lunes, 21 de julio de 2025

"5 Elementos"

 



Hugo y Daniella mantenían desde hace unos años una bonita relación de amistad. Se conocieron a través de las redes sociales. Y cada día a la misma hora se conectaban frente a las pantallas del ordenador y del móvil para charlar durante unas horas. 

Los dos querían dar un paso más: conocerse en persona. Hugo vivía en Madrid y Daniella en Colombia, pero todos los años viajaba a Santander a ver a sus padres. Por lo que, planearon un encuentro en la puerta de una cafetería de dicha ciudad. 

Y allí llevaba una hora esperando Daniella, sentada en la terraza, cuando, por fin, vio aparecer a un hombre de aspecto delgado y desaliñado, con una mochila en el hombro y una visera en la cabeza. De lejos no le parecía Hugo, pero a medida que se iba acercando vio que era él. En principio no le causó buena impresión. 

Ambos se saludaron friamente:

- ¡Hola, Daniella! soy Hugo, perdona la tardanza. 

- ¡Hola! No te preocupes. -Respondió ella.

Qué decepción se había llevado Daniella, nada que ver con lo que enseñaba en la pantalla, y con lo que decía ser: un ejecutivo. Las apariencias no le mostraban así.

- ¿Qué te parece si vamos a dar una vuelta? -le dijo él.

- Como quieras. -Respondío Daniella.

Cuando iban caminando y charlando por las afueras de Santander, dos jóvenes se cruzan delante de ellos acercando una navaja a Hugo en el cuello.

- ¡Quieto! o te rajo. ¡Dadnos todo lo que tengáis!

Daniella no daba crédito de lo que estaba sucediendo, asustada y nerviosa, por lo que pudiera pasarle a Hugo, entregó todas sus pertenencias: un bolso con bastante dinero, el reloj, joyas de oro, el móvil. Hugo les hizo entrega de la mochila. Y en ese momento, los ladrones se echaron a correr.

A Daniella le entró un ataque de ansiedad, por lo que, se tuvo que ir a casa. Hugo le dijo que iría a comisaría a denunciarlo. Nada de eso hizo. Donde se dirigió fue a la playa en busca de los maleantes. Y allí estaban sentados esperándole:

- Colegas ¿cuánto habéis conseguido? les preguntó.

- Toma tu mochila - le dijeron a Hugo. 

Los asaltantes eran amigos de él. Hugo no era un ejecutivo de la Calle Princesa. Era un estafador de los suburbios de Madrid.


Más relatos jueveros en el blog de Neogéminis


María


11 comentarios:

  1. Buen trabajo, felicidades.
    Un abrazo.

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    1. Qué bien que te haya gustado, Rafael. No te creas que esto de escribir relatos se me da mal, pero lo he disfrutado escribiendo, que de eso se trata, además, como lo acabo de hacer, lo leo y voy cambiando las palabras jajaja.

      Un abrazo.

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  2. Hijo de puta ...
    entenderé, que
    no publiques
    mi comentario,
    es que no me
    salió otra cosa,
    encima , a una
    mujer .... .

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    1. Los hay así, Orlando, por desgracia, en la vida real, hombres, si es que se les puede llamar así, que se dedican a engañar a las mujeres, haciéndose pasar por lo que no son, y en realidad, lo que buscan es otra cosa, nada que ver con la amistad, sino "joder" al prójimo.

      Un beso.

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    2. Como bien lo dices existen estos canallas. Danielle cuando se le presentó de manera tan opuesta a lo esperado, debió no aceptar la invitación, se hubiera salvado de un muy mal rato.

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  3. Maria como bien lo dices mala gente existe. Danielle cuando Hugo se le presentó con aspecto opuesto al mostrado debió sospechar, no aceptando la invitación a salir. Pero cayó en la trampa.

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  4. Sí, estas cosas pasan. Hasta hay algunos que se hacen pasar por Brad Pitt... y consiguen robar el corazón... y las perrillas... Porque al final todo va de los mismo: estafar a incautos.

    Pero es que vivir una ilusión, un enamoramiento te llena la sangre de ambrosía, te hace flotar, volar entre las nubes... ¿Y qué me importa si no es Brad Pitt? Yo lo creo, y me basta. Aunque... ¿me ciega tanto el amor como para dárselo todo...? No sé... quizás debería poner los pies en la tierra y pensar que sigo sólo... sin nadie que me ilusione.

    Qué difícil es tratar de racionalizar el sentimiento más irracional que hay...

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  5. Lo triste de la historia, es que puede ser bien real.
    Besos.

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  6. Un texto donde la decepción es máxima cuando crees conocer a esa persona y la ves y no es la misma , ya en su aspecto dejó que desear.
    La vida nos enseña que hay gente buena y otra no tan buena, pero ellos mismo se delatan.
    Un besote mi querida María.

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  7. Me llamó la atención de que se llamara Daniella, en lugar de Daniela.
    Ella quedó decepcionada y tenía motivos para estarlo, aunque no la apariencia.
    Internet, una herramienta para encuentro pero también para estafadores. Tu relato lo represanta muy bien, cumpliste con los 5 elementos.
    Besos especiales.

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