Me sumo con este texto a convocatoria para este jueves, evocando el nombre del blog de nuestra compañera Maria autora de Poemas Recopilados , si lo Autoriza...
Se hacia tarde, la noche cubría el puerto de valparaíso cuando la vi entrar a mi cuarto en el sanatorio, dijo:
- De tanto pensarte, se confunden mis versos con el rostro de tu lenguaje...
Puse mi dedo para hacerla callar entre sus labios y baje lentamente el dedo por su cuello buscando en la profundidad de su escote. Ella lo seguía con su mirada.
Al entrar en su abertura, elevo su mirada a las alturas, buscando entre sus poemas recopilados, dejándose llevar por el momento... cruzando el puente del latido... divagando en sus mundos.
Sus defensas estaban quebradas. Subí por los bretelles de su vestido, y con un ligero impasse, deslice la tela por sus hombros, hasta ver caer el vestido frente a mis ojos. Sus senos estaban indefensos y entre ellos, una gota de sudor, caía desbocada hasta perderse en sus concavidades.
Mi mano tardo en bajar deslizándose por su piel, hasta encontrarse con la sinuosidad de sus senos rozando levemente sus casquillos, mientras ella, cerraba los ojos, para dejar desnudo e indefenso su cuerpo por el que bajaron mis besos.
Mis dedos enredados con sus caderas la atrajeron a mi, y deslizándose uno de ellos, se perdió bajo su vestido engarzando su sexo. El salvaje ademán quería ensamblar a dos amantes deseosos del pecado original.
Lo demás, fueron piernas que se ataban a mis caderas, haciéndome sentir único entre todos sus amantes, un gemido, y luego, cuerpos en vilo que caían estrepitosamente entre las sabanas de seda.
Sus manos, desanudaban mi corbata, jalando los botones de mi camisa, despejando el camino, para que sus dedos se hicieran mis dueños.
Baje con mi boca por su cintura, saboreando cada sendero de piel desnuda, hasta perderme entre sus piernas... La habitación fue ahogada de gemidos... Vi como su vientre se batía en oleajes, levantando grandes mareas, mientras sus deseos se convertían en poemas y mi boca en tormentos, sentí como se desvanecía entre mis labios. Había empezado y era tarde para volver atrás.
No solo estás autorizado para inspirarte en mi blog, sino que me lo traigo a mi vitrina para atesorarlo y compartirlo, porque la verdad es para mí todo un detalle que agradezco en el alma, en el que en esta convocatoria que iba de blogs, te haya podido inspirar de esta manera, con esta joya de relato, es un halago estar entre tu pluma ardiente, y que también te hayas molestado en rescatar una de mis frases y fotografía, para unir a tu texto.
No dejéis de visitar el blog de Gustab, que es el maestro de los relatos eróticos, que seguro cuando lo leáis os hará latir y vibrar tanto como a mí, es todo un placer disfrutar con sus latidos que son caricias en la piel y suspiros en el aire.