¡Qué cansada! Todo el día fuera trabajando. Así que meter las llaves en la puerta de mi casa es para mí todo un ritual. Porque son las llaves de la puerta al paraíso.
Lo primero, deseando despojarme de las ropas de todo el día. Qué gozada desnudarme. Sentir entre mis dedos el contacto de mi piel. ¡Qué placer!
¡Ay dichosos tacones! me tienen los pies machacados. ¡¡¡Buf!!!! ¡qué alivio! qué descansados se quedan cuando me pongo las zapatillas, son un tesoro para mí. Me hacen feliz.
Necesito reencontrarme con mi sillón. Abro la puerta. Y allí está esperándome. Es mi mejor compañero. Es mi vida. Me reconforta. El lugar más acogedor para mí. Cuando me tumbo en él. Desconecto de la rutina. Me adentro hacia el mundo de las fantasías. Me transformo. Para volar con él hacia el infinito. Es un placer inmenso el que siento.
Sin salir de casa. Puedo viajar a dónde quiero. No necesito más que mi sillón y mi imaginación.
Allí puedo ser niña y volar hacia el país de las fantasías para ser Alicia. Puedo transformarme en princesa hasta el palacio de mis sueños. O ser gaviota alzando mis vuelos.
También gozo tomando una taza de té mientras escucho música, disfruto viendo una serie, o me abandono a las páginass de un libro o del móvil. Mientras mi gato se recuesta encima de mis piernas y yo le acaricio.
Mi sillón es mi confidente. Nunca discute conmigo. Solo me escucha. Me relaja. Me tranquiliza cuando llego enfadada a casa. Es mi quietud. Mi placidez. Lo que siento es no poder estar mucho tiempo con él. Acudo al llamado de las obligaciones. ¡Adiós querido sillón! ¡Hasta mañana!
Más relatos sobre la belleza de lo cotidiano en el blog de MOLI.
Las cosas simples que vivimos son las mejores, las que intiman con nosotros mismos y donde descansamos nuestro interior, me encanta ese sofá
ResponderEliminarUn beso
Tienes toda la razón, Sindel, esas son las mejores cosas, como bien has dicho, las que intiman con nosotros y nos hacen descansar y nos hacen encontrar la paz.
EliminarMuchas gracias por tu compañía.
Un beso.
No hay placer mayor que el que describes, y entre Alicia y Peter Pan la casa es un refugio. Abrazucos
ResponderEliminarEl hogar tan deseado, tan plácido, y ese sillon tan esperado y deseado para embarcarse hacia los sueños de nunca jamás.
EliminarMuchas gracias por siempre estar, Ester.
Besos.
Me ha recordado a la canción de Antonio Flores, "puedo viajar..."
ResponderEliminarahora no recuerdo el título, pero era desde el sofá,
con la imaginación se puede viajar.
El hogar reconforta tas un cansado día.
Besos.
Fijate que era fans de Antonio Flores, me encantan sus canciones, pero que tampoco recuerdo esa canción que dices, miraré a ver. Desde el sillón y la imaginación todo un transporte para viajar lejos.
EliminarMuchas gracias, Amapola, por tu comentario.
Besos.
Un relato muy visual y con sensaciones agradables de paz, relax, confort y vuelo de los pensamientos hacia cualquier dirección que se decida. Es lo acogedor del hogar y en este caso, además, el sofá.
ResponderEliminarBesos.
Adentrarse en casa, y refugiarse en el sofá da una sensación de paz y descanso, en ese lugar para soñar y alcanzar los vuelos.
EliminarGracias por tu compañía, Jose Luis, que tengas un feliz día.
Besos.
Saber gozar de lo cotidiano es indispensable para apreciar la vida en toda su dimensión.
ResponderEliminarBesos dulces María.
Así es como bien lo has dicho, Dulce, en las cosas mas sencillas y simples, se puede alcanzar la felicidad.
