Se me derrama el alma,
cuando te pienso...
se me coagula la vida,
cuando siento tu mordedura en mis labios...
se me estrangula el pensamiento,
al sentirte recorrerme las costillas...
Y renazco liberada en mil suspiros,
ensalzando mis curvas,
al borde de tu aliento,
reventando el beso,
descolgada en el deseo,
en este vaivén huracanado.
Invadida en la lujuria,
procreando mi intimidad
María