra que hayas disfrutado del relato, Lunaroja, gracias por leerme.
EliminarUn beso enorme.
Jejeje! El final es, como poco, sorprendente.
ResponderEliminarEl relato es estupendo, recorriendo el tablero y fabricando una intriga que nos lleva a un final inesperado.
Un abrazo María
Ya sabes Fernando que cuando se juega al ajedrez todo puede ocurrir, como en este relato, un final inesperado.
EliminarUn abrazo.
Soy mas de las
ResponderEliminardamas , este
no me gusta .
A mí también me gustan las damas, y otros tipos de juegos de mesa, y al ajedrez he jugado mucho de niña con mis hermanos mayores y siempre perdía jajaja.
EliminarUn abrazo, Orlando.
Me encantó el relato María y ese plof! me ha hecho mucha gracia. Besicos
ResponderEliminarQué bueno CHARO que te haya hecho gracia la expresión de la caída del jugador.
EliminarMuchos besos.
Me gusto la partida que nos dejaste de ajedrez, desde el punto de vista del peón. A veces un peón le hace jaque al rey, difícil, pero no imposible. Un besazo, mi querida María.
ResponderEliminarEs verdad, no hay nada imposible en la vida, y aunque sea algo realmente dificil que los peones le hagan jaque al rey, todo puede suceder, aunque al final la partida quedó en tablas, mejor dicho en suspenso, porque no se sabe quién ganó jajaja, mi querida Campirela.
EliminarUn besazo enorme.
El final me ha sorprendido! Me ha recordado a un corto de Disney llamado "El juego de Gary" , te lo recomiendo.
ResponderEliminarMuy cierto que el peón es el más simple y con menos capacidad de movimiento, pero también puede pasar desapercibido hasta hacer jaque al rey....
Me ha encantado! Un abrazo
Qué bueno que te haya recordado a un corto de Disney. No conozco ese corto que me dices, lo miraré a ver, gracias por la recomendación, Sckw-712. Tienes razón, un peón puede pasar tan desapercibido que quién sabe si le puede hacer jaque al rey. Nada es imposible. Un placer tu visita, y me alegra que te hayas unido a los relatos jueveros.
EliminarUn abrazo.
Me gusta lo que escribiste, para el jueves de Marí.
ResponderEliminarEl ajedrez desde el punto de vista de una de las piezas más modestas.
Está claro que fumar es un mal hábito. Y le costó caro al jugador que lo practicaba, aunque tal vez sobreviva.
El peón es la pieza que puede hacer que regrese otra, como la reina.
Besos especiales.
Me alegra que te haya gustado el relato del ajedrez, Demiurgo, la verdad es que se me fue ocurriendo a medida que lo iba escribiendo, es mi táctica, lo que se me ocurre en el momento lo voy plasmando. A mí desde siempre me ha gustado el ajedrez, lo que pasa que hay que pensar mucho, yo solía jugar en la niñez con mis hermanos pero siempre perdía, a pesar de todo, me encantaba. El tabaco desde luego que mata, vete a saber si le costó caro al jugador, lo mismo hasta le dio un infarto.
EliminarBesos especiales.
Creo que el wisky le ha dado jaque mate.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajaja, y además de verdad, Macondo, entre sorbos de wisky y tabaco, buf mortal.
EliminarUn abrazo.
"¡Plof! se cayó al suelo" es un final magnifico el plof pone una sonrisa, el whisky lo tumbó pero nunca hay que darle la espalda al peón, puede hasta ganar batallas. Abrazucos
ResponderEliminarEs verdad, Ester, no importa que el peón sea simple, al final, quién sabe si fue ganador, nunca se sabe quién es el ganador de batallas hasta el final.
EliminarUn abrazo enorme.
Sí, nunca se debe subestimar a un peón.
ResponderEliminarBesos
Totalmente cierto, Erik, el más simple puede ser el vencedor.
EliminarBesos.
Interesante la perspectiva de esta partida de ajedrez...
ResponderEliminarQué placentero es ganar la partida con el movimiento de un peón, es la victoria de los humildes.