EliminarQue tengas un feliz día, besos.
Lo cierto es que sí, si más de un sillón hablase nos contaría sobre el día a día de muchos de nosotros. Ese momento deseado. Besos María :D
ResponderEliminarAy si hablase el sillón, que es nuestro confidente y nuestro amigo más fiel, es nuestro refugio y lugar de descanso.
EliminarQue tengas un buen día, Margarita.
Besos.
¡Cuánto te entiendo María!
ResponderEliminarBesos.
Seguro que también tienes un refugio igual, Devoradora de libros.
EliminarBesos y feliz día
\m/ Hechicera \m/
ResponderEliminarQue tengas un buen día Chante, besos.
EliminarLa belleza de lo cotidiano... qué bonito título y maravilloso relato mi querida María.
ResponderEliminarLa belleza siempre se encuentra en las pequeñas cosas de la vida.
Un placer leerte mi bella.
Un abrazo enorme.
Así es como bien dices, mi querida Rita, la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas de la vida, en las más simples, en lo cotidiano, no hace falta irse muy lejos.
EliminarUn placer tu compañía.
Un abrazo inmenso cariño.
Mi sillón preferido , es de color rojo. Y como tú muy bien relatas, sobre el disfruto momentos maravillosos..
ResponderEliminarUn placer leerte guapísima.
Un abrazo feliz tarde de martes.
Un bonito color, muy alegre el tuyo, para descansar y disfrutar de momentos de relax, Berta.
EliminarMuchas gracias por tu compañia, preciosa.
Un abrazo enorme y feliz día.
Para mí no hay lugar mejor que mi propia casa, es donde mejor me siento y ese sofá que siempre aguarda paciente es muy confortable y me siento feliz cuando descanso en él a la vez que hago otras cosillas. María también mi gato se me pone encima de mis piernas para dormirse o estar tranquilo .Besicos
ResponderEliminarEs cierto, lo que dices, querida CHARO, no hay lugar más reconfortable que estar en nuestra casa, y refugiadas en nuestro sofá, que nos llena de paz y nos relaja, y que se pose encima de nosotros nuestros gatitos, es algo maravilloso, y esos momentos tan sencillos son los más felices, disfrutemos de esos instantes.
EliminarMuchas gracias por siempre estar, que tengas un feliz día.
Besos enormes.
El sillón suele ser ese fiel, silencioso y cómnplice compañero...
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué gran verdad lo que dices, Rafael, el sillón es nuestro confidente, nuestro cómplice, nos relaja, nos escucha, y con él volamos lejos.
EliminarQue tengas un feliz día.
Un abrazo.
El sofá que gran amigo, ahora como llegar y quitarte los zapatos después de estar todo el día de pie, no hay nada.
ResponderEliminarBesos.
Es verdad, qué agusto se está cuando entramos en nuestra casita después de estar todo el día trabajando, qué ganas de quitarte los zapatos, la ropa, darte una buena ducha, descansar, y relajarte, es algo maravilloso, y qué pocas veces nos damos cuenta de lo felices que somos en esos pequeños instantes de la vida diaria.
EliminarMuchas gracias por tu compañía, Ángel, que tengas un buen día.
Besos.
No dejás de sorprenderme.
ResponderEliminarDescribís el regreso de una mujer a su casa, luego de un día de duro trabajo, como un ritual con su porción de sensualidad. Como ella convertida en amante de si misma. Y disfrutando de placeres cotidianos. Y muy entendibles, como ver una serie o leer un libro.
Por alguna razón, se me puso que el sillón es, en realidad, un cambia formas. Alguien con el poder de metamorfosearse, que usa para convertirse en sillón, para estar muy próximo a ella.
La imagen es sensual.
Besos especiales.
