Día 1: Chocolate
Necesito el chocolate tanto como el respirar, no puedo resistir la tentación de comer cada día un buen trozo de chocolate, es para mí como una droga...
Uhmmm me encanta saborearlo... sentir cómo se derrite entre mi boca... esa sensación dulce tan dificil de describir pero tan placentera de sentir cuando lo voy deshaciendo cada vez más adentro de mi garganta... y es que cuando lo pruebo me siento revitalizada.
Día 2: Llamada
Ha sido un día inquietante esperando tu llamada... tenía hambre de tu voz... sed de tus palabras... necesitaba la brisa de tu aliento a través del teléfono...
Y cuando sonó y descolgué el auricular... al escuchar tu voz... me inyecté de energía... sentí el mundo a mis piés... mis latidos parecían campanas a punto de explotarme el pecho... el cuerpo se me estremeció... las pupilas se dilataron...
Quería beberme tus fonemas... mezclar mi saliva con la tuya... que tu aliento me extasiara... porque eres mi adicción... mi rayo de luz y salvación...
Y cuando sonó y descolgué el auricular... al escuchar tu voz... me inyecté de energía... sentí el mundo a mis piés... mis latidos parecían campanas a punto de explotarme el pecho... el cuerpo se me estremeció... las pupilas se dilataron...
Quería beberme tus fonemas... mezclar mi saliva con la tuya... que tu aliento me extasiara... porque eres mi adicción... mi rayo de luz y salvación...
Día 3: Canción
No imaginaba que estos días iba a volver a escuchar y tararear tantas veces la canción "Sobreviré" de Mónica Naranjo que fue lanzada en el año 2000, trayéndola a la memoria de mis días, después de veinte años, cuando tuve que sobrevivir a aquel amor que me enterró en vida, y con toda la fuerza de mi energía pude salir adelante.
Aquella canción que me acompañó en mis días de lluvia y tristeza, hoy puedo escucharla y sentirla de manera positiva, porque hoy soy la más feliz de las mujeres.
Día 4: Mirada
Anoche estuve viendo una película de suspense y hoy me ha costado un montón despegar los párpados... estaban las pestañas entrelazadas... mis ojos seguían teniendo sueño... estaban perezosos... no querían abrirse...
Pero pude ver cómo me miraba ella... mi gata observándome de cerca... con los ojos bien abiertos... con esa mirada felina tan atenta que tiene... la que tanto me contempla cada día... esa mirada que me tiene cautivada...
Pero pude ver cómo me miraba ella... mi gata observándome de cerca... con los ojos bien abiertos... con esa mirada felina tan atenta que tiene... la que tanto me contempla cada día... esa mirada que me tiene cautivada...
Día 5: Recuerdo
Todos los días la llevo conmigo en mi corazón, la siento viva, la recuerdo con amor en cada momento de los días de mi vida... pero hoy la he recordado de una manera especial porque era su cumpleaños... y aunque no he podido ir a llevarla unas flores al cementerio por el confinamiento... se que ella me perdonará y no me echará la bronca... sino todo lo contrario... me está protegiendo como un ángel desde el cielo en estos días más que nunca.
¡Muchas Felicidades, Madre! te quiero con toda mi alma.
Día 6: Libro
Hoy he cogido de la estantería aquel libro que me regalaste, y que tanto significó para mí. Lo tomé entre mis manos, y después me lo puse en el pecho. Me hizo estremecer cuando me abracé fuertemente a él pude sentir tus latidos tan fuertes como los míos.
"El arte de amar" de Erich Fromm, que me regalaste, y con el que descubrí amar de una manera tan especial, porque el amor es arte, fruto del aprendizaje, y así aprendí contigo, de tu mano, a amar, a ser yo misma, a conocerme, a liberarme.
Y abrí el libro... y olí sus hojas... y entre ellas... aún seguía estando el pétalo de una rosa... su olor seguía permaneciendo entre las páginas de aquel libro que conservo como un tesoro.
"El arte de amar" de Erich Fromm, que me regalaste, y con el que descubrí amar de una manera tan especial, porque el amor es arte, fruto del aprendizaje, y así aprendí contigo, de tu mano, a amar, a ser yo misma, a conocerme, a liberarme.
Y abrí el libro... y olí sus hojas... y entre ellas... aún seguía estando el pétalo de una rosa... su olor seguía permaneciendo entre las páginas de aquel libro que conservo como un tesoro.
Día 7: Escribir
Me siento ilusionada como cuando era una adolescente, con la necesidad de plasmar en un diario mis días de confinamiento, tan insólitos y que jamás hubiera imaginado que ocurrirían.
Estoy deseando de que llegue la tarde para abrir las hojas de mi diario y refugiarme entre ellas plasmando mis emociones.
Y es que ver amanecer los días que van pasando ¡¡¡me hace sentirme tan viva!!! Cada día para mí es un milagro en mi vida... Por eso siento la necesidad de desahogar mis emociones en mi diario y sobre todo para dar gracias a la vida.