Besos
Me gusta lo que has dicho sobre la victoria de los humildes con el movimiento del peón, Alís, muy bonita tu descripción.
EliminarBesos.
jajaja Ese final no me lo esperaba, me encantó! El peón es pequeño pero numeroso, la unión hace la fuerza...no debemos subestimarlo...Ya está subido tu enlace...Besos por ahí!!!
ResponderEliminarUn placer haber participado en tu convocatoria, Mari, te felicito por ser la anfitriona, y me alegra que te haya gustado ese final.
EliminarBesos enormes.
El ajedrez es un juego inteligente y está partida deja ver la destreza ruta para mover desde lo literario las fichas del juego. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarLa verdad es que así es, Carlos, un juego inteligente, para pensar e intentar dar jaque al rey, cada movimiento es un acercamiento para intentar vencer al enemigo.
EliminarUn abrazo.
Sin los más débiles nada sería posible.
ResponderEliminarBesos.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, Devoradora, todos nos necesitamos.
EliminarBesos.
Un pobre y simple peón, narrando las vicisitudes de su existencia en una partida, viendo caer al cerebro enemigo.
ResponderEliminarGenial!!! ;)
Un beso.
Qué bien lo has resumido. Me alegra que te haya gustado Alfred, me hace feliz.
EliminarUn beso.
al final el peón ha resultado más resistente que los diosecillos que controlaban la partida :)
ResponderEliminarJjajaja es verdad, Beauséant, quién iba a decir que el peón, el débil, iba a ser el más resistente jajaja.
EliminarUn abrazo.
Belissimo teu relato querida amiga! O final é estupendo e surpreendente.
ResponderEliminarOs peões são pequenos...mas são muitos. Genial...!!!
Tens muita criatividade e talento.
Beijos!...
Los peones son pequeños y débiles, pero mira todos juntos pueden llegar a ser resistentes y ganar la batalla, A.S. Así es. Me alegra que hayas disfrutado del relato.
EliminarBesos.
Un relato muy original, personificando al peón que dentro de esa debilidad guarda mucha valentía porque es el primero que va al frente y también posee mucha nobleza ya que aun exponiéndose sabe que no es quien pondrá en jaque al Rey, eso sería muy raro. Y el final sale del tablero, el Jaque Mate del propio jugador. Muy bueno María, solo un detalle si me permites, dices: "con las torres tal esbeltas" y creo que has querido decir "tan esbeltas".
ResponderEliminarBesos dulces y dulce semana.
Me ha gustado el resumen que has hecho, Dulce, sí que es cierto que aunque el peón es débil, puede ser tan valiente como los demás enfrentándose ante todos, y aunque es raro que de jaque al rey, pero no hay nada imposible. Gracias por decirme ese error que no me había dado cuenta, ya cambié la "l" por la "n", qué despistada soy.
EliminarBesos.
Muy original tu relato, María...Un simple peón puede realizar toda una odisea, es cierto...Creo que todos somos "peones" de la vida, nos mueven las ideas, las circunstancias y la constante evolución de los cambios estacionales. Es importante tener voluntad, resistencia y paciencia, porque en este "ajedrez de vida" todo puede pasar, porque los más fuertes, a veces, caen los primeros, mientras que los más débiles resisten y mantienen su fé hasta el final...Mi felicitación por la originalidad, sencillez y frescura de tu relato.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y feliz otoño, aunque se que prefieres la primavera, María.
Extraordinaria reflexión la que haces, Mª Jesús, me ha encantado lo que has dicho nos mueven tantas inquietudes, tantas circunstancias en este tablero donde nos movemos que es la vida, lo importante es tener fuerzas, y no detenernos ante las adversidades que se nos pongan por delante, resistir y vencerlas hasta el final. Maravillosa tu mirada interior, me alegra mucho leerte por tus mensajes tan positivos, querida amiga, gracias enormes.
EliminarUn abrazo enorme.
Como en la vida misma, la posición del peón es la más difícil. Pero no os engañeis, a veces el más insignificante puede tener la partida en sus manos! Je, je! Un abrazote!
