Y aparezco entre las sombras de tus sueños,
en el lecho de tu almohada
a la altura de tu mente,
soy el paisaje de tu deseo,
Y te quedas palpitando enmudecido,
respirando mi piel,
bebiéndome con tus pupilas,
adentrándote en mi cuerpo,
con cada espasmo gemido.
Y te incito al pecado
expresándome en ti...
Tócame..
víveme...
habítame...
pálpame...
aráñame la piel...
esculpe mis latidos de fuego...
Adentráte en mi templo,
húndete en las aguas orgasmales
de esta Diosa del Deseo,
que te incita a llegar
a la cima del delirio
cruzando las puertas del infierno,
pervirtiendo tu imaginación.
Tema elegido: Una Diosa del Deseo, disoluta, desinhibida y dispuesta a aparecer los solitarios, que sepan cómo convocarla.
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