Se estremece la noche
se agita la luna
recostándose en mi desnudez.
Silba el viento,
se desatan escalofríos
se columpia el beso entre mi pecho.
Tu deseo tangible
emigra al infinito universo de mi piel
descubriendo mis curvas.
Reposan tus dedos
en la voz húmeda de mi alma
lamiendo el oxigeno de mis entrañas.
Mi espalda clama tu saliva,
gota a gota
cubres mi piel.
Soy ráfaga de luz
mar de tus labios
poro dilatado.
Imagen de Bill Brandt
Mi aportación en "Serendipia"
María
No extraña esa dilatación del poro, cuando el deseo coloniza la piel. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminar:O Se estremece la noche y se estremece todo cuando el erotismo se diluye entre versos y escurre por cada palabra que dibuja apetecibles placeres. Un disfrute este poema, María Dorada. Tu poesía en plenitud.
ResponderEliminarBesos dulces para estremecer.
María, tu poema es pura combustión contenida: un susurro que arde, una caricia escrita con tinta de deseo. Cada verso se desliza como piel mojada, como aliento que reconoce el mapa íntimo del cuerpo amado. Hay en tus palabras una delicadeza audaz lo erótico no está solo en lo que nombras, sino en lo que insinúas entre silencios. La noche tiembla, la luna se agita, y en medio del universo, la voz poética se entrega como luz que se expande gota a gota.
ResponderEliminarLeer tus versos es tocar con los ojos, sentir con el pecho abierto.
Bellísimo, vibrante y sagrado.
Gracias por compartir tanta belleza.
😘
Fernanda
Primero algo prosaico, Google está fastidiando un poco. Hay comentarios que tienden a publicarse como anónimos.
ResponderEliminarY ahora lo principal. Tu poema me parece muy sensorial. Con el tacto, que es el más reciproco de los sentidos. Al tocar se es tocado. Con el deseo haciéndose tangible, con los dedos que exploran curvas de mujer, el beso. Y la manifestación del sentido gustativo, con la saliva que es deseada por una espalda.
Sensualidad de los sentidos intensamente estimulados.
Besos especiales.
Preciosa aportación como no podía ser de otra manera viniendo de tus manos.
ResponderEliminarBesitos
Me encanta la fotografía. Es preciosa.
ResponderEliminarBesos.
Tanto la fotografia como los versos son de una exquisita sensualidad.Un gran abrazo!!
ResponderEliminarcon todo lo sexual que puede ser aquello de "se columpia el beso entre mi pecho" tiene algo de delicada inocencia que me ha gustado. aquella imagen ha sido una muy buena inspiración.
ResponderEliminarbesos.
¡Qué fotos, qué texto, qué blog... qué fotos!.
ResponderEliminarUna conjunción muy sensual de versos y fotografías.
ResponderEliminarBesos, María!
"Se cierran los ojos en la noche para escuchar el latido de la luna"...
ResponderEliminarUn abrazo.
Um poema muito sensual acompanhado de uma foto brilhante...
ResponderEliminarBeijos e abraços
Marta
Se estremece la noche.... y yo también.
ResponderEliminarBesos.
María, tu poema es un susurro ardiente que se desliza por la piel y se instala en el alma. Cada verso vibra con deseo y ternura, como si el cuerpo y el universo se fundieran en un solo latido. La luna, el viento, la saliva… todo se convierte en lenguaje poético que revela una intimidad poderosa y luminosa.
ResponderEliminarGracias por compartir esta ráfaga de luz.
por mi lado del mundo tenemos noches tórridas, pero no tanto como tu poema ;)
ResponderEliminar¡Ay! y con estos calores no es que se estremezca la noche es que no hay manera de que un cuerpo se acerque a otro.
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