ResponderEliminarQué razón tienes, Marifelita, lo que se cree insignificante puede ser lo más importante, lo que resulte, el que gane la batalla, porque las apariencias engañan, bien cierto es.
EliminarUn abrazo enorme.
Sempre piacevolissime, le tue pagine, un caro saluto
ResponderEliminarGracias por tu compañía, Silvia.
EliminarUn abrazo.
MARÍA
ResponderEliminarQue excelente jugadora, te deslizas por el tablero con la misma ductilidad que con tus trazos, llevando la partida bajo completo dominio, de tu capacidad literaria.
Un gusto haberte vuelto a encontrar, un lujo acompañarte.
Te dejo un besito dulce, querida amiga, pásalo rico
LÚCAS
Me alegra volver a verte por mi rinconcito, LUCAS, gracias por tu visita, y por tus bonitas palabras, un placer disfrutar de tu compañía, y me alegra que te haya gustado mi jugada de ajedrez, ya sabes que hay que aprender a jugar a todo, y algunas veces se gana, y otras veces se pierde, en los juegos es así, como en la vida misma. Espero que vuelvas cuando gustes.
EliminarBesos.
Hola María, me gusta mucho tu historia vista desde el punto de vista del peón, excelente y el giro del final me ha sorprendido.
ResponderEliminarAlgunos creen que el peón es el de menor importancia, pero sabiéndolo usar se puede ganar la partida.
Muy buen micro.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Qué razón tienes, PATRICIA, todas las piezas son fundamentales para jugar la partida y poder ganarla, incluso, los peones tienen su importancia, aunque sean sencillos. Me alegra que hayas disfrutado y te haya sorprendido el final.
EliminarUn abrazo enorme.
Hay ocho peones en cada bando: pero mera estadística, por lo menos UNO tiene aires de nobleza o deseos de grandeza y se juega la cabeza por hacerle jaque o jaque mate al rey. A ese peón hay que tratarlo con tanta protección y cuidado y cariño, como si se tratara del propio rey o reina. Va un abrazo, Dorada.
ResponderEliminarQué bonito lo has dicho, Julio David, aunque sean ocho los peones, en este caso, el protagonista ha sido uno de ellos, el que intenta hacer jaque al rey, y aunque no haya ganado, el pobre lo ha intentado, así que, que menos que homenajearle como se merece.
EliminarUn abrazo enorme.
me hizo reír la parte final del relato. no lo esperaba.
ResponderEliminarun beso.
Cuánto me alegra que te haya hecho reir el final, DRACO, a veces, puede ser tan inesperado, y en este caso, fue así, algo realmente sorprendente jajaja.
EliminarUn beso enorme.
ResponderEliminarSolo los peones hacen posible que la conciencia retome de nuevo el camino andado por los astros apagados, cansados y deteriorados e inservibles los que gracias a la llama de la candela junto a ese tizón al que con un simple soplo hace brotar la llama; la que, desde su espíritu ya encauzado de nuevo sea capaz de enfrentarse al ADVERSARIO sin temblarle el pulso, ya que su agonía la traspaso con la cabeza alta al final de su camino donde le espera sin acoso, llevando tras suya la sombra que todo lo decide e incordia, nos incordia, aunque sea nuestra compañera de por vida.
Quizás se este tambaleando ya su figura la que arrastra su cuerpo, menos a su mente, la que vuela y volara de por vida.
Un abrazo
Los peones aunque débiles, son los que unidos, hacen la fuerza, e intentan unirse, para alcanzar el objetivo, y es lo que se ha pretendido, aunque no fue el resultado el haber ganado en esta partida de ajedrez, pero en la vida misma también puede suceder, que los débiles unidos, sean capaces de enfrentarse a las batallas de la vida, y quién sabe, pueden ganar. Muy bonito tu comentario poético, Antonio, un gusto leerte.
EliminarUn abrazo.
Tanto pensar, tanto pensar... mira cómo acabó...
ResponderEliminarBesos.
¿Ves? es mejor no pensar tanto, que de tanto pensar, luego uno mira como acaba jajajaja.
EliminarBesos, TORO.