Me encanta tu comentario, Demiurgo, cómo lo has planteado, es fascinante lo que dices, cómo eres capaz de verlo desde esa imaginación que posees, tan especial, la verdad es que me ha encantado lo que has dicho, como si el sillón fuera alguien con poderes, capaz de transformar a esa mujer que llega cansada del trabajo, y está deseando encontrarse con él para adentrarse en el mundo de la fantasía, de los sueños, para volar, y disfrutar de la paz, ese placer, tan intenso que se siente cuando una está tan agusto, capaz de estar sin hacer nada por unos momentos, soñando, fantaseando, o leyendo.
EliminarMe gusta lo que dices de la mujer convertida en su propia amante, disfrutando de sí misma de la placidez de su interior. Qué bueno que lo hayas encontrado tan sensual esta entrada. Es tal como lo siento al escribirlo y que tú lo hayas percibido de esa manera tan sensual, me encanta.
Un placer tu compañía, que tengas un feliz día.
Besos especiales.
Has descrito a la perfección lo que son los placeres cotidianos, y ese sillón que segura estoy que bien lo sabe. Sencillez y espontaneidad, ambas cosas te identifican, Un besote con todo mi cariño muakk.
ResponderEliminarEse sillón donde se disfruta de la paz, de uno mismo, deseando pillarlo por unos minutos para encontrarse así misma, es algo así como una medicina vital, que da energía para recargar las pilas y volver a la rutina diaria.
EliminarQue tengas un feliz día, mi Campi.
Besos enormes con todo cariño, solete.
Cerrar la puerta, quitarte los zapatos y dar un respiro inmenso... hay días que parece que todo lo horrible ocurre ahí fuera, ¿verdad?
ResponderEliminarQué cierto es, Beuséant, y es que, al cerrar la puerta, te adentras en otro mundo, en la soledad de ti mismo, y con los tuyos, después de un ajetreado día de trabajo, deseando quitarte los zapatos, la ropa, y olvidarte de todo.
EliminarQue pases un feliz día, un abrazo.
Me ha encantado esa sensación de meter la llave en la cerradura, y la satisfacción que produce; la comparto completamente. Y también la del gato!
ResponderEliminarMuy bonita participación, mi preciosa María. Me he sentido identificada…
Siempre un placer leerte…
Bsoss enormes, y muy feliz noche 💙
En esos pequeños detalles que no los apreciamos por ser del día a día, y en cambio, sin salir de casa una puede ser tan feliz en nuestra soledad, o con nuestros gatos, disfrutando de nuestro sillón, leyendo o volando, sin hacer nada, es maravilloso, y me alegra que te hayas sentido identificada, mi querida Ginebra.
EliminarQue tengas un bonito día.
Besos enormes.
esas rutinas que tenemos cuando regresamos a casa después de trabajar... es muy bueno ser feliz con poco. sentarte en tu sillón favorito cuando estás cansada, ya me imagino que lo sentirás como el paraíso. y extender los pies descalzos...
ResponderEliminaryo al llegar a casa me doy una ducha, me caliento la cena, y luego me tumbo en la cama a leer mientras me tomo una taza de leche con cacao.
besos, maría!!
Lo importante es darse cuenta de ello, porque a veces, lo dejamos escapar y no nos damos cuenta de que con tan poco en lo mas sencillo se puede disfrutar y ser feliz, simplemente, con llegar a casa después de todo un día de trabajo, ponerse las zapatillas, desnudarse, darse una ducha, y cuando una termina de sus obligaciones y de cenar, sentarse a descansar, estirando las piernas en el sillón, qué agustito se está, aunque yo descalza no me quedo, que se quedan los pies fríos, ahora en invierno, mejor tapaditos. Bien rica la leche con cacao que te tomas, disfruta del sabor y de tu lectura, Chema, que tengas un buen fin de semana.
EliminarBesos.
Lo tuyo con tu sillón puede acabar en boda perfectamente. No encontrarás a otro como él. "Yo os declaro María y sillón".
