Me invade el arco iris
en ese abrazo de colores
en el tiempo de primavera
impregnándome entre mareas
desde la inmensidad de la vida.
Y floto bajo el lecho del sueño,
y palpito entre la danza de tus manos,
y soy iris en el cielo de tu boca,
y arco definido en la mirada de tus ojos.
Y giro entre partículas en la tierra,
hacia la búsqueda de tus costillas,
descolgada entre los sueños.
Respiro el rayo de luz
reinventando la caricia celeste.
María