Sendo fraco, o peão pode vir a assumir posição de capital importância e acabar por decidir o jogo.
ResponderEliminarAssim é, também, na vida em que o mais forte pode vir a ficar em situação deficitária.
Abraço de amizade.
Juvenal Nunes
Muy cierto lo que dices, Juvenal, al final es el que decide la partida, tal vez los que se creen débiles, luego son los más fuertes, como en la vida misma, muy acertado tu comentario.
EliminarUn abrazo enorme.
Hola María, el estrés que sufre por la partida acaba por desplomar al rey. Aunque no lo parezca los peones también tienen su parte importante en la partida. Un abrazo
ResponderEliminarEs lo que tiene el estrés, que puede terminar uno con tal ansiedad que puede afectar al corazón y sufrir un infarto, así que hay que tomarse las cosas con más calma, el estrés no es nada bueno.
EliminarUn abrazo, Nuria.
nunca te fies de lo aparentemente más débil, una pizca de arsenico acaba con un elefante. Buena partida de ajedrez Un abrazo
ResponderEliminarQué gran verdad lo que dices, Rodolfo, no hay que fiarse de nadie, a saber lo que puede hacer un débil, un buen ejemplo has puesto, estoy de acuerdo contigo en tu reflexión.
EliminarUn abrazo.
Fantástico, me ha encantado ese peón ganador!
ResponderEliminarAplausos mil, María, las partidas de ajedrez son como la vida misma...
Mil besos te mando, muy feliz miércoles noche!
Bueno en realidad no fue ganador el peón, no hubo ningún ganador, debido al incidente final, si has leído bien, ninguno ganó la partida, Milena.
EliminarMuchos besos.
Es cierto, María, me he expresado fatal... me ha gustado el protagonismo del peón...
EliminarBuen fin de semana, un beso
Milena cielo no te preocupes, a mí me pasa montones de veces que me expreso mal o lo interpreto a mi manera, nada de qué disculparse, faltaría más, preciosa.
EliminarQue estés pasando un feliz día en la festividad de la hispanidad, un beso enorme.
Un magnifico relato juevero, y con un final de traca ¡Plof! jajajajaja "tá güeno"
ResponderEliminarBesos.
Jajaja el jugador no lo debió pasar nada bien, pero como es un relato, mejor reir que llorar Mari Carmen, que bastantes desgracias hay en la vida real.
EliminarBesos.
Pareciera que el Rey va a seguir el mismo destino que el dueño de la mano que lo movía. Caerá, y será preso de su destino.
ResponderEliminarLindo texto!!
Besos bella!
El que cayó sí que fue el pobre jugador que menudo golpe se debió dar al caer jajaja y con él su rey, así es el destino, impredecible, Etienne.
EliminarBesos.
Un drástico final, con uno de los jugadores cayendo envenenado. Excelente composición, sencilla en su desarrollo pero con una descripción inicial de la humildad del peón que no pasa desapercibida.
ResponderEliminar"Tan sólo es cuestión de que me dirijan unas buenas manos que acaricien mi ruta". Me parece precioso.
Un punto de vista el del narrador-peón que anima a compartir la historia como si uno mismo fuese el protagonista.
Enhorabuena por tu aportación, María.
Abrazos.
Mira tú le diste otra versión distinta, me ha gustado, tu perspectiva, el que el jugardor cayera envenenado, gracias por tu aportación. Y aunque parecen tan humildes los peones, todos aportan algo, incluso, pueden llegar a ganar la partida, a pesar de su sencillo movimiento. Me alegra que te haya gustado esa frase que mencionas, Marcos. Ya sabes que las manos que dirigen pueden ser esenciales para todo, para dirigir una partida, para acariciar, para dar un apretón de manos, gestos inmensos con una simple mano, se puede ganar una batalla. Un placer siempre leer tu perspectiva.
EliminarAbrazos.
El ajedrez es un deporte de riesgo ^.^ Me encantó tu relato desde el punto de vista de un peón, pero estoy en desacuerdo con su primera sentencia: el peón es de las fichas más fuertes.