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajaja qué bueno lo que has dicho, me has sacado sonrisas, Macondo, para enmarcar tu frase jajaja, mi matrimonio con mi sillón durará siempre, un amor fiel jajaja.
EliminarQue tengas un buen fin de semana un abrazo.
Nuestra rutina, nuestro refugio y nosotras... para soñar. Genial, María.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz día ♥
Para disfrutar de nuestro interior, y volar con nuestra imaginación.
EliminarBesitos y feliz día, Auroratris
Bonito relato María, me encanta esa escena ctidiana y real como la vida misma, me gusta como lo vas componiendo hasta llegar a ese rincón favorito que todos tenemos y es todo en nuestras vidas.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Hasta llegar a nuestro rincón favorito hay que hacer antes mil cosas, las obligaciones antes, y cuando ya estamos libres, montarse a ese barco para relajarse, y abrazarnos al descanso, qué agustito se encuentra uno y qué placidez, José Antonio, ese rincón tan especial.
EliminarUn abrazo y feliz sábado.
Ese sillón es el compañero perfecto. Esa forma que tenemos de estar en casa es única y maravillosa.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Es verdad lo que dices, Moony, es nuestro mejor compañero, nos relaja y nos endulza el momento, es un placer ir a su encuentro.
EliminarUn beso enorme y feliz tarde.
Un buen relato y muy reconfortante...
ResponderEliminarAbrazo
Así como mi sillón, tan reconfortable, tan plácido, Ángel.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
el placido momento a solas con nuestro interior reconfortándose de la carrera sin fin de la vida...
ResponderEliminarBesos Magicos para ese pequeño momento que hacen grande la vida..
Te sigo esperando al otro lado de la luna
Qué bonito lo has dicho Eros, ese plácido momento en el que uno se encuentra con su interior, a solas, disfrutando de la compañia de uno mismo y de los sueños, esos momentos de relax y de placidez.
EliminarUn placer leerte, que sigas disfrutando de la tarde.
Besos enormes.
Genial, no hay nada como llegar a casa después de un día de trabajo y que bien lo narras.
ResponderEliminarUn beso María
Ese momento donde una desconecta del mundo laboral para adentrarse a la cotidianidad del hogar, y comenzar la rutina de otras obligaciones, hasta desconectar de todo en ese reconfortante sillón.
Eliminarbesos y feliz día, Fernando.
Hola Maria.. Tal como describes hay pequeñas cosas en la vida que son lo que nos produce placer, esas pequeñas cosas que compartimos con uno mismo o con alguna persona querida.
ResponderEliminarUn abrazo
Esas pequeñas cosas que a veces no valoramos porque son monótonas, pero si lo pensamos detenidamente nos damos cuenta del valor que tienen, y lo mucho que nos sentimos reconfortados.
EliminarUn abrazo y feliz tarde,
Llorenc.
ESE sillón tiene la placidez de un diván, sólo que sin alienista o psiquiatra. Un abrazo. carlos
ResponderEliminarQué bonito lo has definido, Carlos ese sillón, que nos reconforta y nos recarga las pilas, qué agusto se está en él.
EliminarUn abrazo y feliz tarde.
Pues ya ves,solo necesitas un sillón y a ti misma para ser feliz. Estupendo relato, con una magnifica descripción de la paz. Saludos,María.
ResponderEliminarQué poco se necesita en algunos momentos, para recargar las pilas, y encontrar la paz por unos minutos, cuantocuento,castelo.
EliminarUn abraz y feliz día.
jajaja muy bueno... y si tiene alguna almohada el sillón es lo más
ResponderEliminarBss
En el mio no hace falta, ya va incorporado, ademas, le echo para atrás y solo falta volar jajaja.
EliminarMuchos besos, Sylvia, feliz día.
emotivo relato Maria donde los sentidos crean lbertad al cuerpo...aprovecho para desearte Maria un feliz fin de semana, un fuerte abrazo . jr.
