"Más allá" (Relato juevero)

Chirría el ruido al forcejearse la cerradura de la puerta de mi casa, crujiendo el misterio por el sonido de unas zancadas que atropellan las escaleras, aflorando el temblor en mi cuerpo.

Se agudizan los destellos entre las sombras zurcidas de un espíritu que se acerca sigiloso a mi vera, traspasando la frontera del crepúsculo, atando mis manos, vendando mis ojos, rasgando mis vestiduras, profanando mi claustro, apresando mi alcoba.

No hay paraguas que detenga la lluvia de mis ojos, ni piedad para calmar mis gritos, solo el atrevimiento del endemoniado fantasma que, con su afilada lengua, relame todo mi rostro, de norte a sur, de este a oeste, al tiempo que sus manos luchan con fuerza abriendo mis muslos, traspasando la cima de mi vértice, para hincar su húmedo aliento por entre los pliegues de mis labios verticales, relamiendo mis sollozados íntimos fluidos.

Y gimotea la noche perversa, seduciendo mi cuerpo, ataviada entre jadeos amarrados al delirio, masticando el vaho estremecido, levitando de gozo la tentación, cuando sus dedos fornican lo más hondo de mi firmamento, preñando las horas del reloj, agudizando los segundos detenidos en el fango del purgatorio.

Asalta el día el aroma del más allá, yaciendo impúdica desnuda, tumbada entre el regazo de la almohada germinada y las sábanas húmedas salpicadas.



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