ResponderEliminarUn besazo enorme, preciosa, y feliz semana
Totalmente cierto, mi preciosa Dafne, el ajedrez es un deporte de riesgo jajaja, fíjate que estresado estaba el jugador que hasta le dio un infarto, todo puede ocurrir, incluso, en un juego, y sí que es cierto que el peón puede ofrecer mucho.
EliminarUn besazo enorme.
cierto, el ajedrez parece combina con muchos otros vicios: fumar y tomar principalmente
ResponderEliminarEs verdad, Jose, parece que los juegos de mesa, invitan a fumar, y a beber, vicios todos, que parecen placenteros, pero que pueden ser altamente peligrosos, incluso, el del juego.
EliminarUn abrazo.
Que texto encantador! A metáfora do peão, a peça aparentemente mais frágil, se transforma em um símbolo poderoso da jornada humana, onde cada passo é guiado por decisões que nem sempre estão sob nosso controle. Senti a delicadeza e a sutileza com que você descreve a fragilidade do peão, que vai se movendo pelo tabuleiro da vida, enfrentando suas próprias incertezas e confrontos, e ainda assim mantendo uma leveza encantadora.
ResponderEliminarA maneira como você narra a partida, trazendo os detalhes dos jogadores, nos coloca dentro da cena, quase sentindo a tensão no ar. A descrição do adversário cambaleando e caindo é inesperada, mas também tão humana, como se mostrasse que mesmo em um jogo de estratégia e racionalidade, o inesperado sempre pode acontecer. Achei esse final surpreendente e envolvente!
Um texto tão singular e cheio de nuances!
AFAGOS POÉTICOS EM SEU 💗
🐾
Qué precioso tu comentario, Cléia, me encanta leer tu reflexión, se ve que está leída con detenimiento, porque sacas unas bonitas conclusiones, además, reflexionas sobre el viaje humano sobre los pasos de la vida que no siempre están controlados, entre incertidumbres de la vida. Tienes una bellísima manera de narrar cada detalle, y no te imaginas lo que disfruto leyendo tu versión. Con comentarios como el tuyo merece la pena estar aquí, de verdad, me levantas la moral, y te lo agradezco de corazón. Un placer enorme leerte siempre.
EliminarBesos enormes.
Comento do fundo do meu coração amiga, o que me toca a alma.
EliminarBom fim de semana com muitaluz e amo.
AFAGOS POÉTICOS EM SEU 💗
🐾
Se nota que lo dices desde lo más profundo de tu alma, querida Cléia, porque así llegan tus palabras, de esa manera, gracias enormes por tu compañía, te deseo igualmente, que estés pasando un feliz día, y disfrutes del fin de semana.
EliminarBesos enormes.
Esos pobres peones sometidos a la estrategia caprichosa que decida cada jugador, suelen ser los primeros que caen, sacrificados para atacar y despejar el camino. Cuánto se parece el juego a la vida real, lamentablemente jeje. Un abrazo
ResponderEliminarEs verdad, son marionetas manejadas por esas manos que les dirigen, son los sacrificados, y como bien dices, Neo, en la vida real es así, somos marionetas dirigidos por los poderosos.
EliminarUn abrazo.
tanto esfuerzo mental que requiere el ajedrez, al final no puede ser bueno!! ;)
ResponderEliminarel peón es la pieza más débil en principio, sus movimientos están muy limitados. pero es la única pieza que se puede transformar en reina si llega al final del tablero.
besos, maría!!
Qué razón tienes, Chema, que tanta concentración no es buena, puede llegar a producir ansiedad y terminar como el jugador del relato. Y sí que es verdad, que el peón aunque sea la pieza más débil, no me acordaba que es el que se puede transformar en reina, es verdad, mira tanto tiempo que llevo sin jugar que no me daba cuenta de ese detalle tan importante, gracias, Chema, por recordármelo.
EliminarBesos.
para un ajedrecista ni una pieza esta demás, he visto mates con dos peones y un rey.
ResponderEliminarTodas las piezas en una partida de ajedrez son importantes y necesarias, Gustab, y no hay que menospreciarlas.
EliminarUn abrazo.