ResponderEliminarLos sentidos se llenan de paz interior y placidez por unos momentos, Jose Ramón, muchas gracias, igualmente, te deseo un feliz fin de semana.
EliminarUn abrazo.
no sé si he terminado queriendo ser más ese sillón o ese gato, je.
ResponderEliminarbesos.
Jajajaja me has sacado sonrisas, DRACO, los dos estarían bien jajajaja
EliminarQue estes teniendo un Feliz día, besos.
En toda casa hay un lugar especial...parece que ése, es un de ellos !.
ResponderEliminarSaludos ;)
Es verdad, todos tenemos un lugar especial donde refugiarnos para recargar las pilaa, Artur.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Tomo el homenaje que le haces a tu sillón para hacerlo extensivo al mío; me llena de paz cuando vuelvo a casa y tengo que hacer verdaderos esfuerzos para no dejarme atrapar por él antes de cambiarme de ropa.
ResponderEliminarGracias por permitirme usar tus palabras para honrar a mi sillón.
Igual que a ti me pasa, querida Tracy, hay días que llego del trabajo y voy directa al sillón antes de cambarme de ropa, porque ha sido un día agotador, y necesito recargar las pilas por unos minutos, estos días están siendo así y ni tiempo de estar por aquí, así que no veas lo que lo echo de menos, pero todo no se puede tener, es lo que hay, lo principal es estar feliz con lo que se hace.
EliminarQue tengas una feliz semana.
Muchos besos.
el Sillón .. mimoso , calentito ... nos brinda caricias .. masajes que nos hacen transportar a los más bellos sueños ... e inclusive ... algún posible mundo lejano o a brazos se un ser querido
ResponderEliminarEse sillón es un paraíso, para descansar y disfrutar de la placidez de unos instantes, para soñar, y para abrazarse a la paz.
EliminarTe deseo una feliz semana, Ricky.
Un abrazo.
Más allá de la foto que ilustra (jaja) el placer del relax es la excusa para distenderse sin tapujos. Un abrazo Maria
ResponderEliminarEs tan necesario descansar por unos minutos, a veces, ni tiempo, pero es lo que hay Neo, a ver si voy retomando por aquí, con las ganas que tengo, pero todo no se puede.
EliminarUn abrazo y feliz día.
Ha sido leerte y me he relajado entre tus palabras. Bendito sillón 🤗🤗🤗
ResponderEliminarUn placer para mí que te relajes leyéndome, Galilea, deseo que tengas un bonito día.
EliminarMuchos besos.
Genial relato muy cotidiano y relajado. Te mando un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, J.P., que tengas un feliz día.
EliminarUn beso.
Tus letras relajan la mente y dejan espacio para la reflexión la que sentado en un sofá dejando pensamientos variables sonrió y me aferro a las letras que vuelan de tus ojos hasta las luces del corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
También las tuyas me relajan, y todas las demás, estar aquí es un verdadero placer, lo que siento es no tener tiempo para disfrutar de vuestra compañía, como a mí me gustaría, pero es lo que hay, Antonio, que tengas un feliz día.
EliminarUn abrazo.
Y encima será un sillón orejero de esos tan cómodos, que suertaza!! Relajadita me he quedado leyéndote. Gracias por participar, besos.
ResponderEliminarNo, no es un sillón orejero, es de esos que se tumban, es tan ómodo, que me anestesia jajajja, MOLI.
EliminarUn placer haber participado en tu convocatoria.
Besos y feliz día.
Creo que todos tenemos ese lugar a donde corremos a desconectar y descansar del día. Tal vez de diferentes maneras pero cotidiano al fin. Yo no me siento cómoda desnuda pero sin cerrar la puerta y ya estoy descalza y el sostén vuela detrás jajajjaj . Un gusto visitarte María. Que descanses bonito.
ResponderEliminarJjajaaj qué bueno Lyliam, que el sujetador vuele jajaaj lo principal es que te sientas cómoda desnuda, sin nada, como debe ser, libres de todo, para poder descansar.
