Escribir. Qué amplio es el infinitivo de este verbo. Se puede escribir de tantas y tantas cosas. De los sueños, de las fantasías, expresar emociones con el teclado. También se puede expresar felicidad, contar experiencias, ilusiones por compartir.
Pero también puede ocurrir que los dedos pueden estar perezosos porque no tienen ganas de escribir. Quedan detenidos. Están desganados. Prefieren callar y suspirar en el silencio. Porque a veces, las cosas no salen como una esperaba. Y pierdes interés por las cosas que antes te gustaban porque te ves envuelta en aires melancólicos.
La verdad es que hay temporadas así, que no tienes ganas de abrir el ordenador porque la desgana se apodera de una. Como me está ocurriendo a mí. Por algo soy de signo Cáncer. Cuanto tengo alguna preocupación me escondo dentro de mi caparazón. No lo puedo evitar.
Pero lo bueno de todo ello es que sé salir pronto de las malas rachas porque soy una persona positiva, que aunque enseguida me caigo porque soy muy emocional, pero también me sé levantar con la mirada envuelta en la esperanza, porque tal vez, más adelante me salga lo que estoy esperando. Así que no pienso darme del todo por vencida.
Tengo que decir que me ha venido como anillo al dedo el tema "Escribir" que MOLI ha propuesto para esta semana porque es de la manera que he roto mi silencio desahogando mis emociones. Mis disculpas por haber estado ausente estos días y muchas gracias a todos por seguir estando. Os lo agradezco de corazón.