Te quedo buenisimo, pero
ResponderEliminarla verdad, nunca aprendi,
este juego.
Besitos dulces
Siby
Es un juego que requiere mucha concentración, Siby, no es nada fácil ganar, aunque jugar sí sea fácil, y entretenido, pero ganar no te creas que es fácil, a mí me gustaba mucho, lo que pasa que hace años y años que no juego, ya casi lo tengo olvidado.
EliminarBesos.
En ajedrez, como en todo lo demás, no importa el tamaño sino como se mueve jajajajjaa y estoy hablando de los movimientos en el tablero, vale?? que hay que explicarlo todo bien, porque si que un peón puede acorralar al Rey...y todo el día como que voy a estar pensando en los peones del relato de Gustab ajjaja ay dioo si es que una ya noi está para esas visiones....un besoteeeeee amiguii
ResponderEliminarAsí es, Diva, lo que importa es el movimiento en la partida de ajedrez o en cualquier otro juego, el tamaño no es tan importante, es saber moverse para jugar bien, y no no pensamos mal jajaja ¿eh? gracias por tu simpatía, preciosa.
EliminarUn beso enorme.
Gracias a ti te descubro.
ResponderEliminarMuchas gracias María!
Interesante y ocurrente metáfora de la competencia y la lucha en la vida entre el poderoso y el vulnerable.
Me ha gustado!
Te saludo y deseo tengas bonito fin de semana!🙌
Muchas gracias te agradezco tu visita, Grace, me ha gustado cómo lo has descrito, interesante tu aportación, un placer tu compañía, puedes volver siempre que quieras a este sencillo rinconcito que ya es tu casa desde ahora.
EliminarQue tengas un feliz fin de semana, un abrazo.
Hola, madre mía qué agobio, solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta. Qué buena es la rutina, aunque sea la rutina de las redes sociales solamente. Aunque no hay que enviciarse con ella, jeje. (Me meto en el relato como si fuera de verdad ;-).
ResponderEliminarMuchas gracias por participar.
Un abrazo. :)
Hola Anónimo, no sé quién eres, pero gracias por tu visita, parece que te debes de haber confundido de entrada, porque estas comentando sobre las redes sociales, y ésta entrada se refiere al juego de mesa el ajedrez que nada tiene que ver con las redes sociales, pero gracias igualmente por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
Corto conciso y real como la vida misma.
ResponderEliminarMe encanta.
Feliz fin de semana,
Un Abrazo
Así es la vida, corta y real, José Antonio, muy real, tan real como verídica, aunque este relato sea inventado, me alegra que hayas disfrutado.
EliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Como en la vida el ajedrez es un juego de estrategias, cada partida es una encrucijada que resolver y a veces surge la sorpresa.
ResponderEliminarLe diste jaque mate a tu relato.🙂🌹😘
Agapxis
Qué sorpresa verte por aquí, Agapxis, me alegra verte, se te extraña mucho por el mundo bloguer, ójala que decidas regresar para poder disfrutar de tu poesía, que se te extraña, pero estoy muy agradecida de tu visita, y qué razón tienes que el ajedrez es un juego de estrategias, y sobre todo, de pensar y mucho, pero nunca se sabe el final quién es el ganador, aunque lo importante es jugar, como siempre digo.
EliminarUn abrazo.
A uno de los jugadores la partida le ha vencido. No ha sido su contrincante, ha sido la vida. Muy curioso ese final. Me ha encantado.
ResponderEliminar👏👏
Qué bueno tu comentario, Galilea, me ha encantado tu reflexión, qué razón tienes que ha sido la vida quién le ha vencido al jugador la partida, un placer leerte, preciosa.
EliminarUn beso enorme.
Bem colocado,a vida como um jogo: as regras,as peças,as escolhas e as consequências.
ResponderEliminarAbraço 😘
Totalmente cierta tu reflexión, Valdelice, todo tiene sus reglas y sus consecuencias, excelente reflexión, un placer leerte.
EliminarUn abrazo.