EliminarUn placer leerte, te deseo que tengas una feliz semana.
Muchos besos.
Todos tenemos ese pequeño espacio donde relajarnos, donde sentirnos libres de todo y de todos.
ResponderEliminarUna bella descripción has hecho, ¡enhorabuena!.
Besos, María.
Así es, cada uno tenemos nuestro espacio, donde nos sentimos cómodos y libres para descansar y volar, Sa Lluna.
EliminarBesos y feliz semana.
¡Qué bonita aportación para la convocatoria de Molí! En efecto, hay belleza en lo cotidiano... En ese desnudarse y quitarse los tacones para sustituirlos por las zapatillas de estar por casa, en ese sillón y el gato sobre el regazo... A disfrutarlo ^.^
ResponderEliminarUn besazo enorme, María, vuelvo poco a poco a leeros
Es un placer entrar en casa después de todo un día de trabajo agotador, abrir la puerta y entrar en casa, para descalzarse y desnudarse, para olvidarse de todo, y encontrarse con una misma, para acariciar al gato o al perro, para charlar con la familia, o con uno mismo.
EliminarQue tengas una feliz semana, Dafne.
Un beso enorme.
Es muy cierto que tenemos sitios preferidos y los sillones son unos de ellos incluso nos resistimos a cambiarlos cuando ya se hacen viejos e incómodos. Hace bien en saber disfrutar de su casa.
ResponderEliminarUn placer leerte
Besos
Los míos tendrán dos años como mucho, necesitaba unos nuevos, y estoy super agusto con ellos, son de esos que se echan para atrás, y te relajan que ni te imaginas, pero tienes razón, cuando las cosas se hacen viejas, nos acostumbramos a ellas y nos cuesta desecharlas, como me pasaba con los otros que estaban ya muy usados y desgastados.
EliminarUn placer leerte, Charly.
Muchos besos y feliz día.
Ya está el próximo jueves de relatos. La convocante es Neogéminis
ResponderEliminarhttp://neogeminis.blogspot.com/2022/02/convocatoria-juevera-para-el-17-de.html
El tema es
HISTORIAS CON TÍTULO -A LA CARTA-
Así que hay alternativas, para que escribas algo a tu estilo.
Más besos especiales.
Muchas gracias por informarme, Demiurgo, te lo agradezco de corazón, lástima que no pueda dedicarme todo el tiempo que me gustaría a estar por aquí, pero siempre que pueda participaré, porque me encanta esta sección de los relatos jueveros, gracias a ti me emprendí en este viaje, y he aprendido a hacer relatos, yo que no me creía capaz, gracias a ti lo he conseguido, y me encanta imaginar y volar.
EliminarBesos especiales.
cómo no si nuestra casa es nuestro castillo ! tras la lucha diaria el reposo de la guerrera una vez despojada de su arnadura. Un abrazo María
ResponderEliminarMe encanta lo que has dicho Rodolfo, despojada de la armadura, donde el día a día rutinario se viste de magia, en ese castillo encantado.
EliminarUn placer leerte, Rodolfo.
Un abrazo.
DATO...Me gusta estar aqui...
ResponderEliminarY a mi me encanta que estés aquí, David, gracias por tu Compañía.
EliminarUn abrazo.
Esas pequeñas cosas que a menudo forman parte de nuestras rutinas diarias, solo nos damos cuenta de su valor e importancia cuando nos faltan.
ResponderEliminarDe momento, disfrutemos al máximo de ellas.
La receta que has leído es para principiantes, si la hizo Kasioles, por cierto, estaba riquísima, seguro que tú la bordas.
Cariños y buen comienzo de semana.
Kasioles
Es cierto lo que dices cuando son cosas rutinariss de la vida diaria, no sabemos apreciarlas en su dimensión, pero cuando nos faltan es cuando las echamos más de menos, y las valoramos, así que disfrutemos al máximo de todo cuanto tengamos, por pequeñas y sencillas que sean las cosas.
