Me enrosco entre la soledad de mi vientre
y la inquieta penumbra me va poseyendo.
Los suspiros de tus pupilas
destapan mis pervertidos secretos.
Y presiento tu boca follando mis pechos,
y cómo se va expandiendo tu impulso.
Enloquece la noche trepando la vertiente
y gritan desbocadas las fantasías.
¿Sabes que siento que te derramas?