Hola María, muy simpático tu relato. Y se nota que jugás este juego, o al menos algo debés conocer ya que está muy bien descrito lo concerniente a las piezas.
ResponderEliminarUn gusto visitarte, te sigo.
Abrazo.
Jugaba al ajedrez de niña, me gustaba, aunque siempre perdía porque jugaba con mi hermano mayor y él pensaba bien las jugadas, era entretenido, aunque no se olvida recuerdo todavía como se desplazan las piezas, cada una de una manera.
EliminarMe alegra que hayas disfrutado con esta entrada, Eukel, un placer tu visita.
Un abrazo.
El peon, siempre subestimado y que te la lia rápido en una jugada. Eso si, que el jugador deje el smoking que no le sienta!
ResponderEliminarGracias Maria!
Un besazo!
Jjajaja qué bueno lo que has dicho Morella, lo del jugador, me has sacado sonrisas, me ha encantado leerte, preciosa.
EliminarUn beso enorme.
Un placer seguirte el juego, María. Un abrazo.
ResponderEliminarEric, igualmente, un placer que me sigas el juego y que hayas disfrutado.
EliminarUn abrazo.
Hola, María. A pesar de no haber jugado nunca al ajedrez, me encanta verlo jugar...dicho esto, lo que más más me ha gustado de tu relato es, como le das vida citando a cada una de las piezas, e incluso a los jugadores, aunque a uno te lo cargues de un plumazo, con ese sorprendente final.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!
Un abrazo.
Jajajaj me ha sacado sonrisas lo que has dicho del jugador que me lo he cargado de un plumazo jajaja, qué mala he sido que me lo he cargado al pobre, es que quería hacer un final que sorprendiera, me alegra que hayas disfrutado Manuel. Por lo que dices nunca has jugado al ajedrez, es un juego entretenido que te hace pensar, la verdad es que yo hace muchísimos años que no juego, desde niña, así que imagínate el tiempo.
EliminarUn abrazo.
No entiendo de ajedrez ¿Alguna vez tiene posibilidad de ganar el peón?.
ResponderEliminarUn abrazo.
En el ajedrez ocurre que, si el peón llega al final de la fila, tiene la ventaja de sustituirlo por otra pieza importante, por ejemplo, por la dama, asi que deja de convertirse en peón, para ser otra pieza superior. Por lo que sí es importante el peón, aunque en principio parece tan simple.
EliminarUn abrazo, Conchi.
Hola, María. Hay una frase en La Comunidad del Anillo (la película, no el libro) que está tomada del espíritu de otras dichas a lo largo del libro por diversas personas, aunque ninguno la pronuncia así, que dice: "incluso la persona más pequeña puede cambiar el curso de la historia". Algo parecido piensa el peón de tu historia que me ha recordado esa frase desde el momento en que he empezado a leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha parecido muy interesante, Mercedes, esa frase que has mencionado, y que tiene toda la razón su esencia, estoy totalmente de acuerdo, te agradezco en el alma que lo hayas compartido, interesante aportación.
EliminarUn abrazo.
Vuelvo a leerte de nuevo, querida amiga!
ResponderEliminarLeerte siempre es una dulce fascinación...!!
Besos para ti...
Muchas gracias por tus visitas, querido amigo, A.S., recibirte en mi rinconcito es todo un honor, y te lo agradezco.
EliminarQue estés pasando un feliz día, muchos besos.
El peon puede morir también puede sofrir...
ResponderEliminarperò lo más curioso es que puede ser un caballo o reina o alfil o torre esbelta..però nunca un rey, el rey es rey
Qué alegría volver a leerte en mi rinconcito, Lluis, gracias por tu comentario, y así es, como bien dices, que un peón se puede convertir en cualquier pieza importante, así que nunca
Eliminares tan insignificante un peón.
Un abrazo.
Una partida de ajedrez especial y un impredecible final . Muy buebno! Besos
ResponderEliminarTodo puede ocurrir en un juego, mi preciosa Hanna, y en este caso, algo sorprendente ocurrió, y es que no hay nada escrito y la imaginación vuela, por lo que, todo puede suceder como en la vida misma.
EliminarUn beso enorme.