EliminarHaces unas recetas exquisitas, no te imaginas lo bien que me vienen, porque me das ideas, muchas gracias, Kasioles, por seguir por este mundo de letras.
Besos enormes y feliz día.
Hola María preciosa. Entiendo perfecto lo que dices, es un placer único y personal el descanso nocturno. Te dejo un beso.
ResponderEliminarAsí es, Jova, sobre todo cuando llegas del trabajo estresada o cansada, viene bien, dar un alto en el camino para descansar.
EliminarBesos y feliz día.
Compartimos el mismo placer parece. Cuando estoy en algún lugar que ya comienza a incomodarme, comienzo a tener visiones con mi sofá, lo extraño. Muy buen relato. Rosana
ResponderEliminarEs que es el amante perfecto jajaja, nuestro sillón nos cuida y nos da paz, así que cómo no echarle de menos ¿verdad?
EliminarBesos, Siempre Artesanos de la Palabra.
Gostei de ler este relato de chegar a casa e encontrar-se consigo mesma, com a sensualidade que lhe é própria.
ResponderEliminarUma boa semana com muita saúde.
Um beijo.
Llegar a casa es abrir el mundo al paraíso cuando estás todo el día fuera, Graca, se echa de menos a e.
Eliminarese sillón que te acoge tan bien.
Besos.
Te imagino sentada en ese sillón libre de ataduras... y ese maldito gato suertudo tendido en tus piernas gozando de lo que gozas tu en esos mundos de fantasía....
ResponderEliminarEs una envidia sana. Podría ser tu gato????
Jjaaja si quieres puedes imaginarte ser mi gato, y sentir mis piernas entre tu cuerpo peludo gatuno jajajja, por imaginar que no quede ¿verdad? es un placer poder acariar a mi gato, es adorable, y me transmite paz.
EliminarUn abrazo, Gustab.
Como en casa, en ningún sitio.
ResponderEliminarPues además de verdad que sí, Cabrónidas.
EliminarUn abrazo.
Creo que yo necesito uno como el tuyo.
ResponderEliminarEs precioso mi gato, aunque ya tiene unos cuantos años, así que el día que me falte le echaré de menos, mejor no pensarlo.
EliminarBesos, Frases Bonitas.
Primero, empiezo por el final, me encantó el final.
ResponderEliminarSegundo, esa complicidad con el sillón es genial
todos tenemos algo que nos calma el estrés del ajetreo.
Comparto muchas cosas contigo menos dos, lo de mirar el móvil
ya no, al cabo del tía termino harto del él. Y la otra es el sofá jajaja
después de un baño relajante prefiero una cerveza bien fresquita, eso es gloria
aunque también se puede hacer el sofá, bueno, contradicciones que tiene la vida.
Un besote y feliz noche.
Así es, A. Javier, todos tenemos complicidad con algo, después de un día estresado, para mí es un placer subirme al paraíso de mi sillón, es como consigo recargar las pilas, después de un ajetreado día, aunque como ien dices, cada uno tenemos nuestra rutina, así como una duchita relaja bastante, y como no, una cervecita, aunque hace tiempo que no tomo una, pero todas esas cosas sencillas nos alegran los momentos, convirtiéndolos en placenteros.
EliminarUn gusto verte por aquí, que tengas un feliz día, besos.
Hola María, seguro que tú sillón está satisfecho de recibirte en sus brazos cuando llegas cansada a casa, y os dais mutuamente unas caricias. Muy bonito como lo has escrito.
ResponderEliminarBesos
No se si mi sillón estará contento de verme, lo que sí se es que yo ee stoy feliz jajaja, encontrarme con el amante de mi sillón es lo mejor.
EliminarEspero que estés disfrutando de unos felices días, Isa, se muy feliz y cuidate mucho.
Besos enormes.