Escalofríos bajo la almohada de mis desvelos,
suspiros que laten bajo las sábanas,
deseo contenido hacia el desarme.
Mi piel te piensa queriendo sentirse erosionada,
que tus manos profanen mi cuerpo,
que tus dedos huelan mi sexo.
Y mi cuerpo se desata en el deseo latido,
entre caricias silenciosas lamiendo las ganas,
suplicándote entre susurros...
Ven a mí ya no puedo más...
¡Sálvame!